Capítulo 11: Samantha Coleman

20 de Julio, 2023

―Solo digo que como secuestrador no es tan malo, Mandy ― ella me dió una mirada horrorizada ―al menos me dio baño privado y sabanas limpias todas las semanas.

―Realmente admiro que estes tan tranquila, yo hubiese ido con Proteccion de Testigos sin dudarlo ― dice mientras me abraza y veo una lagrima cayendo por su mejilla.

Josh toca mi hombro para avisar que es hora de ir a casa. Pasó una semana desde que sali del hospital y no habia tenido ni un segundo de paz desde entonces. Siempre tengo a alguien durmiendo en mi sala, no puedo ni ducharme en paz y ni hablar de cuando no contesto el telefono. La ultima vez que no contesté cuando alguno me llamo, terminé con un equipo SWAT irrumpiendo en mi casa.

Hoy era la noche de Josh de quedarse y pasamos por pasta a Robioli.

―Hacia meses no comia aqui ― dice Josh casi atragantandose con sus fideos.

―Es tu restaurante favorito, no te creo ― lo miro con una ceja levantada, sin creer lo que me cuenta.

―Es lo ultimo que comimos antes de tu secuestro, no se me apetecia ― menciona simplemente y sigue comiendo.

Realmente me siento mal por él, se nota que lo pasó mal durante esos seis meses. Cuando nos reencontramos en el hospital, estaba mas delgado y con muchas ojeras. Will me comentó que casi no dormía y tenia ataques de panico constantemente. Se sentía muy culpable porque me secuestraron estando bajo su cuidado, pero no habia nada que hacer y llevo dias intentando hacerle entender eso.

Ya en casa, Josh comenzó a preparar el sillón para dormir.

―¿No preferis dormir en la cama? ― le digo viendo que esa noche las temperaturas iban a ser negativas y solo tenia un cobertor ligero.

―Vos no vas a dormir en el sillón ― indica negando con la cabeza.

―Mmh nop, yo tambien voy a dormir en la cama ― lo miro con obviedad.

―No sé si… ― empieza pero lo corto antes de que siga.

―No es como si no hubiesemos dormido juntos un millon de veces ya cuando estabamos en algun caso ― digo mientras agarro la almohada del sillon y me dirijo a la habitacion.

―Es diferente, Sammy ― lo veo rascarse la nuca nervioso.

―Es lo mismo, vamos ― no le doy mas opcion.

Tomo el lado izquierdo y él el derecho. Me duermo casi instantaneamente.

Despierto en medio de la noche y noto una mirada en mi espalda. Me giro de golpe para encontrarme con Josh mirandome.

―Me asustaste, tonto ― digo riendome bajito.

―Perdón, no consigo dormir ― me mira apenado.

―Si, Will me dijo que no estas durmiendo mucho ― hago una mueca triste. ―No fue tu culpa, lo sabes, ¿verdad?

―Obvio que fue mi culpa, Sammy ― dice enojado volteando la mirada.

―Mirame, no seas tonto ― agarro su cara y lo miro. ―No es tu culpa, cortala.

De un momento a otro, su mirada cambio. Ya no habia verguenza, ni culpa. Antes de que pudiese decir algo mas, se acercó quedando a milimetros de mi boca, pero no llegó a juntarla con la suya.

―Yo… ― tartamudeó nervioso.

―No podes tirar la piedra y esconder la mano, niño bonito ― dije mirandolo y acercandome mas.

21 de Julio, 2023

Al despertar, veo a Josh con el pelo hecho un desastre y me río admirando mi obra maestra marcada en su cuello.

―Arriba, arriba. Hay que ir a trabajar ― digo sacudiendolo para que me preste atencion. Lo unico que consigo es que su brazo me agarre con fuerza por la cintura.

―¿Crees que Will se enoje si llegamos tarde? ― dice sin abrir sus ojos mientras me acerca mas a él.

―Joshua Collins, ¿acaso estas incitandome a incumplir las normas? ― lo miro mientras me río e intento escaparme de su abrazo ― Vamos, todavia tengo que ducharme y vos tambien, sucio.

―Podemos ahorrar agua ― menciona mientras se despereza, mirandome con una sonrisita.

Obtiene un levantamiento de ceja de mi parte.

―Mejor preparame el desayuno mientras yo me baño, muero de hambre ―digo desapareciendo dentro del baño.

―Si, mi capitan ― hace el tipico saludo militar mientras larga una carcajada.

Al salir del baño, el olor a café ya habia inundado la habitacion y Josh estaba sentado en el borde de la cama dandome la espalda con su pantalon de pijama y pecho descubierto. Me subo a la cama y lo abrazo por detras, se exalta por un momento cuando nota que no hay nada separando su piel de la mia.

―Tenemos que ir a trabajar ― dice bajito.

―Sip, ¿podes pasarme mi ropa que esta ahí? ― señalo la comoda frente a él.

―Si, mi reina. Tome ― me alcanza la ropa y deja un beso en mi coronilla antes de dirigirse a la puerta. ― Dos de azúcar y un chorrito de leche, ¿verdad?

―Si, gracias. Ahí voy ― digo mientras veo su espalda desaparecer. Linda espalda llena de arañazos, cabe destacar.

Me coloco la ropa interior y su camisa para salir a la cocina. Lo encuentro apoyado en la encimera con dos tasas de café y un par de tostadas con manteca. Me sube a la encimera de la cocina y desayunamos entre bromas y risas.

―Puedo relevar a los otros de su turno si queres ― dice sin mirarme.

―Sabes muy bien que si haces eso van a sospechar, y las normas sobre relaciones entre colegas son bastante claras ― digo recordandole que esto no puede salir de aquí.

―Si, ya sé. A todo esto, ¿que haces con mi camisa? ― me mira de arriba a abajo con una ceja levantada.

―Era lo unico a mano que tenia para salir de la habitacion ― me encojo de hombros restando importancia al asunto.

―Te queda mejor que a mi ― señala mientras deja un beso en la comisura de mis labios. Comienza a dejar besos en mi cuello. ―Me voy a bañar asi salimos, ya vuelvo ― dice y sale corriendo, dejandome con la boca abierta.

Maldito niño bonito, esto no estaba en mis planes.