Un amor eclipsar

PARTE 42

Me encontraba en la capsula yendo hacia la estrella icáreo, mientras que un sonriente Soleil estaba a mi lado, ya que teníamos que ir ambos llevábamos pequeños audífonos donde se comunica Eva.

Si hace dos días me di la oportunidad de que Soleil se acercara más que como una persona, y siendo sincera me ponía los pelos de punta su boba y estúpida sonrisa que no había desaparecido cuando estábamos juntos; en la escuela nos acercamos un poco mas mientras que en eventos solo éramos distante, la rivalidad de nuestros reinos era un de los puntos mas importantes pero del cual no aviamos hablado.

-Hemos llegado astéri icáreo baje por la entrada principal – escuche decir la voz robótica.

Al salir de la capsula con Soleil a mi lado visualizo unos cuantos taxis así que empiezan a caminar cuando escucho la voz de Eva por los audífonos.

Tomen un taxi y que los lleve hacia la entrada de los capos chaménos romantismós – ordena.

Al tomar el taxi y decirle la dirección aceleró con rapidez y hermosos paisajes nos comenzó a rodear, después de unos 40 minuto el taxi se estaciono y nos cobró el viaje.

Al salir del taxi una brisa calurosa inmundo mi rostro y cuerpo mientras solo miraba hermosos prados llenos de arboles y pasto, mi cabeza se giro para ver la sonrisa boba de Soleil quien me miraba sin pestañar.

-Necesito que sigan el sendero de tierra chicos, hasta que vean arboles de cerezos – dice Eva a través de los audífonos.

-Bien – respondo caminando hacia aquel sendero de tierra con Soleil siguiéndome.

Soleil

-Te vez muy linda hoy – fue lo que dije sin pensar.

-Ohh…yo…gracias – respondió nerviosa.

Hace dos días me había permitido acercarme y la verdad es que el miedo me atormentaba mientras estaba a su lado ya que mi coherencia se iba a la basura con tan solo mirarla, ella ni siquiera se daba cuenta de que me tenía a sus pies, después de un rato caminando note algunas caras de sufrimiento mientras caminaba así que supuse que era por ya haber caminado bastante.

-Te cansaste de camina – pregunto deteniendo el paso,

-Si ya no aguanto los pies – expreso desganada.

-Ven sube – digo parándome enfrente de ella para que subiera a mi espalda.

-Que no podría – responde algo nerviosa.

-Solo hazlo – digo volteando a verla.

-Te vas a cansar mas si me llevas a mí, mejor déjalo así – dice con una sonrisa nerviosa.

-No lo sabremos si no lo intentas – digo doblando las piernas para que suba.

-Me tendrás que avisar cuando te canses – responde subiendo a mi espalda – no quiero ser una molestia – finaliza poniendo sus manos alrededor de mi cuello.

El contacto de su piel y la mía me hace ponerme los pelos de punta, la verdad que no había pensado bien las consecuencias que causaría esto.

-Jamás lo has sido – digo sin pensar en un susurro para mi

Después de unos 45 minutos habíamos llegado a un hermoso jardín de cerezos los cuales dejaban un gran espacio ente dos de ellos.

-Ya me puedes bajar – escuche a Luna, así que me agache para bajarla.

Ambos nos quedamos enfrente de cada uno de los árboles, ya que así lo había pedido Eva.




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