Cita a ciegas.

Las luces del lugar lo cegaron, el brillo de los flash sobre su rostro le incomodaban, RM, Jin, JHope, V, Jimin y Suga entraron saludando haciendo señas con las manos, Jungkook los seguía intentando sonreír de la misma manera, Taehyung se colgó de su cuello y lo llevó hasta la entrada.

La música sonaba fuerte la banda era recibida entre aplausos y gritos, las fanáticas se desvivían, lloraban y gritaban, los chicos se acercaban, sonreían y posaban para las fotos, sabían cómo hacerlo la experiencia era bastante, así continuaron hasta llegar a su mesa privada en la parte posterior donde no podían ser molestados por nadie, un gran gabinete de piel color carmín que rodeaba una mesa de color negro en donde ya se habían colocado varías bebidas.

Jungkook buscaba con la mirada por entre los demás balcones cuando la vio, la chica le sonrió al reconocerlo desde el otro lado mientras mordía con sensualidad la pajilla de su copa la cual levantó hacia él. El chico dio un paso atrás hasta las escaleras, sabía lo que tenía que hacer, caminaba a solas por un estrecho pasillo oscuro, las únicas luces que alcanzaban a alumbrar el lugar provenían de la pista al centro. Cuando llegó del otro lado, un gran hombre de traje negro se acercó antes de dejarlo pasar.

—Viene por mi, ¿qué no te avisaron? — dijo la chica al gran guarura, entregándole la copa vacía — vete Gong déjame a solas con él no me sigas, si quieres habla a la agencia todo está preparado iré a bailar con Jung-Kook y quizás llegue tarde a casa o podría no llegar hasta mañana, avísale a quien tengas que hacerlo apagaré el móvil.  — Arrojó el celular a la bolsa.

Jungkook esperaba a que terminara de dar las órdenes, esperaba que no fuera así de mandona con él o no la pasarían tan bien como ella ya lo tenía planeado.

—¡Jung Ye–Rin que gusto verte! — la saludo atento.

—Vamos Kookie deja las formalidades a un lado, — lo tomó de la mano para alejarse de su guardaespaldas, — esta noche vengo con ganas de disfrutar, me dijeron que sabes cómo hacerlo. — le sonrió con coquetería.

—Quizás te hayan mal informado.

—Por favor te he visto, eres un chico muy lindo muéstrame un poco de eso y llévame a la pista de baile que se de sobra lo buen bailarín que eres. — le acarició la mejilla.

—Si eso es lo que quieres entonces vamos. — Se alejó de la caricia tomándole la mano.

Bajaron hasta la pista en donde la gente se arremolinaba, los miembros de la banda bailaban atrayendo las miradas pero fue la pareja quien más llamó la atención cuando los vieron llegar. De inmediato los click comenzaron a sonar, los rumores y los brillos de las cámaras.

YeRin sonreía posando hasta que sintió entre sus dedos la mano de Jungkook que la forzaba a volver la mirada a él. Comenzó a sonar una canción lenta y la pista se despejó dejando solo a las parejas que se acercaban. La chica pasó los brazos por sobre el cuello de su compañero y ambos comenzaron a seguir el ritmo lento de la melodía.

—Relájate Kookie se trata de divertirnos. — Se recostó en su pecho.

—Prefiero que tú no me llames así, es decir a penas me conocer no deberías tener tanta confianza.

—Confió en ti. — levantó el rostro para mirarlo a los ojos —. Sabes contigo son tres chicos con los que tengo citas arregladas y de todos eres tú quien más respetuoso se ha portado, los otros dos para este momento ya tendrían las manos sobre mi trasero y sus labios entre los míos como si fuera yo una chica de fácil acceso, pero tú pareces distinto, 
me agrada bastante que seas así, vales la pena y me gustaría conocerte mejor después de esto, crees que podamos salir algún día a solas.

—En verdad piensas que podemos salir a solas sin que alguien nos persiga, mira todo esto, ellos están aquí por nosotros — señaló a los mirones que aunque parecían gente normal, sabía que eran paparazzis —quieren ver que sucederá, esperan que me acerque, que les de una señal de lo que somos, salir a solas es una tontería.

—Podemos intentarlo, ¿tienes mi número o te lo doy?, déjalo, conseguiré el tuyo fácilmente.

—Lo ves, que sencillo es que entre nosotros nos contactemos y todo por qué ellos así lo quieren, tendrás mi número pero no prometo responderte.

La dejó a solas en la pista y volvió hasta donde se encontraban sus compañeros que lo miraron más que sorprendidos de la reacción que había tenido.

—¿Pero que acabas de hacer? — se acercó a él RM — estás loco, vuelve a la pista por ella no puedes dejarla así.

—¿Por qué no vas tú por ella? Estoy cansado de ser el chico bueno, me largo de aquí.

Tomó su chaqueta y salió del antro.