Tu, Yo, Nosotros.

Capítulo 5 (Libro perdido)

— Todo el tiempo es lo mismo Ed.

— No mamá, no me quieres hacer esto. Sabes muy bien cómo sucedieron las cosas ese día.

— Ed, ese día. — Dice mi madre mientras nos regaña a mí y a papá. — Fue hoy. ¡Dios mío!, si tan solo me hubiera dado cuenta en ese momento de lo sucedido no estaría pasando esto.

— No están grave, ¿Cierto? — Le pregunto a mi mamá mientras me encojo de hombros.

— ¿De verdad quieres hablar de la gravedad del asunto?

Mi madre solo está exagerando, no es tan grave, solo estábamos jugando, más bien mi padre y yo solo corríamos, haciendo ejercicio, cuando de pronto a mi madre se le ocurre aparecer. Mi papá piensa que es buena idea jugar con el agua en ese momento, entonces solo abre la manguera del patio trasero y nos empieza a mojar.

Todo iba bien hasta ese momento, y se nos ocurre entrar a los tres con los zapatos mojados.

Mi papá se resbala y rompe un jarrón, aunque eso no fue lo peor, si no que, mi madre 5 minutos después se resbalo rumbo a su habitación y bueno…

Rompió el cuadro de mis abuelos. Uno que ellos mismos se habían mandado a hacer y en un precio muy elevado para ser verdad.

— Mamá, nosotros no lo rompi…

— Si a ustedes no se les hubiera ocurrido mojarme entonces esto no hubiera sucedido.

— Les voy a decir a mis padres que lo mande a arreglar porque ya estaba muy viejo, eso mientras se vuelve a mandar a hacer. — Dice mi padre, que se levanta del sillón de la sala y camina hacia el despacho.

Actúa irritado, enojado y un poco desesperado, como si no quisiera seguir platicando con ninguna de las dos sobre cualquier tema, no solo del accidente. Presiento que algo lo esta molestando o enojando realmente.

Antes de sentarnos en la sala todos nos metimos a bañar y nos arreglamos para estar un poco más decentes, para después tratar de resolver el problema.

— Estás castigada, nada de salidas hasta que regreses a la escuela, al único lugar que puedes ir es al bufete.

— Mamá, tu sabes que es ilógico, no fue mi idea echarte agua y tampoco fue mi idea caminar mojada dentro de la casa, los únicos que rompieron cosas son tú y papá, y yo soy la que tiene que recibir el castigo.

— Es una orden Edlynne, no te pregunte si estabas de acuerdo con tu castigo, porque en realidad no es por lo que acaba de pasar.

— ¿Entonces por qué es?

— En la cena de ayer, hablaste de más y lo sabes, además de que no bajaste a despedirte, tu padre me dijo que esto era lo mejor.

— Me disculpe por mi mal comportamiento en ese momento.

— Bajaste la mirada. Los Limanture nunca bajan la mirada ante un socio, nunca piden disculpas delante de alguien más débil.

— Lamento mi comportamiento esa noche,

Mi madre se levanta y sus tacones empiezan a resonar por la estancia.

Las paredes en esta parte de la casa son más altas, hace que todo se vea más alto, que parezca que las cosas te juzgan y que cualquier cosa que hagas se escuchará fuerte y claro a cualquier otra parte de la casa.

— Te vimos Edlynne, por las cámaras.

— ¿Qué es lo que se supone que vieron? — Contesto a la defensiva, no me gusta que me critiquen por mis comportamientos.

<No hagas cosas buenas que parezcan malas>

— Tu padre y yo vimos por las cámaras, como entrabas al despacho, revisabas algunos documentos y luego salías para dirigirte a tu habitación.

— Los Brown no me dan la confianza suficiente.

— No te pedí tu opinión sobre los Brown, quiero saber, ¿Por qué revisabas los documentos?

Los Brown.

No me generan confianza.

Su forma de hablar, vestirse actuar, no es la mejor, se que son amigos de la familia desde hace años, pero simplemente hay algo que no cuadra, el hijo mayor me quería amenazar en la noche, para que dejará que nuestros padres firmaran sin que nada se interpusiera. Aunque al final fui yo la que termino amenazándolo. Fue porque actúe por impulsos, hay algo que me dice que nos harán daño. Además, después de tantos años que el señor Brown llegue como si conociera demasiado bien la ciudad es extraño.

Si acabas de llegar no pensarías en firmar un contrato tan rápido, o eso creo, porque después de ver que mi papá firmo tan rápido un contrato, no sé qué sea lo correcto.

— Quería saber si firmaron ese contrato. — Me levanto yo también. — Cuando me di cuenta de que si lo habían hecho me regresé a mi habitación. No pensé que papá firmará tan rápido contratos, además, de ahora en adelante me tengo que meter a los temas del bufete, si lo quiero seguir manejando tan bien como mi padre.

— ¿Nil estuvo en tu habitación?

— No, estuvo en mi parte de la casa.

— La biblioteca. — Mi madre se quedo pensativa por un rato hasta que entonces pregunto. — ¿De dónde se conocen? Creo que escuche que ya lo hacían en la cena.



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En el texto hay: amor, dinero y poder, dinero y lujos

Editado: 23.11.2021

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