-Mami como amaneciste
-Bien, pero tenemos que hablar del por qué rompiste la segunda regla del trato
-ohhh eso
-Si eso-La verdad Sara parecía muy molesta y a la vez decepcionada
-Perdón, sé que te decepcione y tal vez ya no confías en mí pero no tengo las palabras para justificar o excusar lo que hice
-No, me decepcionaste pero si estoy un poco triste porque no supiste controlarte
-Lo siento
-Cambiando de tema la otra semana llega Alex, y dentro de unos meses mi pequeña se va a la universidad
-Mama ya, estudiare aquí en California, estaré cerca de ti y de Papa, e iré a la universidad con Camil y estaré en buenas manos, creo.
-Tienes razón estarás en buenas manos, ya que ella no bebió ni una sola gota de alcohol, en cambio tu llegaste ebria.
Después de una plática un tanto vergonzosa con Sara, estamos en la playa, bronceándonos como dijo la loca de Camil sola para el tal Diego, Daniel, Damián yo que sé, si acaso recuerdo que me desmaye y hasta ahí.
-¿Camil te traigo un balde?
-De que rayos hablas
-De que si te traigo un balde para que apares las babas que se te salieron
-Se me he nota mucho
-Tú que crees
-¡Ahí viene para acá! ¿Cómo me veo?
-Te ves fatal
-¿Enserio?
-No y hablando del rey de roma – Enserio Camil sí que estaba nerviosa-Yo me voy no quisiera hacer el mar tercio. Nos vemos a las en dos horas para ir al centro comercial
-Hola chicas
-Hola Diego-Camil sí que le gustaba este chico y me preocupa que él le lastime, y la haga sufrir.
-Hola-Creo que fui un poco fría-Bueno yo ya me voy
Después de irme de la playa, e ir a la casa, leí un poco y luego me aliste para ir al centro comercial con Camil, que por cierto no dejaba de repetir una y otra vez lo maravilloso que besa el tal Diego y que ahora son novios, la verdad es que ese tipo no me da buena espina. Pero ya que, es su felicidad y si el, la hace feliz yo estoy feliz. Ya cambiando de tema iremos al centro comercial con mi madre y Martha la madre de Camil, y algo me dice que la pasaremos genial.