Caminaban hasta la puerta de azul celeste, Jimin cabizbajo y el otro niño pensativo, hasta que llegaron a su destino: el baño.
— Respóndeme algo, porque lo que dijiste anteriormente me creó una duda. ¿Te gustan los hombres? —preguntó con un tono áspero y Jimin quiso retroceder en el tiempo para poder haberle dicho algo coherente; pero este sólo era un deseo que no se haría realidad.
— Lo siento —dijo casi inaudible y asintió con la cabeza mientras llevaba sus manos temblorosas al interior de los bolsillos de su traje de baño—. Puedes entrar primero —levantó su mirada para encarar al otro niño y sintió su corazón palpitar con mucha fuerza dentro de su pecho.
Jimin nunca se había sentido tan agitado ante la presencia de otro chico; pero su mirada penetrante y su ceja alzada lo hacían sentir así.
El otro niño abrió la puerta suavemente, como si en el proceso esperase escuchar algo más salir de los labios de Jimin; pero para sorpresa de ambos, vieron “algo” dentro de aquéllas cuatro paredes que los dejaron boquiabiertos.
«¡Dos jóvenes estaban besándose!»
Esto era desconcertante para el chico de cabellos verdes, mientras que para el rubio lo más desconcertante fue ser alado por la muñeca bruscamente hasta quedar frente a frente al otro niño.
«Sus ojos se conectaron: unos color miel contra unos gatunos.»
— ¿Qué... qué pasa? —preguntó Jimin torpemente, no muy seguro de qué era lo que debía hacer o decir ante el extraño actuar del otro niño.
Pero sin ninguna advertencia, el chico se acercó más y presionó sus fríos labios contra la boca abierta de Jimin, que ensanchó sus ojos y se quedó quieto con sus labios presionados descuidadamente contra los del otro niño, el que se apartó después de unos breves tres segundos.
«Se miraron a los ojos nuevamente.»
— ¿Entonces, a ti si te gustan los hombres? —preguntó Jimin con una ligera sonrisa, pensando en que había encontrado el “amor de su vida”.
«Cosas de niños.»
— ¿A mí? —preguntó el niño y luego agitó su cabeza—. No, no soy un desviado ni nada.
— Pero... —arrastró Jimin y frunció el ceño—. Pero... me besaste —logró decir finalmente.
El otro chico volvió a acercarce para darle otro delicado beso en los labios y se echó a reír cuando se apartó.
— Tienes razón, entonces sí me gustan. Me llamo Yoongi.
— Yo soy Jimin.
— Tus labios son suaves, Jimin.
— Los tuyos son fríos.
— ¡Oigan, par de mocosos! —dijo uno de los jóvenes que estaban dentro del baño—. No deberían imitar lo que ven —se dirigió junto a su pareja hacia los chicos y le dio un sopapo a cada uno.
Jimin y Yoongi acariciaron sus cabezas.
— ¿Quién dijo que los imitamos, par de gigantes sin cerebro? —le replicó Yoongi.
— ¿Cómo? —preguntó el más alto de los jóvenes.
— Me tengo que ir Jimin —expresó dejando un casto beso en su mejilla — Espero volverte a encontrar.
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🖇️Hola. Buenos días, tardes o noches, según del país que seas y la hora en que estés leyendo este fanfic. Gracias por dedicarme un pedacito de tu preciado tiempo. 🖇️
🐾Este y el capítulo anterior cuentan cómo se conocieron Jiminie y Suga cuando niños. ¿Fue interesante no? Deseo que así fuere. 🐾 [🌟]