41- Una noticia Inesperada

Nos sentamos en un banco para refrescarnos, mirando la linda vista del amenecer, mientras corríamos pensé todo lo que sucedió y ya es tarde para un arrepentimiento. Empezaré desde cero, me enfocare en mi futuro en mi país natal, dejaré todo atrás se que soy un cobarde pero es lo mejor, valió la pena todos los momentos.

~Estoy cansado, nunca había corrido tanto ni siquiera en educación física, ¡de que sea flaco no significa que me mandes a correr Paolo! - se queja Alex y me rió, Bruno esta tanto en su mundo que me preocupa 

~Oye Bru, ¿que piensas tanto? - preguntó y Bruno me mira melancólico –recibí un mensaje de mi padre quiere que me vaya hoy mismo, no sé si estoy listo para enfrentarlo - responde y yo golpeó su espalda como apoyo

~Lo harás bien hermano, bueno entonces vamos - comenta Alex y nos paramos para irnos ya

Llegando a la casa nos recibe mi tía Angela feliz, me entró a bañar y pienso mientras cae el agua sobre mí, pienso si realmente quiero ir a mi empresa, deje a cargo a Iván que es mi mano derecha, no quiero más sorpresas después de ayer realmente no estoy listo, rodeó la toalla por mis piernas y me miró al espejo, realmente estoy con grandes ojeras en los ojos, no dormí muchos días y se que valdrá la pena no haber dormido. Salgo de la ducha y entra Bruno este luce tan antipático que me asusta 

~¡Hasta que por fin sales! No tengo paciencia en estos momentos, no tengo la menor idea de que debo hacer o decir – comenta quitándose la camiseta 

~Sólo di lo que sale de tu corazón y ya, lo que pasaste, con eso basta sé que lo vas a perdonar Bruno – digo y golpeó su espalda y me retiro del cuarto de baño 

Es fin de semana así que tengo libre, me siento en el comedor y veo a mis tíos y a Alex y su hermana pequeña Angie esta me sonríe abiertamente seguro ya sabe quien soy, mi tía me sirve una taza de café caliente y lo tomó despacio 

~¿Que piensa hacer hoy chicos? - pregunta mi tío Manuel poniendo dulce al pan, dejo mi taza en la mesa y miró a Alex este solo alza sus hombros 

~Bueno no hay nada que hacer, Bruno irá verá a su padre hoy y no tenemos nada que hacer, nos quedaremos en casa supongo - contestó y como de un bocado el pan tostado 

~Ya veo muchachos, hablaré con Bruno antes que se vaya seguro se siente perdido –dice Manuel y asentimos todos, mi tía Angela se sienta a mi lado y me hace girar la cabeza, la miró confundido. 

~Paolo tienes el labio herido, tus ojos están con unas ojeras enormes, luces muy pálido y cansado, pero primero dime que te pasó en labio y quiero una respuesta creíble – me regaña mi tía y yo rió luego suspiro ya que me hizo recordar a la niña de fragancia pastel

~Fue una pelea callejera, le estaban robando a una muchacha solitaria de noche decidí ayudarla y ponerlos en su lugar a los desgraciados –esto último lo digo entre dientes ya que recordarlo me hace poner los nervios de puntas, no fue así pero no quiero dar detalles y tampoco asustarle

~Ya veo hijo, todo un héroe 

Terminamos de desayunar y Bruno decidió ir de una vez, nos despedimos y volvimos a lo nuestro, me fui afuera a sentarme y reflexionar. Miraba el cielo y al sol en su máximo esplendor, era un bonito día. Siento unos pasos detrás de mí asiento y volteo a ver, era la pequeña Angie esta me mira tiernamente, se acerca más a mi y me sonríe

~¿Eres Paolito cierto? - pregunta y yo muevo mi cabeza como respuesta — ¿Puedo sentarme en tu regazo? - sin más la hago sentar en mis piernas - Paolito, ¿sabés que mi hermano es muy tonto? 

~Lo sé - contestó riéndome, ella ríe también – ¿Que hace tu hermano ahora mismo? 

~Esta haciendo su tarea siempre hace, a veces veo que tiene una calavera en sus libros y me asustó - hace un gesto que me parece muy tierno, le hago unas cosquillas y se empieza a reír fuertemente - ¡Basta tío Paolito, eres muy tormentoso - dice y yo paro, nuevamente me hace recordar a Greta, ella solía decirme tormentoso y en estos últimos días Paolito, pero que clase de diminutivo tan tonto. 

~Ve y llama a tu hermano, dile que quiero hablar con él - ella se va corriendo feliz. 

En que me metí no tenía planeado esto realmente, me frotó la cara con mis manos, estoy frustrado, por un lado la situación de mi familia, por el otro mi situación laboral y mis problemas personales más con lo amoroso que tan patético me volví, que idiotez Paolo.

¿Realmente estoy llegando a la adultez tan rápido?

~Me dijo un pajarito que quieres hablar conmigo, se te nota serio y con ganas de mandar a la mierda todo - Alex ríe al último y se sienta - ¿Que pasó? casi creó tu mala mentira 

~Me conoces Alex, que puedo decirte es una larga historia, mi tinta ya se está acabando, no tengo más ganas de nada nuevamente con el vacío por dentro - digo cerrando los ojos 

~ Vale, quiero decirte que no es nuevo eso, no estudio psicología sí medicina pero sabes que soy cómo uno, tengo todo el tiempo para escucharte hermano - rió sin ganas y pienso con que empezar 

~Tengo un mal presentimiento, sé que las cosas empeoraran en todos los sentidos, pero no confío en esa gente que lleva mi mismo apellido y que les hago llamar tíos. Por el otro lado me siento como un cobarde, me siento un completo idiota - cuento y bufo 

~Lo de idiota siempre lo tuviste eh - comenta burlón Alex y lo pegó - ¡Pero si es cierto hombre! que tú no quieras aceptar es otro cuento 

~Deje ir a la persona que me salvó de mis atormentos, sé que no soy bueno para nada, sé que no la haré feliz Alex, ella merece alguien que la quiera. Alguien que le haga saber que es una estrella hermosa pero ese alguien no soy yo - dejo escapar un fuerte suspiro, Alex asiente lentamente 

~Vaya, eres arquitecto y no sabés construir un futuro a su lado ¡pero que bárbaro! - echa una carcajada y lo miró mal

~Sigue burlandote de mí y te golpeó tu linda cara de niño bueno, lo estoy diciendo en serio hombre, ahora mismo está con alguien que la va a querer bien - digo melancólico y Alex se acerca hacia mí