Capítulo 15: "¿Cómo actuar cuando recibes alagos y eres el centro de atención de la gente?"

Hubo un tiempo en el que me preguntaba exactamente lo mismo, pero, encontré el remedio a esa incógnita, el cual es más simple de lo que yo misma hubiera imaginado.

Como seres humanos, tendemos a errar mucho con nuestro comportamiento, no obstante, a base de prueba y error, siempre encontramos una forma de resolver estos entramados tan enredados. Un día, paseando con un amigo, platicando acerca de mis propias capacidades, las cuales subestimaba a cierta edad, y que aún, me provocaban una inquietud palpable, él me dijo, que la mejor forma para responder a un acto de admiración, es simplemente mostrar agradecimiento; un “gracias” es más que suficiente, para la persona que tenemos al lado, y si no te basta, un fuerte abrazo, puede acompañar esas palabras. Sin embargo, quiero aclarar que la energía que le ponemos cuando agradecemos sinceramente algo, es suficiente como para que la otra persona lo reciba con amabilidad, pues se nota cuando uno mismo, está realmente conmovido por algo que te entregan.

Retomando, tendemos a enrollarnos tanto, que no entendemos que el mundo es más simple de lo que podríamos haber experimentado, y a falta de conocimiento, también nos perjudicamos a nosotros mismos al evitar preguntar acerca de nuestras propias acciones, aunque lo bueno, es que, como seres humanos, aprendemos de nuestros errores, y que, además, estamos en constante cambio, por lo que hoy somos uno, pero mañana otro.

Ahora, aparte de decir gracias, no necesitas más palabras al respecto, tampoco hace falta hacer aclaraciones, aunque, si estás en medio de una conversación de interés, entonces te tocará inevitablemente participar. Como es de saber, el ego puede traicionarnos, aun así, siempre es importante apreciar lo que nosotros hacemos, y reconocer, especialmente nosotros mismos, de lo que somos capaces, por eso, cuando se trata de un tema que tiene que ver con lo personal, lo importante es: no exagerar en el asunto, hablar desde el corazón, y no responder cosas que no se nos han preguntado; es la idea cuando estamos en ese centro.

El éxito como hoy lo conocemos, no es tener un círculo infinito de personas con las cuales relacionarnos, mas bien, es encontrar la paz con uno mismo, e intentar mantenerla en lo que nos queda de vida, por lo que actualmente, en el nuevo mundo que se está lentamente formando, podemos ver que parte de esa paz se consigue al abrirnos a las ideas; al conocimiento, y en cierto nivel, a la espiritualidad, lo que nos llevará a un equilibrio en el cual nos brindará la verdadera abundancia.

Tomando de la mano el anterior párrafo, reconozco que hoy está muy desvirtuada la idea de la felicidad, porque no es más que un estado de ánimo, que no puede prevalecer en el tiempo, pero lo que sí puede mantenerse, es la calma, la cual, nos permite experimentar todo lo demás, y eso es, en definitiva, lo que atraerá todo lo demás.