Tú + Yo = Nosotros [yoonmin]

10. Te amo.

La graduación.
La fiesta de compromiso.
Las navidades.
Los fin de año.
Los aniversarios.
Todos esos momentos Min Yoon Gi y Park Ji Min lo atesoraban y lo guardaban en sus corazones como un lindo recuerdo.

Ahora trabajaban juntos, ya no sólo eran compañeros de vida. Tenían nuevos amigos, unos geniales y maravillosos amigos; pero que ellos consideraban sus hermanos.

«No deseaban nada más.»

— Hyungie, ayúdame por favor, no sé que debería regalarle.

— Jiminie, él es tu novio, no el mío. Tú deberías saber qué regalarle en su fiesta de cumpleaño. Llevas siete años haciendo lo mismo y da gracias que Yoongi hyeong no se ha enterado.

— Tienes razón —revolvió su ahora cabello color rosa—. En el 2014 fueron mis padres y en el 2015 fue Hana; en el 2016 me ayudó Seokjinie hyeong; en el 2017 me acompañó de muy buena gana a diferencia de ti, Jungkookie; al año siguiente arrastré hasta las tiendas a Namjoonie hyeong y el año pasado Hoseokie hyeong me fue de mucha ayuda. Ahora te toca a ti. Taehyungie por favor.

— Es que, igual que a ti y a diferencia del resto: a mí no se me ocurre nada. Aunque —se quedó pensativo—. Creo que tengo una mejor idea —le dijo con mirada pícara.

— No me gusta como me miras —comentó escrudiñendo a su mejor amigo con la mirada intentando descubrir lo que su mente había acabado de idear, después de haber afirmado que no se le ocurría nada.

— Ya verás que te va a gustar, y al él también —se acercó y le habló al oído con perspicacia.

Un rojo intenso ascendió rápidamente por el cuello de Jimin hasta llegar al límite de su frente y sentirse un “plaf”, su termómetro interior había explotado y comenzó a salirle humitos por las orejas (típico de un anime).

— ¡Tae! —se exaltó y apartó rápido.

Su amigo le tocó las orejas.

— Wow, Jiminie se te está quemando el cerebro, tus orejas están que arden.

— Es tu culpa —dijo cubriéndose la cara.

— ¿Mi culpa? Será de Yoongi y tu mente pervertida.

— Pervertido fue lo que acabaste de decirme, jamás imaginé que me dirías algo así.

— Bueno, tú decides, la hora de la fiesta se está acercando.

— Eres increíble Kim Tae Hyung.

— Lo sé —reafirmó—. Ahora regresemos.

«Sonrieron.
Definitivamente eran mejores amigos.»

Después de todo, fue una noche divertida entre bromas, regalos, tímidos besos, emborrachaderas, risotadas, cuentos y abrazos.

«Era 9 de marzo del año 2020.»

Yoongi cumplía 27 años de edad, Jimin tenía 24 y en cada cumpleaño nunca sabía qué regalarle a su novio, o mejor dicho, su prometido.

«Jimin le había pedido matrimonio a Yoongi.»

Ya tenían fecha para la boda: 13 de octubre del mismo año, viajarían y se casarían en un país entranjero porque en el suyo ese tipo de relación no estaba permitida.
Optaron por un país tropical, el que una vez les gustó visitar y ya para ese año se había aprobado una ley de que no había distinción de sexo para el que quisiera formalizar matrimonio.

«Estaban ansiosos.»

— ¿Amor, puedo saber por qué tienes esa cara de naranja agria? —preguntó Jimin, aunque sabía muy bien la respuesta.

Yoongi salía de baño, siempre se bañaban juntos pero por alguna razón ese día no lo hicieron.
Los invitados ya se habían ido y después que organizaron todo y limpiaron Yoongi decidió bañarse y acostarse a dormir.

— ¿Amor?

Suga seguía sin hablarle, por lo que Jimin no insistió y se metió en el baño.
Cuando salió se encontró a su chico aún con la toalla en las caderas y sentado en la cama acariciando su cabeza, como si llevara minutos preguntándose algo y no encontraba la respuesta.

— Jimin, voy a salir un rato —habló finalmente.

— ¿A salir? ¿Jimin? Cuando me llamas por mi nombre es porque estás molesto conmigo. ¿Puedes decirme qué fue lo que hice?

— ¿Lo que hiciste? Más bien es al revés, lo que no hiciste. ¿Acaso, se te olvidó? Si se te olvidó dímelo por favor, no voy a enfadarme; pero necesito saberlo.

— Ya pareces enfadado Yoongi. Ahora responde: qué fue, lo que “no” hice.

— No me diste mi regalo de cumpleaño.

«Efectivamente se trataba de eso.»
 

Jimin comenzó a reírse a carcajadas.

— Ay, perdóname amor, no me río por lo que dijiste, sino, porque es la primera vez que te veo haciendo un puchero, y te ves muy mono. Eres una ternurita.

Yoongi se levantó de la cama más que enojado.

— Te odio.

— Me amas. 

— Da igual. 

— Es lo mismo. 

— Me voy. 

— ¿Sin saber cuál es tu regalo de cumpleaño? ¿Y de paso, a dónde vas envuelto en una toalla, a la sala, o a la cocina a tomar agua?

— Y encima te burlas. ¿A ver, qué tontería me compraste hoy?

— Tú amas esas tonterías —refutó—. Pero esta vez no te compré nada, porque tu regalo: soy yo —dijo dejando caer la toalla que lo cubría.

— Demasiado tarde, ya me arrepentí y no quiero regalo —abrió la puerta y salió.

— Bueno —recogió la talla.

— ¿Qué bueno ni qué nada? —dijo Yoongi entrando como un huracán y lanzando a Jimin a la cama para luego seguirlo.

— ¿Yoongi? —preguntó Jimin desconcertado— ¿Qué acaso ya no querías tu regalo?

— Mi hermoso y lindo regalo que se mueve y habla, ni yo mismo me creí lo que dije, por qué tú sí.

— Lo dijiste muy serio.

— Tontito —dijo y sin más cháchara lo besó.

Se iniciaba otra fiesta, una en la que sus cuerpos se unían acaloradamente y sus manos iniciaban una aventura sin fin; una fiesta donde sus besos eran voraces y fogozos, y el éxtasis hacía un oasis en sus corazones.

Esos eran los momentos más apacibles, en los que se volvían uno: entre roces, gemidos, besos, placer, deseo y entre palabras de amor.



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En el texto hay: yoonmin, boylove, btsfanfic

Editado: 25.04.2021

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