CAPÍTULO 11

Lysandro:

Han pasado dos semanas desde mi salida del hospital, y mi padre me está presionando para volver a Londres lo más rápido posible. Eliza se ha marchado debido a unos asuntos que había dejado sin resolver gracias a su viaje de emergencia por mi salud, me ha dicho que no hable con Andrew si es demasiado doloroso, y he acatado su orden.

Andrew y Hanna.

No los he visto desde mi salida del hospital, aunque con mi hermano no le he dirigido la palabra él tampoco lo hace. Nuestra relación nunca fue la mejor ya que él me veía como su rival cuando llegue al hogar de los Katelo. Al final yo ocuparé su lugar.

Hanna, me ha estado escribiendo y llamando muy frecuentemente ya que mañana, vuelvo a Inglaterra y hemos estado planeando una salida junto a Natalia algo como una especie de despedida.

Reviso el reloj que se encuentra en mi muñeca para asegurarme de que no he llegado tarde al bar en el que decidimos encontrarnos.

9:16 P.M

Luego de entrar a ese lugar empiezo a buscar con la mirada a mis dos amadas chicas, cuando de repente una cabellera rubia y unos brillantes ojos azules, me hacen verla completamente, como si no existiera nadie más, como si solo estuviéramos ella y yo solo en este bar. De pronto oigo a alguien a mis espaldas diciendo.

—Te encontré James.

—Siempre lo has hecho Natalia.— Hablo mientras me giro y encuentro a mi mejor amiga enfrente de mí.

—¿Has visto a Hanna?, ¿Ya debería estar aquí? ¿No?

—Si, está justo por allá.— Digo sellando el lugar al que estaba mirando hace algunos segundos.

—¿Listo para verla por última vez?— Cuestiona mi amiga con un tono nostálgico haciendo que sienta una punzada en mi pecho.

—Si.

—¿Estarás bien?

—No lo sé.— Respondo haciendo una mueca de dolor mientras le inclino mi mano.

—¿Vamos?—Natalia toma mi muñeca apretando la ligeramente en señal de apoyo, yo solo trato de sonreirle un poco.

—¡Lysa!

—¡Dani!—Hanna sonríe alegremente mientras pronuncia nuestro nombres dándonos la bienvenida.

...

Después de que mis amigas terminarán con dos botellas de vodka ellas solas, ya están lo suficientemente borrachas como para empezar a decir tonterías,yo no he tomado ninguna bebida alcohólica debido a que mi vuelo sale mañana a las 10.00 a.m.

—Llévame a mi casa, James— Habla Natalia lanzándose sobre mi cuello.

—¡Auch!

—Ten más cuidado ¿o piensas romper mi cuello?

—Daniela tiene razón Lys, es hora de ir a nuestros departamentos.

...

Minutos después de dejar a Natalia en su departamento, consigo llegar al de Sofía, abro la puerta con cuidado de no despertarla ya que se encuentra en mi espalda durmiendo, y si ella se despierta tendré que despedirme, algo que no quiero hacer.

Mientras me dirijo a su cuarto ella empieza a aferrarse a mi espalda, señal de que se está despertando.

—¿Lysandro?— Cuestiona adormilada.

—Si soy yo.

—¿Qué horas son?— Pregunta mientras la recuesto sobre su cama.

Reviso el reloj de muñeca y respondo.

—3:38 de la madrugada.

Cuando termine de pronunciar esa frase un movimiento brusco me sorprendió, Hanna tirando de mi cuello hasta llegar a sus labios, fue algo tan rápido que ni siquiera me di cuenta de que ella estaba moviendo sus labios y yo correspondiendo este beso.

Sus brazos abrazaban mi cuello mientras mi manos se posaron sobre sus mejillas profundizando lo, Hanna envuelve sus piernas alrededor de mi cintura y yo nos recuesto lentamente sobre su cama, de pronto un pensamiento de culpa ingreso a mi mente.

¿Y si me esta confundiendo con Andrew?, no puedo hacer esto, no puedo aprovecharme de Sofía quien no se encuentra sobria. Lentamente termino con el beso, quedando recostado encima de Sofia con nuestro rostros muy cerca el uno del otro, fueron tan solo unos segundos de silencio hasta que lo que ella dijo me sorprendió por completo.

—Te amo.

—¿Qué?

—Te amo Lysandro.

—He estado enamorada de ti desde hace cinco años James.—Confiesa mientras me mira fijamente.