Tu, Yo, Nosotros.

Capítulo 6 (Pula)

Los pequeños errores de una persona, pueden ser grandes para los demás. Lo aprendí después de que me di cuenta de la situación de Richard, que sus padres se estén divorciando, después de gritarse por años, comprendo que es muy difícil para él.

Cuando desperté ya no estaba Richard en la cama. Había una nota en el buro, escrito en una servilleta.

“Niña me tengo que ir, voy a ayudar a mi padre para que se vaya de la casa, una ironía ¿No? Es como correr a mi padre de mi casa, pero como sea, te quiero y cuídate.

P.D. Después me puedes presentar al chico de ayer. Muac.”

El chico de ayer… Nil Brown.

Necesito ir a recoger el libro, que se supone que dejo aquí, ayer lo vi. Me lo trajo completamente nuevo, o eso creo pues no lo vi muy bien.

Me meto a bañar, para arreglarme completamente y así irme al bufete con mi padre. No me desagrada la idea, porque una vez es super divertido, pero ir diario es aburrido.

<En un futuro no tendrás que ir solo por un castigo, esto será parte de tu vida.>

— Señorita Edlynne. — Entra Martha a mi habitación. — Su padre solo la espera una hora más.

— ¿Le puede decir que solo me falta arreglarme?

— O sea que te falta todo. — Dice mi madre entrando a la habitación. — Te tenías que parar más temprano Ed, tu padre se va a enojar.

Martha sale de la habitación. Mi madre me continúa regañando un poco, mientras me empiezo a poner mi ropa interior debajo de la bata gris que tengo puesta ya.

— Solo apúrate, ¿Quieres? Tu padre ya necesita estar en el despacho.

— Si, mamá. — Le digo con tono quejumbroso. — ¿Por qué tenemos que ir tan temprano? —Las dos estamos en el clóset de mi habitación “buscando” lo que me voy a poner.

El clóset tiene demasiada ropa, pero toda esta organizada en orden; formal, casual, para fiestas y para estar en casa. Mi madre directamente se va para la ropa formal, agarrando una camisa blanca, un abrigo en tono nude de Louis Vuitton y un pantalón negro.

— Eso está bien, pero tengo 17 no 40 o 10, en caso de que pienses que no tengo la suficiente edad para escoger lo que me voy a poner.

Mi madre me ignora y sale del clóset. Agarro unos tacones negros y unos jeans negros más cómodos que los pantalones que había escogido mi madre.

— Tu padre tiene una reunión, tu solo te vas a sentar y observarás, tienes que ir formal por eso, aunque pienses que ir formal es ser una señora de 40 años.

— Te propongo un trato.

— Yo no hago tratos, Edlynne.

Que difícil se vuelve cuando quiere, mi madre es de las personas demasiado tercas y enojonas.

— Bueno no es un trato, es más como algo en lo que yo tengo la razón y tu no.

Me mira. — ¿Cuál es tu trato? — La última palabra la dice haciendo comillas con los dedos.

— Me coloco la camisa que escogiste, el abrigo que escogiste, los tacones negros que escogí y el pantalón que yo también escogí, así no me veo informal, pero tampoco parezco una señora de 40 años.

— Haz lo que quieras. Solo apúrate.

Con eso sale de la habitación y yo me visto como quiero.

Bajo buscando el libro, no es nuevo, pero está muy bien cuidado. Subo de nuevo a dejarlo en mi habitación, pero cuando lo estoy abriendo hay una nota.

El libro es mío, tiene notas importantes que me encantaría que fueras leyendo, en cuanto lo termines me avisas para poder darte un nuevo, por ahora confórmate con ese. NB.

Wow, realmente le gusta leer.

 

*****

 

— Edlynne, ¿Estás feliz?

— No, estoy aburrida, pero bueno. Hoy es el mes de lleva a tu hijo al trabajo ¿No? — Le pregunto a mi padre con ironía.

Estamos ya de camino al bufete, viene manejando el chofer de mi padre, nosotros nos encontramos en los asientos traseros.

— Más bien las vacaciones de lleva a tu hijo al trabajo.

— Jajaja. — Le contesto sarcásticamente.

— Oye, no fue mi idea, fue de tu madre. Nos vamos a divertir.

— ¿Te diviertes trabajando?

— Me gusta lo que hago.

Eso no fue lo que yo le pregunte.

Ambos volteamos a ver la ventana respectivamente.

¿Existe una diferencia entre gustar y divertirse en el ámbito laboral?

Estoy segura que a mi padre le encanta su trabajo, le gusta. Pero no le divierte.

— Edlynne, uno no va al trabajo a divertirse, va a trabajar. Si te gusta lo que haces lo harás con una sonrisa, si no te gusta lo harás de todas maneras, pero enojado y refunfuñando, te saldrá mal y lo repetirás hasta el cansancio sin tener una sonrisa en el rostro. — Comienza mi padre a decirme. — ¿Me entiendes o no? Simplemente hay que aceptar lo que te toco vivir.



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En el texto hay: amor, dinero y poder, dinero y lujos

Editado: 23.11.2021

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