CAPÍTULO 26

New York

1965

Anna

Dos semanas han pasado, podrían haber sido dos meses, pero los días han pasado demasiado lentos. Tal vez sea por el cambio repentino de país o solamente el clima.

Mario no confiaba en mí hasta hace dos días, según mi "nana" se fue a un campamento, pero vino actuando raro y me hablaba mucho, hasta jugaba conmigo.

Cosa que se me hizo muy raro; sin embargo, sólo sonreía y accedía a sus juegos.

Me informó que en el edificio del frente vivía su amigo Patrick, al escuchar el nombre una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo y sonreí de lado.

— ¿Puedes presentármelo? —pregunté.

— ¡Claro que sí! —contestó.

Ahora me encuentro afuera del apartamento de Patrick, con la vista fija en el suelo y mis manos temblando por los nervios.

— ¿Qué le digo?

—Tal vez un hola para empezar —dice alguien.

Levanto la mirada y observo a un niño, con el cabello alborotado y una linda sonrisa de oreja a oreja.

—Ho...hola, Patrick —balbuceo.

—Hola —dice—, ¿Qué te trae por acá?

—Pues —lo observo fijamente a los ojos—, quería conocer al amigo de Mario.

Patrick frunció el ceño y su mandíbula se tensó. Se hizo a un lado y permitió el acceso a su departamento.

Las paredes azules, las fotografías enormes cuelgan de la pared, el gran reloj que se lleva la máxima atención en el centro.

—Veo que te gusta.

— ¡Claro! — grito.

Un radio de color rojo y de tamaño mediano es encendido por Patrick, la música resuena en las cuatro paredes y ambos sonreímos.

— ¿De dónde salió esa música? No es de esta época, ¿Ese radio es moderno? —su dedo índice se posa en mis labios haciéndome callar al instante.

—No preguntes —sonríe—, sólo goza.

Hace una reverencia y me extiende su mano derecha.

— ¿Quisieras bailar con... —lo interrumpo.

—Ni preguntes —tomo su mano y ambos nos movemos al compás de la música.

Palabras confusas, obscenas y palabras mal dichas salen a través del radio. Una mezcla de dembow y bachata, que a esta época no es normal escucharla.

Es como si fuésemos un grupo de personas que han viajado a través del tiempo y su misión es conocerse entre ellos.