2

Querido NamJoon, cómo poder decirte que con tan solo sentir tu presencia cerca de mi, se aceleran todos mis sentidos...

Esperaba fuera del salón de maquillaje, se meneaba adelante y atrás sobre sus talones, con el bolso entre los brazos solo pensando en lo que estaba por depararle el día, no quería hacerse imágenes que podrían solo ser falsas, después de todo era la chica nueva y tenia que guardar la compostura, no podría actuar como una fan, que sueña con un autógrafo de alguno de los chicos, no, tenia que guardar la compostura.

El ascensor se abrió, la puerta que daba justo a donde ella miraba, su sangre se calentó en seguida y sin querer sintió como sus mejillas tomaban un tono carmín que esperaba no fuera tan notorio. El chico que salía caminado con un porte elegante y sensual, agitaba el cabello con un movimiento de cabeza casi imperceptible, el rostro elevado apenas se notaba bajo la mascarilla que llevaba puesta, las manos dentro de los bolsillos del saco, una discreta bolsa cruzaba su pecho con una gruesa cinta negra. Se detuvo en cuanto la vio apenas de soslayo luego, sin saber que hacer busco el móvil y comenzó a pasar el dedo, Emma lo imitó aunque no podía solo concentrarse en otra cosa que no fuera el chico delante de ella.

No perdió el tiempo y comenzó a observarlo muy discretamente, lo poco que alcanzaba a notar parecía ser bastante perfecto, las cejas de bajo del flequillo color platino que le cai en una perfecta onda realmente le gustaba, no logró evitar el morderse el labio de manera discreta al posar sus ojos en los parpados de él quien seguía con la mirada fija en la pantalla del móvil.

Se había preguntado muchas veces que era lo que hacían entonces, no alcanzaba a descifrar si leía algún mensaje, veía una red social o simplemente miraba algunas fotografías, la duda seguramente le seguiría causando curiosidad.

-¡Oh pero que maravilla! -se escuchó la alegre voz de YoungSook al salir del ascensor. -Han llegado ya los dos, que puntuales, son tal para cual.

Dijo, NamJoon le saludo de manera cordial y respetuosa antes de entrar al salón que la encargada abrió en cuanto puso un pie frente, Emma apenas saludo de manera audible. Los tres entraron en seguida.

-Primero que nada haré las presentaciones necesarias, NamJoon ya lo sabe, esto es mero tramite, -parecía bromear, aún así el chico permanecía frío ante cada comentario. -Querida mía ven acá no seas tímida, -le tomó del antebrazo y la colocó delante de RM quien ahora se recargaba sobre una de las mesas y mantenía los brazos cruzados sobre el pecho. -El es Kim NamJoon nuestro querido RM así que dirígete a él con respeto.

Hasta ese momento fue que NamJoon reaccionó y comenzó a reír debajo de la mascarilla, luego la retiro guardándola en el bolsillo y sin dejar de sonreír miró a la joven delante de él, Emma no podía creer que la estuviera mirando de aquella manera, quería salir huyendo pues su mirada penetrante parecía estarle desnudando, cayó en la cuenta de que sus manos sudaban y temió decir alguna estupidez.

-No necesitas ser tan amable, -escucho al fin su voz en claro inglés -llámame RM, esta bien así o si lo prefieres NamJoon es igual de ambas formas te atiendo. ¿Tu quien eres?

-¿¡Ahmmm!? -sintió su sangre agolpandose en sus venas.

-Ella es Emma se encargara de ti los próximos meses. -Se adelantó YoungSook.

-Mucho gusto Emma. - RM estiro la mano esperando estrechar la de ella.

Emma agito un poco los dedos apenada de la humedad de su palma pero no dejaría así a su ídolo, se trago la vergüenza y estrechó su mano.

-Mucho gusto soy Emma, -repitió.

-Sí, eso me acaban de decir. - volvió a sonreírle al notar su nerviosismo.

-¡Ahmm! Lo siento es verdad, solo quería ver si estaba claro.

-Más que el agua, -soltó mientras le daba un suave toque en la mejilla con el dedo índice antes de dejarla solo mirando su reflejo en el gran espejo.

La chica seguía sorprendida, el dedo de RM había estado sobre su mejilla y era solo el primer día no quería pensar en lo que podría suceder después, quería gritar de emoción pero seria una conducta bastante extraña que seguramente la pondría en evidencia y quizás acortaría su estadía en aquel lugar. NamJoon la esperaba ya sentado en una de las sillas especiales, YoungSook preparaba las brochas mientras Emma seguía contemplando el panorama que le dejaba ver el pecho del chico pues sin querer uno de sus botones se había abierto y temía que si le decía pensara que era una entrometida. Prefirió guardarlo como un secreto que se guardaría para ella sola y se acerco hasta la barra del maquillaje para comenzar, suspiro antes de sentir la delicada piel del rostro del chico, suave, limpia, tersa como la tierna piel del melocotón, no quería incomodarle con sus roces, pero era inevitable no disfrutar de aquel toque de su piel.

-Tienes manos delicadas, -escucho decirle, pues pensó en que nadie le había tocado de esa manera.

Emma carraspeo ante el comentario que de nuevo volvió a regresarle el tono rojo carmín a sus mejillas. -Gracias, -respondió - quizás es por que tu piel es realmente sensible, pienso si estos productos te harán bien o si es preferible algo más ligero.

-Me gusta lucir natural, dejaré que seas tu quien decida sobre de mí rostro, -se dibujo una tierna mueca, - supongo que eres la experta en el tema.

YoungSook solo apreciaba el trabajo de lejos, de vez en cuando se acercaba para echar un vistazo que la dejaba bastante convencida. Después de varios minutos NamJoon se miró al espejo, Emma se mordia el labio esperando su veredicto.

-Es perfecto, -soltó RM y en seguida buscó la mirada de la chica en el espejo.

Emma se atrevió a sostenerla la mirada tan solo unos segundos, pues realmente aquel chico le parecía bastante imponente. NamJoon tampoco sostuvo el contacto y bajo el rostro.

-¡Johda! -le dijo a YoungSook y luego volvió a la chica -me gusta tu trabajo Emma, Gamsahabnida.