Me encuentro en la sala de mi casa desayunando, ya que con los chicos quedamos en la casa de Livie. Mi madre se quedará aquí con la señora Johnson - La madre de Shon- y los mellizos a hablar de cosas que hablan las señoras. Mi hermano, Abdiel y Estaban salieron por ahí.
Termino de desayunar y escucho a alguien tocar la puerta. Me encamino a esta y la abro me encuentro con la señora Johnson y Shon, Lucia y Mateo.
— Buenas, pasen. — Abro la puerta completamente y me hago a un lado para que pasen adelante. — Hola Luci y Mat. — Le digo a los chicos y les chocó los cinco. — Hola señora Laura. — La abrazo y doy un beso en su mejilla.
Cierro la puerta y los guió a la sala. — Hola Meg. — Dicen todos ellos al unísono. Les sonrío. — ¿cómo estás? — Me pregunta la señora Laura.
— Bien ¿y usted? — Le pregunto con amabilidad.
— Muy bien. ¿Y tu madre? — Me responde sentándose en unos de los sofás.
— Ya baja. — Le respondo con una sonrisa.
— Oh, tienes otro perrito. — Escucho que grita Luci desde la cocina.
Me dirijo a donde están ellos y les respondo. — Pues sí. ¿Por qué no? — Y le hago un ademán de restarle importancia.
— Yo quisiera uno. — Me dice mientras les da carias a Max.
— Pero no sabrías cuidarlo. — Le responde su mellizo sacándole la lengua.
— ¿Quieren algo? — Les pregunto a los tres chicos.
— Nop. — Me responden.
Camino a la parte trasera de la casa y abro la puerta llamó a Axel y a Max para que salgan a hacer sus necesidades. Mientras ellos hacen eso les cambio el agua y les hecho comida en sus respectivos platos.
— Ew, esta cagando. — Escucho decir a Luci.
— Ves por eso no podrías cuidar un perro no soportarias limpiar eso. — Le responde su hermano.
Agarró la pala y camino a donde está la popo. — ¿La recogerás? — Escucho decir a Luci.
— Pues si el otro dia sali de pelea con la vecina solo por que uno de ellos había cagado allá. — Digo y es verdad. — Creo que ahora me odia más.
— ¿La señora Lopez? — Pregunta Shon.
— ¿No es la señora que nos da galletas? — Preguntan los mellizos. Ambos al unísono.
— Si… ¿Y les da galletas? — Les pregunto a los mellizos.
— Pues sí. — Yo y Shon nos miramos con cara de no saber si verdaderamente hablamos de la misma persona.
Recojo la popo y la dejo para tirarla luego. — ¿Cuando nos vamos? — Me pregunta Shon.
— Tengo que bañarme. — Le respondo irónicamente. — Aparte nose como llegaremos, estaba pensando en avisarle a mi padre para que nos lleve. —Le digo.
— Podemos ir en bus. — Me responde obvio.
— Si, pero demoramos más. — Le respondo yo también obvia.
— Ok como quieras. — Me dice.
— ¿Solo seríamos nosotros? — Le pregunto entrando viendo como los mellizos juegan con los perros.
— Podemos decirles a los demás que nos esperen en la central. — Me dice siguiéndome desde atrás.
— Ok me parece bien. Voy a bañarme. — Le digo y antes de subir a mi habitación voy a la sala a agarrar mi celular.
Busco el contacto de mi padre y le marco.
— Hola pa. — Le hablo cuando escucho que me contesta.
— Hola Meg. ¿Cómo estás? — Me pregunta.
— Bien ¿y tú? — Le pregunto.
— Bien ¿y a que se debe que me llames? — Me vuelve a preguntar.
— Por dios papá. — Me quejo.
— Que es la verdad. — Suspiro.
— Ok si pero era para ver si me llevabas con los chicos a casa de Livie. Claro, si no estás ocupado. — Le digo.
— Eh, ok paso en 20 minutos por tu casa. — Me responde.
— Ok y gracias. — Le digo.
— Si si ya. — Me cuelga.
Voy rápidamente a la bañera pero terminé regresando a mi cuarto porque no había llevado ropa. Cogí un pantalón jean corto y un suéter verde agua grande y claro ropa interior. Y salgo corriendo al baño. Me baño a tiempo normal y me visto. Ah, odio mi cabello. Lo agarró en una coleta alta y humedezco algunos rizos para tratar de mejorar la situación con este. Salgo del baño y vuelvo a mi habitación tirando la toalla en su lugar me hecho perfume, agarro unas vans y agarro mis cascos y los coloco en mi cuello. Bajo a la primera planta y busco a Shon para avisarle, lo encuentro en la puerta de la cocina que da con la parte trasera de la casa observando dónde están sus hermanos.
— ¿Todo bien? — Le pregunto. Y me coloco a su lado.
— Si, todo bien. — Me responde.
— ¿Seguro? — Le insisto.
— Si es solo que ellos no pasaron mucho tiempo con él y se que para ellos yo represento esa figura de seguridad, pues y nose aveces tengo miedo a fallarles a ellos y … a ella. — Me dice, el padre de Shon murió cuando los mellizos estaban apenas naciendo. Y desde ahí Shon se ha propuesto sacar a su familia adelante y que sus hermanos no vivan lo que él vivió, el casi se pierde en el mundo de la calle.
Flashbacks
Una yo de 7 años y caminando por los pasillos de la escuela acompañada de su primo, hermano y el rubio de ojos azules. Su hermano y su primo estaban acompañándome a mí y a Nicko a clases pero cuando estábamos a punto de llegar un chico un poco más grande que nosotros estaba molestando a un pequeño niño de cabello café el cual se veía asustado.
— Eh, ¿qué haces? — Le pregunto al pelinegro. Este era el que estaba molestando al niño de cabello cafe.
— No molesten y sigan caminando bobos. — Dice.
— Ah es Erick. — Escucho decir a Abdiel.
— ¿Y qué vas a hacer huerfanito? ¡AH! — Veo que le gritó el pelinegro.
— Deja de gritarle. — Le digo acercándome.
— Te dije que no te meterias tonta. — Me responde.
— Eh, deja a mi hermana. — Le responde Cesar. Poco a poco varios niños se juntaban a ver lo que pasaba. ¿Dónde están los maestros cuando se les necesita?