-¡Hey espera!
-¿Qué te traes niña torpe?- Arquea una ceja mientras se reposa en una pared.
-Si te das cuenta, traigo muletas y al paso que vas no puedo alcanzarte.
-Al menos caminas- Indica él mirando su móvil.
-Qué buen chiste.
-No lo era- Suspira fuerte.
-Necesitamos hablar- Pongo autoridad en mi voz.
-¿Nosotros? ¿De qué?- Pregunta él mientras toma otra pose.
-Somos pareja o ¿Se te olvidó?- Le indicó entrecerrando los ojos.
-¿Pareja? ¿Nosotros?- Se lleva una mano a su boca para bostezar –Ah, sí, para entregar el trabajo- Mira hacia abajo y ve mi venda- Pero no estuve en clase, tendrías que adelantarme.
-Bien- Asiento con la cabeza –Vamos.
-¿A dónde me llevarás?
-La biblioteca.
-¿La biblioteca no queda por allí?- Apunta hacía un lado con la mano.
-Vamos- Replico.
Después de unos segundos me sigue -¿La princesa desea ser cargada?
-Así estoy bien.
-Estas escaleras son muy largas- Indica él siguiéndome por detrás y con una mano en mi cadera -¿Cómo las vas a subir?
-Subiéndolas- Y quito de golpe su mano.
Él se adelanta un escalón y me toma de un brazo, con el otro aparta las muletas y luego lleva ambas manos a mi cadera y me alza un poco y con la otra toma las dos muletas y me sube.
-Te dije que estaba bien- Le indico mientras abro la puerta de la biblioteca.
-Un gracias estaría mejor- Y me ayuda a abrir la puerta.
-Gracias- Y ruedo mis ojos y veo como se le forma una gran sonrisa en el rostro.
-No te quieras hacer el listo conmigo- Pongo mi dedo índice sobre su frente y lo retiro.
-¿Qué es un beso?
-Es muchas cosas y no entenderías.
-Bueno, explica entonces.
-Estamos estudiando no hablando de filosofía- Me llevo un mechón hacía la oreja –Presta atención.
-Okey- Toma un libro grande y me hace “Coquitos” sobre este.
-Ya se hizo de noche, llama a tu amiga para que te recoja.
-Ya lo hice- Le digo mientras termino de leer un libro.
-Adelantamos mucho- Dice él mirando hacía un lado.
-Es bueno.
-Eres inteligente- Le digo mientras guardo mis cosas.
-He vivido mucho- Arquea una ceja.
-Oye… Antes de que Jane venga por mí, quería hablar contigo de lo de anoche.
Él levanta ambas cejas y luego frunce el ceño.
-¿Qué pasó anoche?
-¿Tú eras uno de los tipos? O... ¿El que llamó a mi padre?
-¿Estas relacionando esto con el accidente de tu pierna?- Él mueve mi silla y me entrega mis muletas.
-¿Querías matarme?
Alessandro abre su boca y luego deja escapar algunas carcajadas -¿Estás loca?
-Sería lo normal ¿No? A eso viniste o me equivoco.
-No, no te equivocas- Me responde y me llevo una mano a mi frente – Sé que tienes muchos enemigos, pero él único que sabe de tu existencia soy yo.
-¿Cómo tú?
-Sé que eres la princesa perdida- Hace una pausa larga-Y también sé que eres el…-Calla y entrelaza sus manos.
-¿Soy qué?
-Entiendo que eres una bruja- Me interrumpe de prisa –Además de ser la princesa e hija de unos traidores- Se acomoda más en su puesto –A mí me mandaron a encontrarte porque en estos últimos 100 años he matado… Unas cuantas- Y se lleva su mano a la boca.
-Qué crudo- Le digo estremeciéndome en el puesto.
-Cuando te vi, algo pasó y sabes bien de lo que hablo, así que opte por no hacerte daño y mentí a mi familia.
-Estoy segura que el de anoche eras tú.
-Veo que el golpe te dejó alucinando- Se para de inmediato y me saca de mi silla.
-¿Por qué no me matas ahora? Estamos solos.
-Yo te haría cualquier otra cosa menos eso.
-¿Por qué? Si crees que mis padres traicionaron la familia, tú también lo estás haciendo- Mi vos se oye tremulosa.
-En serio estás mal nena- Toma de nuevo mis muletas, me carga y bajamos por las escaleras.
Al llegar, él me suelta y pide sentarme pero le niego con mi cabeza.
-Tuvimos un clip- Le digo en medio del sombrío silencio.
De nuevo nos cubre el silencio y el frío de su cuerpo se vuelve abrigo para ambos cuerpos, mi respiración es fuerte, sus manos en mis caderas aseguran protección y veo sus ojos tornarse de rosa.
-¿Dónde estabas anoche? Cuando te paso todo esto- Él decide romper el abrumo silencio.
Le menciono la calle casi susurrando y callo cuando sus labios posan sobre los míos, suelto mi labio inferior y ladeo un poco la cabeza, sus labios siguen intactos, permaneciendo en mi roja mejilla.
-Me alegro que el daño no haya pasado a mayores- Sus labios siguen rozando mi mejilla.
-No deberías preocuparte por mí.
-Pero lo hago- Suelta un pequeño y frío suspiro- Y es lo que me importa.
-No te creo- Mi respiración se agita.
-La luna no empareja dos veces, es lo que puedo decir a una defensa- Alessandro baja la mirada y lleva su nariz a mi cuello.
-Ho…la- Somos interrumpidos por Jane, ladeando su cabeza y llevando su mano al cabello.
Me estremezco fuerte y me suelto con gran torpeza que caigo pero la audacia de Alessandro me sostiene de nuevo y suelta un pequeño jadeo.
-Ay linda, no te me caigas- Jane toma de mi brazo y le ayuda a Alessandro a levantarme- Gracias por esperar, vamos linda te llevo en el auto.
-Sé que estaban en un momento comprometedor pero… ¿Pudiste sacarle información?
-Lo negó todo- Le digo mirando la mirada de Seb través del retrovisor.