47

Esperaba recostado sobre la almohada, escuchaba el suave respirar del pequeño quien seguía completamente dormido a su lado, le parecía tan dulce e inocente, el amor de su vida, uno de ellos. Las imágenes le volvían a la mente, aquella noche en que creyó a Emma perdida, no tenia nada de malo que Jin sintiera un cariño tan grande por él, el problema estaba en que no sabía si estaba correspondiendo de la manera correcta. Durante mucho tiempo fue con él con quien se sintió mayormente identificado, solía contarle todo lo que a los otros chicos no les decía, de alguna manera Jin despertaba en él un sentimiento único y hermoso que en el momento en el que estuvo con él a solas solo quiso ocultar.

No era como el sentimiento que le despertaba Emma, esa sensación de querer tenerla bajo su brazo sintiéndola muy cerca de él, protegiéndola y haciéndole mimos, acariciando su silueta, la misma que muchas veces recordaba entre sus manos. En cambio con Jin era distinto, era una emoción grande claro, pero era más pura y natural, el sentimiento de protección existía pero sobre todo el que deseaba verlo tan feliz como él se sentía. Las cosas le daban mil vueltas en la cabeza, no dejaba de meditar en que debía hacer con respecto a los sentimientos de su hyung, no quería hacerle daño, en serio lo amaba, pero no como Jin esperaba.

El móvil comenzó a vibrar cerca de las cinco de la mañana, en seguida respondió al notar el número del hospital.

"Su esposa ha despertado, venga en seguida".

No termino de escuchar cuando se levantó, tomó el abrigo y miró al pequeño que aún dormía, abrió la puerta por fortuna Jimin se encontraba bebiendo agua en la cocina.

—¡¡Emma despertó!! — dijo emocionado, —tengo que ir a verla, Jimin podrías cuidar de JeongJin hasta que vuelva, por favor.

—Hyung no tienes ni que pedirlo, cuidaremos de little Jinnie con gusto, ahora vete Emma debe estar ansiosa por verte.

Apenas puso un pie en el hospital corrió escaleras arriba sin importar la cantidad de pisos que eran, cuando llegó finalmente ante la puerta una enfermera lo esperaba, al parecer el médico tenía que hablar con él antes de dejarlo pasar a ver a Emma.

—¿Por qué no puedo pasar a verla?, necesito verla, ha pasado tanto tiempo.

—Es por eso que pedí hablar con usted antes de que entre a ver a su esposa, cerca de las tres de la madrugada su actividad cerebral se disparo, como si algo en su interior detonara y de un momento a otro solo despertó, pensamos en llamarle enseguida pero preferimos mantenerla en observación le realizamos una seria de estudios y...nos extraño que Emma no recordaba lo sucedido, el accidente, todo parece estar estable en su cerebro sin embargo parece que ella no...no recuerda mucho de lo que pasó esos últimos meses antes de ser arrollada.

—¿Quiere decir que Emma no me recuerda? —dijo angustiado.

—Trajimos un traductor ya que no podíamos entendernos con ella, pero al parecer no, no recuerda estar casada o embarazada, no lo recuerda.

NamJoon sintió como si mil baldes de agua helada cayeran por su cuerpo, jamás pensó que aquello pudiera ocurrir, esperaba tanto que despertara que no contemplo aquella posibilidad y ahora le parecía un sueño, su esposa estaba de nuevo con él pero no sabía quién era.

—Déjame verla, quizás le haga recordar...

—Entra pero no la alteres, esta en un estado muy vulnerable, no queremos que vuelva a entrar en coma.

NamJoon abrió la puerta, una enfermera se mantenía a su lado, 
encontró a Emma con el rostro medio cubierto por la sabana, solo sus ojos se alcanzaban a ver como una chiquilla que se esconde del monstruo en el armario, la veía tan dulce que solo deseaba saltar hasta ella y abrazarla, pero quería ser precavido, no asustarla si es que era cierto que no lo recordaba.

—¡Hola! — dijo suavemente acercándose a Emma.

La chica dejo caer la sabana, en su rostro la sorpresa era muy grande, como si estuviera mirándolo por primera vez.

—¿Emma, sabes quién soy? —los ojos de NamJoon parecían estar al borde del llanto solo pedía que dijera su nombre, que lo recordara.

Emma soltó una risita nerviosa —claro que sé quien eres...pero esto debe ser una broma, una muy buena por cierto.

—Emma me alegro tanto de que despertarás, tengo tanto que contarte, —Nam se acercó, pero se detuvo cuando vio a Emma volver a sujetar la sabana como si le tuviera miedo.

—No recuerdo en que momento gane este...premio tan extraño.

—¿Pero de qué hablas?

—Eres Kim NamJoon el líder de BTS, no puedo creer que estés aquí, yo...¿estoy deshauseada o algo así? no sé que hago aquí, estoy en Japón tal parece, alguien trato de explicarme algunas cosas que me parecen tan locas e irreales que ahora no sé si es real o sigo soñando, todos trataban de hablar conmigo y yo no entendía, y después vino ese señor y me habló en español y me dijo tantas cosas que me desmaye y ahora despierto y te veo, justo a ti, mi bias de BTS no recuerdo haber ganado algo como para que estés aquí y mucho menos puedo creer lo demás que me han contado.

NamJoon solo la escuchaba con impotencia, como hacerle ver quien era, como recordarte cada maravilloso momento a su lado, como poder besarla sin que se sintiera abrumada.

—Es cierto, —habló despacio, —tu viniste desde lejos para cumplir tu sueño, recuerdas cual era tu sueño.

Emma volvió a sonreír. —viajar a Corea,  ser la mejor en la entrevista con Bang PD solo para poder ser tu maquillista.

—Pues bien todo eso lo conseguiste...

—Y ¿por qué no lo recuerdo? —se sintió una ligera angustia en su voz.

—Tuviste un grave accidente hace poco más de un año , fue mi culpa debí cuidarte más, debí estar a tu lado y nada de esto hubiera pasado.

Emma seguía mirándolo con desconcierto. —NamJoon...estoy soñando, solo en mis sueños podía verte con la claridad que te miro ahora.

Nam dio un paso más hasta Emma y rápidamente le tomó de la mano, de forma delicada acaricio sus dedos, la chica solo seguía sus caricias con la mirada aún así su corazón comenzó a palpitar con fuerza como si reconociera ese roce, como si ya antes lo hubiera sentido, pero su memoria permanecía en blanco.