Última Vez

Narra Tony

En la sala de entrenamiento habian golpes y alguna que otra explosión. Pero estaba muy ocupado intentando dispararle a Falcon con los propulsores de mi traje como para centrarme en ello, excepto en un par de ojos azules. 

No había razón para hacerlo, siempre que se daba la oportunidad terminaba mirando hacia donde se encontraba el capipaleta, lo mejor de todo es que lo encontraba mirándome de vuelta. Era una sensación que me daba un gran golpeteo al corazón, aunque trataba de ignorarlo y hacer como si fuera lo más normal del mundo que dos hombres intercambiarán miradas tan seguido. 

El entrenamiento terminó por órdenes del cap, era como el profesor de deportes, uno de más de 60 años que conserva una irresistible figura. 

No estaba tan cansado, después de todo lo que hice fue perfeccionar la puntería de mis propulsores para dispararle a un pajarraco con alas de metal. Fui a la cocina a prepararme una taza de café caliente, quizás vaya al taller a trabajar en algunas cosas. Me sobraba mucho tiempo después de todo. 

Después de que Pepper decidió que nos tomemos un tiempo de nuestra relación. 

—Deberías tomar algo para reponer tu energía Stark —era la mamá gallina de América viniendo a regañarme otra vez—. La cafeína no hará eso por mucho que te la pases tomándola. 

—Si supieras Cap, que un buen café cargado es suficiente para bailar como un demonio. 

Steve río, usualmente siempre era sensible a mis chistes simples, los subidos de tono eran los que nunca entendía. 

—Deberías probarlo y así consigues alguna conquista. 

Él miró a otro lado obviamente incómodo, ya me sospechaba que ocurría. 

—No se bailar, esperaba tener mi primer baile junto a una persona especial que dejé hace mucho tiempo atrás. 

Lo miré con sorpresa y lástima a la vez. Siempre era deprimente cuando hablaba de su pasado. Me giré tentado a alejarme hacia el taller o palmearle la espalda en apoyo o algo así, pero todo sonaba egoista. 

—Crees que —steve no me miro mientras hablaba—, ¿podrías enseñarme? Como bailar. 

Lo había mirado con sorpresa, aunque ya se sintiera en casa con amigos que se volvieron su familia seguía sintiéndose fuera de lugar. Podía verse a un cachorro que ya no se siente perdido pero sigue sin sentirse que está en su hogar. 

Acepte enseñarle antes de que se arrepintiera, lo veía en sus ojos. 

Nos reunimos en la sala de entrenamiento a altas horas de la madrugada, para que nadie nos viera claro. Parecíamos dos adolescentes que se escabullian para poder verse sin ser molestados por nadie. 

Pensé fuertemente enseñarle algo moderno, pero quería que se sintiera cómodo y que no piense que me burlo de lo que se ve que quiere con gran furor. 

—Esta bien, podríamos... 

—¿Comenzar por un vals? 

Lo libre extrañado y horrorizado por la idea. Él estaba de pie mirando el lugar y a mi nuevamente con ilusión en sus ojos por aprender, solté un suspiro antes de asentir. 

Le advertir con mantener sus pies donde no pudiera pisarme, aunque fuera yo él de la experiencia deje que sea Steve quien guiará para que aprendiera como se hacía. 

Claro está que no tardo en pisotearme un millón de veces aunque le dije que no lo hiciera y siempre me miraba apenado. Pero con el paso de la semanas mejoró bastante, incluso llego a no necesitar más de las practicas pero aún así nos buscábamos siempre a la misma hora de la madrugada. Solo para poder estar juntos aunque ya no fuera necesario y bailar olvidándonos de los problemas del mundo. 

Fueron unos meses muy hermosos hasta que llegaran los acuerdos de Sokovia y la separación de Los Vengadores a destruirlo todo. Nada dura para siempre lastimosamente. 

¿Porque pensaba en Steve ahora? ¿Por que recordaba esos momentos aunque ya habían sido años atrás que ocurrieron? 

La respuesta estaba unos metros frente a mi, ahí estaba él junto con Thor mirándome, sus hermosos ojos azules llenos de lagrimas que no querían salir. 

El inmenso dolor en mi cuerpo y al respirar para mantenerme vivo era lo que me recordó de un modo cruel donde me encontraba. 

Si hubiera podido pedir un deseo aparte del de desaparecer al ejército de Thanos del universo, sería el de poder bailar con Steve una vez más. Sonrei un poco a pesar del dolor en mi cuerpo y solte ese pensamiento. 

Porque no era conmigo con quien Steve quería bailar para siempre, su corazón había sido reclamado por alguien más en un tiempo lejano. Quería pedirle que se acercara pero no tenía voz, tuve que conformarme con esa distancia y con mi último aliento saludar a Pepper, quien ya sabía, había venido a despedirme del mundo para que pudiera descansar. 

Sus palabras fueron una refrescante brisa en ese destruido campo de batalla, cuando dejé de luchar contra el dolor y me dejé ir todo fue paz. Tal vez en otra vida cap, tal vez en otra podríamos volver a bailar tu y yo.



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En el texto hay: stony, tonystark., steverogers

Editado: 13.03.2022

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