Finalmente abrí la puerta, cuando la abrí pude sentir una brisa fresca golpeando mi mejilla.
Una vez más observé la ciudad denominada como Ranthar.
Atónito observé el cielo estrellado con aún el sol arriba.
¿Cómo es posible?
Nuevamente dude de todo mi conocimiento, este paisaje me mostró lo mejor de ambos. La estrella próxima y todas las lejanas.
En ese momento pensé, no.
Me sentí como un campesino, aunque me costará reconocerlo en ese momento yo era un campesino ahora.
No solo en conocimiento, también de un título. Ahora mi único título sería 'El vestigios de los Tyrsh' sin familia, amigos, conexiones ni dinero.
Estaba varado, me distraje con la idea de que emprendía un camino simplemente para curarme.
Pero ¿Después que?
¿Peleare? ¿Me haré comerciante? ¿Vengare a mi familia? Si es así ¿Con que poder?
Todas estas preguntas fueron detonadas solamente por este cielo imposible.
¿Que significa ser un Yakai? ¿Soy realmente un Yakai?
"Mamá, mamá ¿Por qué ese hombre está sin camiseta?"
"Camina cariño"
Mis oídos captaron los susurros de la mujer y su hija, desde 50 metros de distancia.
"Supongo que un baño me vendría bien"
Y ropa...
Aunque era de una familia noble en decadencia, nunca nos faltó agua caliente, comida o ropa. Mi padre siempre fue alguien que se preocupo de nuestro estado físico, el más mínimo síntoma era requerido un médico de nivel 5.
Tal vez por eso éramos tan pobres a comparación de otras casas.
Bueno ignorando el asunto, Observé a mi alrededor y trataba de recordar las palabras de Lyria.
Ella dijo que en un gremio podía conseguir dinero.
Comenze a caminar a la izquierda.
Luego de dos cuadras finalmente recordé que.
¿Dónde está el gremio?
Nuevamente estoy en un lugar que no conozco, semi desnudo sin dinero ni comida.
Comenze a sudar frío, en este tiempo descubrí un nuevo miedo, el miedo a perderme.
Un escalofrio recorrió mi espalda.
Mire mis alrededores, de alguna manera llegue al mercado.
Aunque había decenas de personas caminando por el, de alguna manera no me tope con ninguno, tal vez es por qué estoy semi desnudo o puede que huela mal las dos son opciones muy probables.
Trate de acercarme a una persona para preguntar direcciones, falle abruptamente. Una y otra vez.
Se alejaron de mi, aunque no los culpo ¿Es esto lo que se siente ser discriminado?
No me gusta.
Aburrido me acerque a la tienda más cercana, sin perder el tiempo entre en esta.
Doing
La onda de sonido retumbo en mis oídos.
Sin ningún tiempo de reacion escuché.
"¿Bienvenido que desea? ¿comprar o vender?"
Observé al joven hombre a pocos metros de mi.
Rápidamente me di cuenta del cambio en su mirada.
"Disculpa ¿Sabés dónde queda el gremio Central?"
"Si queda a unas 6 cuadras de aquí, tomandolas a la derecha"
"Comprendo"
Rápidamente me gire para salir de la tienda.
Pero algo me detuvo.
"¿Disculpe usted acaso no será un cazador?"
Mantuve el silencio por unos segundos.
No es como si me pudiera descubrir en la mentira.
"¿Cómo es que lo sabes?"
"Nada, solo es raro encontrar a alguien semi desnudo con un parche en su abdomen y con olor a muerto."
Maravilloso, a veces odio tener la razón.
"Bueno llegando al grano me gustaría darle esto"
Me gire para ver cómo me entregaba una tarjeta.
"Si muestra esta tarjeta detrás de la tienda en la noche le mostraremos nuestro mejor catálogo"
Me abstuve de comentarios, simplemente agarre la tarjeta y salí del local.
Quien lo diría, supongo que encontré un mercado negro.
Un hormiguo recorrió mis pies.
Mis pies comenzaron a acostumbrarse a la sensación del aura recubriendo los.
Debería estar por aquí.
Me detuve a pocos metros de un gran edificio, que hacía palidecer a mi casa en comparación.
Múltiples personas salían y entraban del gran edificio, cada uno tan distintivo. Ninguno era igual.
Humanos blancos y negros, enanos,gigantes y semi humanos.
Magos,espadachines y arqueros.
Cada uno con una vida diferente, cada uno con una ñinez familia sueños, aspiraciónes metas.
Yo era el único sin nada.
¿Familia? No ¿Sueños? No ¿Aspiraciónes? Ya no ¿Metas? No ¿Salud? No ¿Poder? No aún no....
Ya no me queda nada.
Solo mi nombre.
Atravesé la multitud sin detenerme.
Cuando finalmente logré abrirme paso hacia adentro del gran edificio, la vista me impacto.
Miles de personas estaban sentadas en grupo alrededor de un gran tablero blanco.
¿Es eso acaso marfil?
Asombrado observé el tablero repleto de papeles y personas.
Mi percepción del entorno fue aumentando a cada segundo que veía el lugar.
Sin tener mucho tiempo para apreciar el lugar sentí un pequeño toque en mi hombro.
"Hola buen día ¿Es acaso usted un mercenario o desea registrarse al gremio?"