Capitulo 8

Maya

—Y está loca quién es— le pregunto a Daniel quien está junto a mi.

—Es la novia.

«Novia»

«Y yo que pensé, que estaba soltero»

Matt tose disimuladamente supongo para que dejen el espectáculo.

Mauricio nos ve y se levanta llevándose a la chica mientras nosotros terminamos de comer. La comida estuvo buena o yo tenía hambre, el casó es que todo estuvo muy bien.

Recibo una llamada de las chicas y me preguntan que como me fue en el día, les cuento todo y Dios no me había sentido tan bien como lo estoy ahora. Unos minutos más y finalizó la llamada, aparentemente Mauricio volvió y nos iremos.

Salimos mientras el señorito italiano busca el auto. «que pasaría con la chica» sacó eso de mi cabeza a mí que debería de importarme.

—Oye mañana abra una fiesta y los chicos irán. ¿Quieres venir conmigo?

Pregunta Daniel mientras se acerca.

—No sé, déjame pensarlo y te aviso más tarde— supongo que si los chicos van, iré.

Digo para que pueda alejarse de mí, ya que se está acercando mucho.

Justo en ese momento llega Mauricio y decido ir hacia el auto para subirme en lo que el tonto de Daniel hablá.

—Piensalo muy bien, estaré esperando tu respuesta.

No le digo nada y sólo pongo los ojos en blanco. De regreso el camino se hace más ligero, llegamos en menos de una hora bajo rápido y me voy hasta mi habitación. Decido ir a ducharme, salgo en busca de mi pijama y bajo a tomar agua ya que tengo una loca manía de tomar agua antes de dormir.

Busco un vaso y gracias a Dios encuentro uno dentro del refrigerador, tomo agua y saldo de la cocina yendo a la habitación.

Al día siguiente me levanto temprano para ayudar con el desayunó, llamó a los chicos para que bajen a desayunar todos bajan menos el señorito italiano. Después de eso me voy hasta mi habitación para cambiarme y ver televisión un rato, es sábado así que los chicos tienen cosas que hacer o eso fue lo que escuche que se dijeron entre sí.

Una hora más tarde voy hasta la cocina buscando un dulce. Busco algo con que llegar hasta las gavetas y los dulces que veo no me parecen así que los dejo y me voy hasta el sofá otra vez. Recuerdo que tengo que ayudar a Owen y voy hasta mi habitación en busca de la laptop para realizar la videollamada. Comienzo pregunto cosas básicas de la materia, él niño responde todas y me enorgullece que esté estudiando.

Veo que en esta materia le va bien, aunque no entiendo para que me pidió ayuda si por lo que veo sabe bastante; luego me explica que estaba nervioso y prefiere estudiar de esta manera e ir preparado para los exámenes. Estoy feliz de ayudarlo, ya que cuando tenía esa edad nadie hizo lo mismo por mí.

Estoy bajando las escaleras cuando veo al señorito italiano quiero decir a Mauricio SIN CAMISA… y wow que torso tan definido.

—¡Hola!… Escucho que dicen sacándome de mis pensamientos.

—Eh.. ¡Hola!

«pero que rayos sucede conmigo»

—¿Agarraste mucho sol hoy, que tienes la cara roja como un tomate?… Mey.

—¿Mey?..—digo incrédula.

—Mi nombre es MAYA no Mey.

—Que más da, es casi lo mismo ¡Mey!

Respondeme con simplesa, encongiendose de hombros.

Esta chiflado o el beso de ayer lo dejo tarado. Pienso para mi misma.

Cómo que casi lo mismo, ese no es mi nombre pues si el me dirá así entonces no me queda más que decirle señorito italiano.

—Y respondiendo a tu pregunta, no no he tomado sol.

—Y esa cara es por…—No me digas. Adivinare. Se mira el torso y luego a mí.

—Seria mucho pedir que te coloques una camisa.

—Yo duermo así, asi que será imposible que me la ponga ahora mismo.

Para no seguir con éste estúpido dilema cambio de conversación.

—Disculpa sabes por casualidad a dónde fueron los chicos— pregunto.

—Quizas están haciendo compras.

Cuando estoy por responder, me deja sola y se va hacia la habitación.

Mauricio

Después del show que hizo Julieta en frente de todos decidí sacarla y hablar con ella afuera. Está loca como va hacer eso en frente de todos cuando no somos nada.

—¿Que te pasa? ¿Estás loca?. Cómo se te ocurre hacer éso.

—No me digas así… Mau sabes que yo te amo y no puedo olvidarte.

—Eso no te da el derecho de llegar y besarme como si tuviéramos algo. Entiende que lo nuestro se acabó y es pasado.

—Yo se que tú me amas, que todavía tienes algo de afecto por mí, no saques de tu vida de esta manera.

—¡Tu no mediste las consecuencias de tus actos! Creiste que seguirá a tu lado a pesar de todo lo que hiciste. ¡No me creas tonto porque no lo soy!—. Está discusión ya me tiene harto así que lo mejor que puedes hacer es irte, estoy comiendo con mis amigos y contigo aquí no puedo hacerlo.

No la dejo hablar busco un taxi por suerte lo encuentro hablo con el chófer y ayudo a que suba para que se pueda ir de una vez por todas. Ya cuando veo que va lejos decido entrar y lo primero que veo es Daniel pegado como una garrapata de Maya, desde que llegó lo he visto muy pegado a ella y se que está buscando la manera de ligar. Espero que ella sea inteligente y se de cuenta de que él no le conviene; somos amigos pero si algo se de Daniel, es que le gusta estar enamorando a las chicas.

Después de comer nos fuimos a casa, el camino fue de conversaciones triviales entre Thomas y yo, ella por su parte se quedó callada y al llegar a casa fue la primera en bajar. Se que Daniel la invitó a la fiesta de mañana, está buscando los métodos para tener una cita con ella. A mí no debería de importarme, pero es que se ve muy frágil y su apariencia demuestra que es tímida y dulce, que hace que quieras protegerla.

Me voy a mi habitación me doy una ducha y me coloco la ropa interior y un mono para dormir. El día fue largo y aún así no tengo sueño.

Mi teléfono suena pero no me levanto, sólo veo la hora y decido dormirme otra vez, escucho como gritan abajo pero no le prestó atención, de verdad que quiero descansar y me enrollo en las sábanas durmiendo me por unas cuantas horas.