Un amor inesperado

Capítulo 36

Jamie

Mis padres nos regalaron una noche en el mejor hotel para que celebremos la primera noche como marido y mujer. Me dijeron que prepararon sorpresas para nosotros para que disfrutemos mucho.

Alexia

Estamos llegando al hotel, regalo de los padres de Jamie, es un lugar hermoso. Entramos y nos llevan a una suites. Antes de entrar Jamie me toma en brazos.

-Qué haces?

-Tomarte en brazos para cruzar el umbral.

-Que romántico amor.

Ingresamos y la habitación está impresionantemente adornada, hay flores por todos lados y la cama tiene pétalos de rosas rojas, hay una botella de champagne con dos copas y una caja de bombones.

-Que hermoso regalo nos hicieron tus padres, el lugar es muy bonito.

-Si, pero yo ahora sólo tengo ojos para vos. Estas tan hermosa, te pareces a un ángel con ese vestido blanco. Te amo señora Dornan.

Jamie

La atraigo hacia mi y la miró a sus hermosos ojos color del cielo. Tienen la mirada cristalina por la emoción, llegó a ver una pequeña lágrima deslizarse por su mejilla, con besos la secó y besó su dulce boca. Tomó su mano y la acercó a la cama.

-Amado esposo te soñé, te ame sin conocerte, mis abrazos te llamaban a mi lado, presentí tu llegada y me rendí ante el brillo de tu alma, por eso quiero decirte que aunque parezca una locura siempre te esperaba, mi corazón guardaba un espacio vacío para que tu amor lo ocupara. Hoy gracias a vos se lo que es el amor y viviré para agradecer a Dios que te haya puesto en mi camino. Te amo y te amare por lo que me quede de vida.

Alexia

Veo la emoción en Jamie, él tiene lágrimas como yo. Pero quería que él supiera lo importante que el es para mi, mi vida tiene sentido desde que él está en ella. Me toma en sus brazos.

-Tus palabras me desarman por completo, me has demostrado que me necesitas más de una vez, pero escucharte decirlo me hace ratificar lo que me propuse desde que te conocí. Quiero amarte y hacerte feliz por siempre. Por eso ahora voy hacerte el amor para demostrarte todo lo que me haces sentir.

Jamie

Me quito el saco y la corbata, me paro detrás de ella y comienzo a desabrochar los pequeños botones de su vestido, voy dejando un beso por cada uno que desabrocho. Deslizó los hombros del vestido por sus brazos y cae al suelo. La giró para verla de frente, tiene un corsé color blanco que le queda increíble. La ayudó a salir del vestido, que levantó y lo colocó en una silla.

-Te gusta amor lo que ves?

-Más bien diría que me fascina la visión de la diosa que tengo delante de mí.

-Me permites que te ayude a sacar tu ropa?

-Soy todo tuyo, haz conmigo lo que quieras.

Alexia

Tomó el smoking por las solapas, se lo deslizó por los hombros y luego por los brazos, lo colocó al lado de mi vestido. Le saco el moño, desprendo cada botón de la camisa, al igual que el voy depositando un beso por cada uno que desprendo. Le saco los gemelos y deslizó su camisa hasta sacársela. Me agachó le quitó los zapatos y los calcetines, desabrocho el botón del pantalón y bajó el cierre, introduzco mis manos en su cintura y se lo bajo acariciando sus piernas mientras lo hago. Jamie sale del pantalón que ya está en el piso, me toma de los hombros y me besa apasionadamente. Yo devuelvo el beso con la misma  intensidad.

-Ahora me toca a mí terminar de abrir mi hermoso regalo que es usted señora Dornan.

-Espero que le guste mucho su regalo señor Dornan, porque usted sabe que yo soy suya en cuerpo y alma.

Jamie

Le saco el corsé y la tanga, la recuesto en la cama y yo lo hago a su lado. Recorro su cuerpo con mis manos, mientras ella me mira con un amor único, está muy deseosa de mis caricias. Voy besando desde el lóbulo de la oreja hasta llegar a sus pechos, me encanta ver cómo su cuerpo se mueve al compás de mis caricias. Sigo besando su abdomen y llegó a mi lugar en el mundo, soplo suavecito sobre su clítoris y ella gime, trazó círculos con mi lengua sobre él y su cuerpo comienza a moverse sin control. Llega al orgasmo gimiendo muy alto. Me siento en mis talones y la atraigo hacia mí, la colocó a horcajadas y la penetró en un solo movimiento, lentamente la hago mía, en esta posición puedo disfrutar más de ella.

Alexia

Mientras hacemos el amor no puedo dejar de mirarlo a los ojos, tratando de decirle sin palabras lo mucho lo que lo amo. Me dice te amo y me besa a medida que aumenta la velocidad de sus movimientos, siento que me esta llevando muy alto y mi cuerpo esta por estallar en cualquier momento. Sus embestidas son más profundas, más rápidas, me hace llegar a un orgasmo que me desarma por completo diciendo su nombre, el me sigue al igual que yo dice mi nombre. Me abraza mientras nuestras respiraciones se van desacelerando, es un abrazo que me llena el alma. Como buena llorona que soy derramó lágrimas de felicidad.

-Amor qué te pasa? Te hice daño? Por qué lloras?

-Son lágrimas de felicidad, soy la mujer más feliz de este mundo. No puedo pedir más, estoy casada con el hombre que amo y el que me hace sentir una mujer única.

-Yo también te amo, tu me haces sentir único porque me dejas amarte y hacerte feliz.




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