Escondido.

Que podía salir mal si salía con una chica extranjera, caminaba aprisa por la avenida tratando de no llamar la atención, las manos en los bolsillos, miraba solo al frente, solo pensando en lo que acababa de hacer.

¿Me habrá reconocido?, ¿Qué en su país no tienen internet? El disfraz realmente a funcionado, nadie se a acercado a mi, ojalá así fuera siempre.

Entro a una pequeña tienda que se encontraba en una esquina poco concurrida, sin dejar su "disfraz" entro hasta los frigoríficos y tomó una CocaCola fría, pasaba por los pasillos vacíos, se alegraba tanto de tener aquel tiempo para si mismo, jamás la soledad le supo tan bien cómo le sabía en ese momento.

No dijo nada solo dejó un billete grande sobre el mostrador y salió en silencio, siguió caminando tranquilo hasta la parada del bus en donde dos hombres y una chica se encontraban, nada de que preocuparse pensó retirándose la mascarilla sin dejar que su capucha cayera, destapó la gaseosa que hizo un fuerte chasquido atrayendo las miradas de los presentes, levantó los hombros avergonzado pero sobre todo para esconder cualquier indicio de su verdadera identidad.

La chica le sonrió coqueta sin dejar de moverse sobre los talones adelante y detrás. Fue cuando el autobús arribó, parecía que la chica no tenía deseos de irse pero si de seguir mirándolo, Jungkook se levantó como rayo antes de que el autobús arrancara y subió saltando al escalón Justo antes de que la puerta se cerrara, levantó la vista alcanzó a ver a la chica que se despedía de él sin dejar de sonreírle.

—¡Shibal! — enunció golpeándose ligeramente en la frente.

Pasó hasta el fondo del bus para esperar la parada, hacía mucho tiempo que no usaba el transporte público, pero aquella ocasión solo quería hacerlo, fue una casualidad encontrarse con la joven en el parque, pero sin duda no había sido una coincidencia el que le pidiera que asistiera en dos días para verla de nuevo.

No se arrepentía de eso al contrario pensaba en que quizás fuera una nueva manera de conocer a alguien que no se interesara en él por ser un famoso, pero también entendía que en el momento en que ella lo mirara a la cara, podría reconocerlo y entonces nada cambiaría.

Sería como todas las chicas con las que había salido, en el instante en que saben quién es, ellas cambian, y eso era lo que Jungkook no quería.

Bajo en la penúltima parada, la agencia quedaba a un par de cuadras, camino despacio con las manos en los bolsillos y mirando al suelo hasta que llegó. Los chicos en la entrada lo miraron con extrañeza, puesto que a menudo los saludaba con una gran sonrisa en los labios para luego arrojarles las llaves del auto, en esa ocasión nada de eso ocurrió.

Subió al ascensor hasta el salón blanco en donde ya lo esperaban desde hacía diez minutos.

JHope fue el primero en darse cuenta de su llegada y lo recibió palmeándoles la espalda —¡Ey! Te he enviado varios mensajes, llegas tarde, ¿todo bien?

Hasta ese momento decidió descubrirse por completo, arrojó la chaqueta a un lado y sacudió su cabello que de inmediato tomó su forma de nuevo.

—Lo siento, — reverenció rápidamente — no era mi intensión retrasarlos, solo que decidí venir en el autobús y me he tardado caminando.

Los chicos lo miraban con los ojos muy abiertos, pues Jungkook era realmente amante de su auto y no salía sin él.

—¿Estás enfermo? — Jimin le pasó la mano por la frente. — ¡No! No tienes fiebre, pero y el auto, ¿se averió?, de cuando acá decides usar el autobús, pudiste llamarme o a alguien más para que pasáramos por ti.

—No pensé en eso, — respondió dando un paso más a la pista.

—Hable con el agente sobre lo sucedido en el antro, — se acercó NamJoon, — tienes que disculparte con Jung Ye–Rin. Dejarla sola en el medio de la pista no fue buena idea, esa chica podría afectarte si dice lo que sucedió.

—No sucedió nada Nam–Joon solo no quería estar con ella, te dije que bailaras con ella.

—¡Y lo hice! — espetó con fuerza, — tuve que excusarte con ella y con su agente.

Jungkook comenzó a calentar — Entonces todo salió bien, — dijo— le llamaré y le pediré una disculpa, pero no esperes más de mi por qué no lo haré si no quiero.

—¿Qué está sucediéndote? — lo miro con extrañeza.

Jungkook le sonrió fríamente — no pasa nada, todo estará igual que siempre puedes seguir cómodo en tu zona de comfort sin decir nada hyung tú y los demás pueden seguir así.

Se alejó de su amigo para colocarse en su posición Justo antes de que comenzara la canción que había que ensayar ese día.