Un Amor En Navidad

capitulo 13

-Bueno… nada fuera de lo imaginable… quizás tu sí tenga muchas cosas interesantes que decir –dijo ella

Shay se recostó en la manta.

-No sé si interesante, pero si muchas. Y comienza precisamente la noche en que la policía me arresto. Unos meses atrás yo había encontrado a mi padre. Me ofreció su ayuda y cercanía, pero la rechacé. Esa noche recordé su ofrecimiento, sabía que él podría ayudarme. Y lo hizo, pago la fianza y salí en menos de dos horas.

Emily se alegró de que el sufrimiento de Shay no se hubiera prolongado.

-Esa noche, mi vida cambio así como la de ustedes –continuo Shay –después de contarle lo sucedido, mi padre me propuso que me quedara con él. No sé si lo sepa, pero cuando mi madre se enamoró de él no sabía que era casado ni que tenía un hijo: el oculto muy bien. Ella se enteró de eso cuando quedo embarazada y por supuesto, lo dejo.

Ella negó.

-Jamás le pregunte. Es algo muy íntimo –dijo Emily.

-Pues así era. Cuando contacte a mi padre me dijo que su esposa y su hijo habían muerto en un accidente unos años antes, así que eso me convertía en su única heredera. Rechace vivir con él, pero la circunstancia me llevaron a buscarlo y aceptar. No me arrepiento, hice crecer su empresa y lo hice feliz los últimos años de su vida. A veces pienso que podría agradecértelo –dijo sonriendo.

Emily sintió vergüenza nuevamente. Nada justifica lo que había hecho.

-Y ahora cuéntame de ti –dijo ella.

-Siempre he vivido con mi padre y Lucy. Hace cuatro año comencé a trabajar con papá, y hace tres meses me dejo a mí la enorme responsabilidad de dirigir -dijo ella –con la ayuda de él lo he hecho bien, bueno eso creo.

-¿Y… alguien especial en tu vida? ¿Un novio tal vez? –pregunto Shay.

-No… no… hay nadie –dijo ella nerviosa al ver que Shay se acercaba peligrosamente.

-Así que no hay un novio –dijo ella visiblemente contenta -me alegro mucho de oír eso.

-Shay… por favor…

-Yo no he dejado de pensar en ti en todos estos años – dijo ella – y, no me refiero a lo que paso esa noche. Me refiero a ti, a tu belleza, a tu personalidad fuerte y rebelde, a eso ojos que parecían siempre a punto de llorar o matar. Siempre que conozco a una mujer no puedo dejar de compararla contigo, de preguntarme como seria ahora, de desear verte.

-Por favor, Shay…

No pudo terminar de hablar, pues Shay la había besado.

Al igual que las veces anterior, las intensas sensaciones la invadieron mientras que Shay la estrechaba entre sus brazos. La resistencia de Emily estaba mermada por el agradable ambiente de paz, así que no quiso ni pudo oponerse. Las manos de Shay comenzaron acariciar su espalda y sus brazos. En breve, la tomo para acostarla suavemente sobre la manta y Shay se reclino sobre ella para continuar con el maravilloso asalto a sus sentidos. El ahora conocido fuego del deseo se apodero de ella haciendo estragos en su fuerza de voluntad. ¿Cómo resistirse aquel delicioso néctar que la embriagaba con tanta dulzura?

Sentirá sobre ella era grandioso. Era tan fuerte, pero a la vez cálido y tierna. Las manos de Shay comenzaros a pasearse por el abdomen de ella para subir a sus pechos y poseerse por encima de la ropa. La sensación de fuego era maravillosa y Emily no pudo evitar gemir de deleite mientras que Shay todavía la besaba. La traviesa manos femeninas se dirigieron a los botones de la blusa y comenzó a desabrochar la poco a poco. Luego, ella sintió la cálida mano de Shay sobre su piel. Tocando primero y después desabrochando el sujetador para tomar los senos con libertad.

Y así Emily firmo su rendición. Shay la acariciaba de un modo tan suave y sensual que no dejaba de gemir mientras que la boca femenina se deleitaba en la de ella. Las manos de ella se dirigieron juguetonas a la camisa de Shay para desabotonarla: necesitaba sentir su piel. Ella la ayudo y en breve se quitó la prenda, dejando a la vista su torso, pechos y brazos musculoso y bronceado.

Por unos instantes, tuvieron contemplándose, así semidesnuda, reconociéndose como amantes. Luego Shay volvió a besarla en la boca para después resbalar sus labios por el cuello femenino hasta llegar a los pechos de la joven.

-Eres tan hermosa, tan perfecta. Eres mucho más sexy y bella de lo que siempre soñé –susurro con voz seductora.

Emily no acaba de asimilar las palabras cuando la boca de Shay tomo unos de los pezones erectos para succionarlo con suavidad mientras que una de su manos acariciaba el otro pezón. No puedo evitar gemir mientras el fuego liquido atizaba la zona más femenina de su ser. Las manos de Shay se dirigieron al botón del pantalón de ella, para quitárselo junto con las bragas; ella no se resistió.

-Tu cuerpo es perfecto –dijo Shay ante de volver a besar sus pechos. Su boca se fue deslizando por su abdomen hasta alcanzar el triángulo de rizos. Emily sintió el aire frio en aquella húmeda cavidad cuando separo las piernas, pero este desapareció cuando la boca de Shay se ocupó de ella. Allí, lambió y mordisqueo el pequeño botón de carne mientras que ella se retorcía de placer.




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