Tú, Yo y los Besos

45-Azul

— Desde hace mucho tiempo quería ir, imagínate, coger este bus lo vi algo así como una señal del destino —dice justificándose cuando finalmente creyó conveniente levantarse...

¡¡Y sí!! ¡¡Tardó justo 100 años!!

— ¿A dónde? —pone cara de confundido; intenta esquivar mi pregunta —¿a dónde quieres ir, Mateo? —la voz me tiembla de la rabia

— A ese lugar, a la última parada —dice un poco incómodo

¡¡Se lo está inventado!!

— ¿Que se llama...?

Piensa un momento su respuesta, la verdad apuesto mi dote, si tuviera, a que no tiene ni idea.

Cada vez me cabreo más, esto de dar el brazo a torcer no es lo mío ¡¡y hoy he cedido demasiado!!

—Es una sorpresa… —responde

Sí, sin dudas no sabe

Ay ¿a qué juega?

***

— Mateo, esa…era…la… última… guagua —digo resoplando, soltando una a una las palabras antes de explotar de a una en un chillido —¡¡la próxima no sale hasta las 5 de la mañana!!

— ¡¡Me asustas!!!… —me dice con exagerada cara de horror —¿buscamos un exorcista?

Mira alrededor con cierta mueca de asco mientras añade

— Este pueblo tiene pinta de tener alguno —el brillo de sus ojos me dice que no me va a agradar lo que me dirá —¡¡quizá y hasta todo haya sido parte del destino para tu liberación!!

—Ja, ¿en serio, Mati? Si piensas que haciéndote el graciosillo te libras de ésta, vas bien visto.

En este momento creo que hasta Medusa saldría corriendo ante mi mirada, si no estuviera tan cabreada con él por ser un irresponsable y conmigo por la fiesta que se me ha montado dentro al saberlo lejos de las gar… las manos de Laura; hasta podría hacer una reverencia por mi súper gesto.

Se muerde nervioso el labio inferior y me mira vacilante mientras intenta otra carta para convencerme

— Anda, vamos… no quería decirte para no presionarte pero… —baja la cabeza —la verdad… es mi cumpleaños…

¡¡Es su cumpleaños!! ¡¡Y me está haciendo pucheros!! Se ve tan tierno…

Me pongo eufórica, de pronto quiero darle todos los favores; me alegra ser yo quien haga de este día especial y no...

Mis averiguaciones se posponen, ahora queda celebrar.

Su mirada de triunfo no se hace esperar al notar mi sonrisa; sí, me tiene en el bolsillo.

Tomo su mano sin dudarlo arrastrándolo en dirección a donde los letreros señalan que está el centro del pueblo.

— ¡¡Venga, Mateo!! ¡¡Esto hay que celebrarlo por todo lo alto!!

Escucho su risa ahogada mientras corre detrás de mí siguiéndome el juego.

Nos paramos al borde de lo que parece una especie de feria, por todos lados hay timbiriches vendiendo de todo tipo de cosas.

Varias tarimas con diferentes atracciones se dispersan hasta más allá de donde alcanza mi vista.

Vivos colores, inmensos payasos e incluso personas disfrazadas de personajes de cuentos te invitan a creer que todo es un sueño

Niños, jóvenes, adultos, ¡¡hasta ancianos!! pasean por todos lados ya sea en pareja o en familia llenando de risas y conversaciones cómplices todas las esquinas…

Nadie está solo, nadie está triste; es como un mundo mágico donde se cumplen todos los deseos.

Me giro para ver a Mateo y sí, él se ha quedado impactado tanto o más que yo por la energía que desprende este lugar de ensueño.

—Hey —lo llamo para acaparar su atención —pide un deseo… hoy soy la dama de los sueños así que por ser tu cumpleaños te concederé un deseo…

Se me queda viendo mientras una sonrisa nostálgica pinta sus ojos; estoy decidida a comprarle el cielo si es necesario para que se crea la persona más importante del universo…

—Otra persona… —me disloca por un momento su respuesta —quisiera ser por una noche otra persona, una sin límites, ni marcas, ni pasado, totalmente libre para disfrutar el momento.

Se me llenan los ojos de lágrimas al pensar que él no se quiere lo suficiente como para sentirse merecedor de tantos nuevos comienzos como sean necesarios.

Me muerdo la lengua para no soltarle un sermón ni echarme a llorar así que solo asiento antes de animarle…

—Okey, entonces hoy seremos… Pancrasia y Diosdado… ¿o Catwoman y Batman??

— Jajajaja, no, sólo seremos dos chicos enamorados de la vida y del momento, ¿cómo era eso que decías? ¿“Saborear los segundos”? Hagamos eso, disfrutemos los segundos por esta noche como si fueran otras almas viviendo nuestros cuerpos —Su sonrisa ladeada me alerta que está planeando soltarme una bomba —Yo, por mi parte te concederé tu deseo a Santa por adelantado —continúa con ese extraño brillo juguetón en sus ojos y su pose de chico engreído alias Rey Mono —Dejaré que finjas que soy tu novio —Me dice con descaro —así podrás tirarte un plante delante de todos estos extraños; pero ojo, nada de besos, ¡¡que luego no tendrías forma de pagarlos!! Puedes decirme cariño, amor, mi rey lo que sea que siempre has soñado… Anda, ¡que por esta noche puedes hacer de cuenta que tu amor platónico se te hizo realidad! ¿No es genial?

Se está burlando de mí el muy maldito; su sonrisilla de suficiencia lo delata. Ay bendito engreído. Hasta se me olvida que es su cumpleaños.

—Tú, ¡¡Rey mono!! ¡¡Sería yo quien te hiciera un favor si me hiciera pasar por tu novia!! —le grito mientras lo golpeo una y otra vez con mi bolso como una loca

Total, nadie me conoce ni recordará…

Se ríe mientras protege su cabeza con sus brazos hasta que, en menos de medio segundo, me envuelve fuerte con ellos atrapándome en un inmovilizador abrazo

— Es broma, gatúbela, tranquila —me dice y besa mi frente —ya sé que sería yo el afortunado… solo hagamos eso, eh, ser otros que se atreven a hacer todo aquello que no se permiten Azul y Mateo. De paso déjame coger tu mano, pero solo por seguridad, para que no te moleste ningún extraño… ¿Por qué tuviste que ponerte tan linda para impresionar al estúpido ese de Jason?

—Adán —le corrijo

—Como sea —termina enfurruñado

Escuchar que me encuentra “linda” junto a la posibilidad de que esté celoso hace que deje de forcejear por fuera para que mi corazón se vuelva frenético por dentro.




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