Tu y yo en la eternidad

Capítulo 8

Cuando ese día Alexia salía del trabajo Christian ya la estaba esperando. Los dos estaban inquietos, ella porque iba a contar su verdad y el porque ahora sabría el porque de la tristeza de ella. Se saludaron, el le abrió la puerta del auto y ella subió. Sin emitir palabras y pensativos llegaron a la casa de Alexia.

-Pasa Christian esta es la casa de mi amiga Leila y por ahora es mi hogar, es sencilla pero muy cálida.

-Es muy linda Alexia. Se nota que hay calor de hogar.

-Por favor siéntate en el sillón que voy a preparar café, eso es lo que tomas?

-si, café solo esta bien.

Prepara las bebidas, café para él y un té verde para ella. Cuando los lleva Christian está observando el departamento esperándola a ella.

-Acá tienes el café, espero que sea de tu agrado.

-Muchas gracias.

Ambos están sentados en sillones que están enfrentados. Alexia comienza a hablar.

-Primero que nada debo pedirte perdón por haberme ido de la manera que me fui. Pero tiene una explicación.

-Ya te he perdonado Alexia, me di cuenta que tu actitud tenía que tener una explicación.

-Si y la tiene. Solo necesito que me escuches hasta el final para poder entender mi situación.

-Adelante soy todo oídos, estoy muy interesado en saber.

-Para que comprendas bien voy a comenzar mi relato un poco antes de lo que me sucedió en estos dos años pasados. Mi familia se componía de cuatro, mis padres, mi hermana menor y yo. Ellos siempre viven pendientes de ella, de lo que hacía o no, de lo que necesitaba, ella era su hija preferida. Yo como podía vivía a la sombra de ella, mis padres me atendían pero como una obligación. Hasta que tuvimos la primer desgracia, en un asalto en un restaurante los ladrones le dispararon a mi hermana, murió camino al hospital. Mis padres cayeron en depresión y se olvidaron de que tenían otra hija. Me tenía que hacer todo yo misma para poder sobrevivir.

Christian escucha atentamente lo que está contando Alexia, por momentos se imagina a una adolescente falta de cariño y siente mucha compasión por ella, si pudiera la abrazaría pero no quiere interrumpir su historia.

-Unos años más tarde mis padres, como ya te conté, mueren en un accidente y tengo que ir a vivir con una tía. Alguien que no me quiso nunca y por eso mientras estuve con ella solo recibí maltratos. Un día me había pedido que le vaya a comprar algo que necesitaba, cuando volvía con la compra, un hombre que salió de la nada, me tomó del brazo y me puso algo en la boca, por lo que me desmaye. Cuando volví en si estaba encerrada en un sótano. Para no extenderme tanto solo puedo decirte que durante unos dos años este hombre me tuvo cautiva, me usaba para limpiarle la casa, hacerle la comida, lavar y planchar su ropa. Todas las noches me encerraba en el sótano. Un día él se fue y sin darse cuenta dejó el sótano abierto, lo que me dio la oportunidad de poder salir de la casa e irme. Fue cuando nos cruzamos por primera vez. Estaba muy desanimada y solo quería desaparecer de la tierra. Si, quería morir, ya que nunca le importe a nadie si me iba nadie me extrañaría.

Alexia no pudo continuar hablando porque esos recuerdos tan duros para ella, era algo que quería olvidar, sus ojos se llenaron de lágrimas. Christian no soporto verla así, se arrodilló frente a ella y trato de secar sus lágrimas, la abrazo y la dejó sacar su tristeza, le acariciaba el pelo para tratar de consolarla, en esos gestos quería darle el cariño que ella merecía y no había recibido.

-Por favor Alexia no llores. Déjame que te enseñe que mereces ser querida. Ayudarte a olvidar todo lo malo que pasó en tu vida hasta ahora y mostrarte que te pueden pasar cosas hermosas.

-No sigas Christian. No merezco ser ni querida ni cosas hermosas.

-Claro que lo mereces Alexia, como cualquier persona.

Su llanto se hace cada vez más desgarrador y Christian solo la contiene dejándola que saque todo. La acuna en sus brazos como si fuera una pequeña niña que busca solamente ser querida. Permanecen así hasta que el agotamiento hace que Alexia se duerma en brazos de Christian, que se queda mirando como su pecho sube y baja, se ve relajada ahora y él sin darse cuenta también se quedó dormido. 



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Editado: 13.10.2018

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