Un Amor Oculto Entre Las Sombras

CAP 4 DRAMA ENTRE VESTIDORES

Esa mañana me desperté muy temprano, llena de emoción y deseando que todo saliera perfecto. Quería que este baile fuera del agrado de todos. Esta vez no fue necesario que Mathew me despertara, pues cuando llegó, ya estaba lista para ir a desayunar. Había tomado un baño de espuma con esencia de jazmín para relajarme; estos días habían sido estresantes y solo quería dedicarme un momento a mí misma para estar radiante en este baile. Además, quería verme hermosa para hacer mi entrada con Luc. Ya quería verle la cara a Amy cuando se diera cuenta del gran hombre que había perdido.

Ring, ring... Contesté el celular al ver que era Luc quien llamaba.

—Pero mira quién me está llamando, ¿tanta falta te hacía, Luc?

—Siempre, querida Ari. ¿Lista para la gran noche?

—Te diría que lo estoy, pero me conoces demasiado bien como para mentirte.

—Sí, yo diría que te conozco más de lo que tú te conoces.

—Así es, Luc, pero siendo sincera, estoy nerviosa. No sé cómo resultará esta noche y tengo miedo de defraudar a aquellos que depositaron su confianza en mí.

—Ari, créeme cuando te digo que no tienes por qué estar nerviosa, porque eres muy hábil y te esmeras en todo lo que haces. No hay modo de que defraudes a alguien, ya que ellos confiaron en ti, no ciegamente, sino porque reconocen tu valor y saben que esta noche no será la excepción para que brilles.

—Gracias, Luc, no sabes cuánto me reconfortan tus palabras —dije sonriendo.

—Me alegra ser tu apoyo en momentos de crisis —dijo riendo—. Y bueno, querida princesa, no solo te llamé para ser tu fiel amigo, sino para planear nuestra entrada.

—Claro. Primero, acordemos a qué hora vienes al palacio para ir juntos al salón.

—¿Te parece bien a las 8:30 p. m.?

—Sí, a esa hora ya estaré lista.

—¿Y la entrada?

—Como soy la anfitriona, haré mi

Aquí tienes el capítulo con una redacción más pulida:

Esa mañana me desperté temprano, llena de emoción y deseando que todo saliera perfecto. Quería que este baile fuera inolvidable para todos. Esta vez no fue necesario que Mathew me despertara; cuando llegó, ya estaba lista para desayunar. Había tomado un baño de espuma con esencia de jazmín para relajarme. Estos últimos días habían sido estresantes, y solo quería dedicarme un momento a mí misma para estar radiante en esta noche tan especial. Además, quería verme hermosa para mi entrada con Luc. No podía esperar para ver la cara de Amy cuando se diera cuenta del gran hombre que había perdido.

El sonido del teléfono interrumpió mis pensamientos. Al ver que era Luc quien llamaba, contesté con una sonrisa.

—¡Vaya! ¿Tanta falta te hacía, Luc?

—Siempre, querida Ari. ¿Lista para la gran noche?

—Te diría que sí, pero me conoces demasiado bien para mentirte.

—Cierto. Diría que te conozco más de lo que tú misma te conoces.

—Así es, Luc. Pero siendo honesta, estoy nerviosa. No sé cómo saldrá todo esta noche y temo defraudar a quienes depositaron su confianza en mí.

—Ari, no tienes por qué estar nerviosa. Eres hábil y siempre te esmeras en lo que haces. No defraudarás a nadie, porque aquellos que confiaron en ti lo hicieron sabiendo de lo que eres capaz. Esta noche no será la excepción; estoy seguro de que brillarás.

—Gracias, Luc, no sabes cuánto me reconfortan tus palabras —dije, sonriendo.

—Me alegra ser tu apoyo en momentos de crisis —dijo riendo—. Pero, querida princesa, no solo te llamé para ser tu fiel amigo, sino también para planear nuestra entrada.

—Por supuesto. Primero, acordemos a qué hora vienes al palacio para ir juntos al salón.

—¿Te parece bien a las 8:30 p. m.?

—Sí, a esa hora ya estaré lista.

—¿Y la entrada?

—Como anfitriona, haré mi entrada cuando todos, o al menos la mayoría, hayan llegado. Según el protocolo, debo ir del brazo con mi pareja de baile, que en este caso eres tú. Luego, me acompañas a la tarima, doy mi discurso de bienvenida y, seguidamente, bailamos la primera pieza junto con el rey y la reina.

—Perfecto. Nos vemos más tarde.

—Cuídate, Luc. Te quiero.

—Y yo a ti, querida Ari —respondió antes de colgar.

Después de hablar con Luc, fui a desayunar. Esta vez me acompañaron mis padres, pues era un día importante y todos esperaban con ansias la gran noche.

—Buenos días, Arianne.

—Buenos días, su majestad —respondí, haciendo una reverencia.

—¿Cómo te encuentras, Arianne? ¿Todo salió como esperabas?

—Estoy muy emocionada por esta noche, pero espero que todos disfruten de esta celebración especial y se sientan cómodos con lo que hemos preparado.

—Claro que lo harán. Después de todo, fue mi hija quien organizó el evento de esta noche.

—Gracias, padre, pero en realidad no todo el mérito es mío. Ustedes confiaron en mí.

—¿Ves? Y aún así, conservas tu humildad. ¡Qué gran hija hemos criado! —dijo mi madre con orgullo.

—Es verdad, querida —añadió mi padre, riendo con satisfacción—. Bueno, Arianne, te dejamos para que te prepares para esta noche. Nosotros haremos lo mismo, pero quiero que sepas que nos haces muy felices al verte tan entregada a la corona.

—Gracias, madre. Es un honor.

Después de desayunar, pasé por el salón para asegurarme de que todo estuviera en orden. Al comprobar que todo estaba perfecto, me fui tranquila a prepararme.

Primero me maquillaron, y luego llegó Katy con los accesorios y el vestido. Cuando terminé, ya faltaban solo dos horas para mi gran entrada. Mientras esperaba a Luc, alguien llamó a la puerta. Pensé que era él, pero para mi sorpresa, era mi madre. Mi instinto me decía que no estaba allí solo para desearme suerte.

—Ari, tengo algo importante que decirte.

—Sabía que no estabas aquí solo para desearme suerte.

—Bueno, en parte sí. Pero más que nada quería asegurarme de que tengas una pareja para tu primer baile. No quisiera que te quedaras sin pareja a última hora.




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