Adiós Wiliams, Hola Vasíliev.
Blake.
Me congele al instante cuando vi el arma entre mis ojos, no me podía mover seguía amarrado de las manos.
— Baja el arma. — fue lo único que pude pronunciar, intente que mi voz no tuviera el miedo que sentía al verme en esta situación.
— ¿Qué? ¿tantos años se te olvido tu idioma? — no bajo el arma, al contrario quito el seguro y me acerco más el arma. — Muy mal para querer tomar el puesto les debes hablar en Ruso para darles las ordenes, pero mírate si solo eres un crío, cuantos años tienes ¿14, 15? — soltó una carcajada sonora que solo hizo que tragara saliva por el miedo. — No tienes lo que se necesita para liderar, por muy Vasíliev que seas. — vi su dedo acercarse al gatillo, iba a disparar.
— ¡Я сказал тебе опустить пистолет, ты не будешь неуважительно относиться к своему боссу! — grite en mi idioma a lo cual el se sorprendido y retiro el arma, poco a poco para guardarla.
<Te dije que bajes el arma no vas a faltarle el respeto a tu jefe>
— Te falta mucho para ser mi jefe niño. — el hombre hizo una señal con la cabeza y los demás me quitaron las sogas de las manos y liberaron a mis acompañantes.
— Vengo a reclamar mi trono. — me levante del suelo adoptando una postura desafiante ante el, Colton, Karina y Prien se pusieron detrás de mi resguardándose.
— No me hagas reír niño, te falta mucho para poder ser el jefe, aquí no solo es por linaje, nos tienes que demostrar que tan capaz eres.
Unos ocho hombres se pusieron detrás de nosotros y comenzaron a empujarnos para seguir al hombre de la coleta.
— Me queda claro que eres un Vasíliev. — comenzó a caminar por el lugar, el cual yo iba analizando con la vista, parecía un edificio abandonado. — si no mal recuerdo tu nombre es Blake, ¿cierto?
— Lo único que te interesa saber es mi apellido no mi nombre. — el solo soltó otra carcajada.
— Si te llamas Blake, muy bien te refrescare la memoria soy Feddei, mano derecha de tu padre y de tu madre, ¿me recuerdas?
— No recuerdo idiotas.
El hombre se detuvo y vino directo a mi, sacando su arma y poniéndomela debajo de la barbilla, de nuevo me quede quieto por el miedo.
— No intentes hacerte el valiente y muy hombrecito delante de mi, por que se que no lo eres, eres una escoria, a mi no me vas a venir a faltar al respeto, que no somos iguales, o te vuelo todos y cada uno de tus intestino, ¿te queda claro? — tome aire y solo asentí. — así me gusta, como te decía. — el guardo de nuevo el arma y comenzó su recorrido por el lugar, no sabia a donde nos estaban llevando. — desde que tus padres se fueron y murieron junto con los Smith, yo me he echo cargo de la organización, a mi me ven como su líder.
— ¿Y entonces para que diablos querían a uno de los herederos aquí? — comenzaba a hartarme, si el tenia todo bajo control para que me habían echo perder mi vida.
— No hablas hasta que yo te lo diga. — sentencio apuntándome con el arma. — todos me ven como su líder, pero las mafias de afuera no lo hacen, soy solo un sustituto temporal en lo que los verdaderos herederos toman el poder. —así que ambos teníamos que asumir los errores de nuestros padres. — Sinceramente, me importa muy poco el heredero de los Smith, ya que su tío a echo saber matando a mis hombres que no va a dejar que su querido sobrino tomara el lugar, no nos hace falta el no es alguien de linaje puro. — salimos del edificio para adentrarnos en un bosque en lo que el seguía hablando. — para tu desgracia, tu eres de linaje puro, tus padres eran rusos y tus ancestros también lo eran, tus padres pelearon por el lugar y por derecho de toca reclamar el puesto, pero no vamos a poner a un niño que nos gobierne, si ya hemos perdido dinero y gente, contigo al mando vamos a perder mucho más.
— No soy un idiota, estaba apunto de graduarme en finanzas.
— Que te calles. — volvió a sentenciar apuntándome con el arma. — no solo necesitas conocimientos básicos que en cualquier lugar puedes adquirir, necesitas saber nuestras costumbres, saber como defender tu honor, tu lugar y a los tuyos, necesito que te sepas defender por ti solo, aunque te protejamos en algún momento vas a tener que defenderte por ti solo, necesitas saber como manejamos aquí las cosas, los negocios y a la gente.
A lo lejos pude distinguir una mansión.
— Aquí no vas a tener los privilegio que tenias en Estados Unidos, aquí te vas a tener que ganar el derecho si quiera a dormir, y no solo tu, también tus esclavos.
Intente contradecirlo, pero la mano de Karina en mi hombro me indico que era mejor quedarme callado, no quería una bala antes de tiempo, tenia que sobrevivir.
Llegamos a la mansión y a cada lado que voltearas podías ver a hombres corpulentos vestidos todos de negro con gran estatura caminando de un lado a otro con ametralladora cruzada en el pecho.
— Llévenselos, y déjenmelo a el. — los hombres que venían detrás de nosotros tomaron a mis amigos y se los llevaron, ellos intentaron resistirse pero los habían amenazado con darle un balazo y todos aquí queríamos vivir, así que se dejaron guiar y yo me quede parado enfrente de el. —No solo necesitamos a alguien con nombre respetado, necesitamos alguien que de la cara y la vida por nosotros, por que nosotros nos vamos a encargar de hacer lo mismo por el.
Comenzó a caminar para adentrarnos en la mansión.
— Lo que tu demuestres aquí en tu entrenamiento va a ser que tu familia viva, ¿entendiste? — asentí, para ese venia, para proteger a mi familia. — ya nos vamos entendiendo.
Escuche varias pisadas detrás de mi, cuando intente voltearme, dos hombres ya me tenían agarrado por los brazos y un tercero se acerco hasta quedar frente a mi.
— Primera lección, nunca bajes la guardia, aunque conozcas al enemigo.
El tercer hombre clavo una navaja en mi abdomen que me hizo retorcerme del dolor, no sacaba la navaja al contrario, la movía aún dentro de mi para que me dañara aún más.