Capitulo 17

Narrador omnisciente 

Después de vivir una romántica noche Maya y Mauricio deciden volver otra vez a la cuidad, mientras van de camino Maya comienza a decirle a su novio que está súper enamorada y tiene fé de que su amor será para toda la vida. Mauricio por su parte confirma una vez más que Maya es lo que él tanto había soñado, ya no es capaz de verse sólo en un futuro, si no acompañado de la chica que ama y logró atrapar su corazón. A estos chicos a leguas se les v,e lo que siente él uno por el otro.

Si bien es cierto dicen que dos personas que están destinadas a estar juntas nada los puede separar, que apesar de las adversidades que se les atraviese en el camino, ellos podrán encontrar una solución. Y ellos son el reflejo de está frase.

Maya llega al departamento encontrándose con sus amigas y hermana en el sofá las chicas emocionadas comienzan a preguntarle cómo le fue y que no omita ningún detalle, les pide que se calmen y dejen el ásaro. Se sienta con ellas contando todo lo que pasó.

Mauricio llega al hotel con una sonrisa que no puede disimular, sus amigos ya se imaginan que fue lo que pasó porque lo conocen bastante bien, él único que se atreve a preguntar es Thiago y esté le confirma que pasó lo que tanto llevaba queriendo desde que conoció a Maya. Obvio que fue despacio porque sabe que para Maya, no iba a estar así de fácil con él y se siente orgulloso de los pasos que a sabido llevar con su relación.

Thomas se fue a casa de su mamá porque aunque Maya no viva ahí ahora, sabe que su mamá le reclamaría si se entera que fue a ver a su prima y fue incapaz de ir a verla y a su hermana. Cómo lo sospecho su mamá le reclamó que todo lo que pasó con Maya es culpa de él porque nadie lo mando a llevarsela, según ella su sobrina vino peor y de paso de enteró que tenía novio, el le reonde que no tiene nada de malo, su hermana también tiene uno y el no ve que ella se lo prohibiera.

—Sabes que Maya necesita ser feliz. Y para serte sincero me alegro de que al menos pueda vivir tranquila con su hermana.

—¿Que quieres decir con éso? Más bien debería de agradecerme que le di techo y comida después de que mi hermano la dejara conmigo.

—Le diste todo eso, pero hay una cosa que se llama amor y eso fue lo único que no pudiste darle.

Noelia viendo que su hijo está de parte de su sobrina le dice que mejor se vaya no quiere discutir por culpa de una mocosa que no sabe dar las gracias por mantenerla desde la niñez. Penélope lo único que hace es escuchar a su madre discutir con su hermano y prefiere encerrarse en la habitación para no tener que ver hasta donde es capas de llegar su madre debido al odio que le tiene a su prima, sabe que trato mal a Maya pero lo hacía porque su mamá la incitaba a qué lo hiciera y para no quedar mal con su progenitora lo hacía.

Es triste ver cómo la familia en ocasiones no es la más cercana y que las personas que te demuestran su cariño son ajenas a está.

Daniel por su parte acepto que perdió la oportunidad de tener algo con Maya, sabe que su amigo la hará feliz, el tiene otros planes en mente y lo que hará a partir de ahora es centrarse de lleno con las clases para culminar su semestre bien. Los chicos comienzan a empacar porque deben irse, todavía no han culminado en la universidad y tienen cosas que hacer.

Emma se siente inmensamente feliz porque tiene a su pequeña nena viviendo con ella, antes soñaba con tenerla y ya es un hecho que le trae paz porque sabe que no le harán desprecios o la maltrataran como en tiempos pasados. La relación con Julián es más que una bendición en él encontró su otra mitad y alguien en quien confíar, lo ama con locura.

Después de vivir en su mundo de tristeza, Maya puede ver qué la vida le sonríe después de mucho, su relación es algo que va de lo mejor, vive con su hermana y ya no tiene que estar cabizbaja por los insultos que le hacía su tía. Los niños que tanto quiere y cuida le hicieron un regalo el día que le tocó ir a trabajar, sabe que el detalle es una muestra de su cariño.

—Maya te gusto el regalo— pregunta Abby emocionada— lo hicimos nosotros.

—Abby no tenías porque contarle—, dice un Owen desconcertado.

—Me encantó mis niños— sin más los abraza.

La semana pasa como si nada y cada vez falta menos para la graduación, una tarde después de salir de casa de los Clinton en la parada de los buses Penélope se acerca a su prima queriendo hablar con ella respecto a Toto lo que pasó.

—Sin más quiero pedirte disculpas, se que no tengo derecho pero me haría feliz no tener que vivir con la espina de que fuiste infeliz por mi culpa.—Todo lo que hice fue influenciado por mi madre.

—Sabes que no es fácil digerir esto que me estás diciendo.—le responde Maya.

—Tienes razón pero quería decírtelo antes de irme. Me iré con mi novio a argentina después de graduarme,—mamá está que le da un infarto pero la verdad es que no me importa. Solo quiero ser feliz.

—No sabía nada de ésto—, ¿Cuando te vas?

—Solo lo sabe Thomas y le pedí que no comentará nada.—Solo quiero que me perdones y así poder irme tranquila, espero que nuestra relación mejore con el tiempo y podamos disfrutar como primas. Penélope llora por la conmoción del momento, su prima viendo que sus palabras son sinceras se levanta abrazándola y diciendo que la perdona y espera que pueda ser muy feliz, pues la verdad también se lo merece.

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Llega el tan anhelado día de la graduación y las emociones se sienten a flor de piel. El acto se lleva en las gradas de la preparatoria donde están las familias de los graduando esperando a que estos sean llamados a la tarima. Emma está en una de las filas que están al final, a su lado están Julián, Thomas y por supuesto Mauricio que no se iba perder de ver a su novia vestida con la toga.

El evento comienza con el himno nacional, seguido unas palabras del director. Comienzan a nombrar a cada uno para ser la respectiva entrega de títulos. Ivy, Sara, Zoe y Erik son los primeros en ser llamados, la emoción no puede con ellos que se les refleja en el rostro. La siguiente estudiante en pasar es.