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-No, no, no, no por favor, tú no-dije mientras me asaltaba un sentimiento de terror y de culpabilidad.

La chica después de escuchar lo que dije solo puso una cara como de sorprendida y de confundida, pero después de un momento se decidió a hablar.

-Pero quien coño eres tú-me dijo mientras me mostraba sus dientes, su cola se agitaba con mucha fuerza de lado a lado y ella solo se dedicaba a rugir, lo peor es que su rugido retumbaba por toda la cueva.

Es cierto, ella no sabe quién soy yo, pero como explicarle que era la chica de mis sueños y no estoy hablando en sentido romántico, si no que hablo en sentido literal.

La chica después de estar rugiendo por tanto tiempo se tranquilizó y poso sus manos por algunas partes de su cuerpo, claramente esta chica tenía frio, después de todo solo llevaba una camiseta y un pantalón, y yo llevaba mi única chaqueta de cuero y algunas cosas más.

Me acerque a ella y le intente dar mi chaqueta- ¡no quiero eso! – rugió al principio, pero después de estar insistiendo por varios segundos por fin acepto, después de entregarle mi chaqueta, o más bien el regalo de mi ahora amigo muerto Mauro, me fui a sentar en otro extremo de la cueva mientras dejaba a la chica en el otro extremo.

Al principio solo se me quedaba mirando y después se acercó a mí para hacerme un par de preguntas.

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Alguien te envió a buscarme? – me pregunto apresuradamente mientras se acomodaba al frente mío.

-Chica será mejor que no sepamos quienes somos-dije mientras bajaba la mirada para no verla directo a sus ojos.

La chica volvió a preguntarme todo otra vez, pero yo seguí sin responderle, en eso ella me apunto con una especie de daga, yo solo alce las manos para no provocar una pelea, ya que no quería matar a más personas este día.

Así que con las manos alzadas le dije- soy solo un chico que no proviene de aquí, solo vine aquí para buscar refugio y vine porque hice algo realmente terrible-ella se me quedo mirando y bajo la daga, pero no sin antes lanzarme una última mirada furtiva.

-Ahora te pregunto yo a ti ¿quién eres? Y ¿qué haces aquí? -le pregunte como si nada.

-Soy una dragona que busca un lugar donde esconderse, ya que odio a mi familia de mierda-dijo mientras se le salía un pequeño rugido.

Así que esta chica monstruo que se me presento en ese sueño era una dragona y la verdad, yo no era el mejor para culpar a esta chica de odiar a su familia, quien sabe tal vez su familia tampoco es muy funcional, no como la mía, que claro es una historia que se repite cada dos por tres, un padre no quiere a su hijo, por eso mata a su esposa y se suicida, claramente pasa día a día.

Nos quedamos unos momentos en silencio hasta que por fin la chica decidió romper el silencio.

- ¿Cómo te llamas? Me pregunto, en medio de la pregunta empezó a agarrar su cabello color berenjena y a peinarse, pero pasaron segundos y no le respondía, por miedo a que algo malo pase o tal vez que me llegue a reconocer por el nombre-así que no vas a hablar, está bien, para que cojas confianza voy a decirte mi nombre primero-dijo con una leve sonrisa en la cara-me llamo Susie-

Susie ese nombre me parecía bonito, pero lo malo es que no me dejo más opción que coger confianza con ella, ya que ella supuestamente ya me debería tener algo de confianza- Está bien me llamo Julio-

Pasaron segundos y ella procedió a hacerme otra pregunta - ¿Porque el iris de tus ojos es de color rojo? - me pregunto mientras mantenía su mirada fija en mis ojos.

La verdad es que ni yo sabía porque paso esto, pero a Jasón también le paso, así que debería ser algo normal entre las personas a las que les roban el cuerpo.

-Pues ni yo lo sé, antes eran de color ámbar, pero ahora son de color rojos por algo que paso-dije algo incómodo, yo al sentirme incómodo siento una extraña sensación, que es como si estuviera cayéndome de una silla y esta vez no era la excepción.

Susie después de escuchar esto dejo ese tema de lado y me pregunto otra cosa.

- ¿Cómo son tus padres? -me pregunto como si nada.

Yo me sentí aún más incómodo por la pregunta, pero aun así le respondí.

-Mi madre era la mejor, siempre me trataba bien-dije recordando todos los buenos recuerdos de mi madre, pero en eso se me paso por la mente el recuerdo de Joshua-Pero mi “padre” era una mierda, el mato a mi madre y se suicidó para dejarme solo, para siempre-

-Lo siento por tu madre, en cuanto a tu padre se merece lo peor, ojalá que esté sufriendo la peor de las torturas en el punto oscuro-dijo mientras se le salió un rugido que retumbo por toda la cueva.

-No creo que mi padre este en el punto oscuro-conocía el tema del punto oscuro y lo del campo de luz, pero como explicarle a esta chica que yo era uno de los “héroes de la profecía” y que mi padre estaba en el infierno.

Susie al escucharme decir esto se quedó un poco impresionada y se alejó un poco de mí.

-Así que, tú eres uno de esos héroes que vienen de la tierra… Wow, así que la profecía era verdadera-Susie estuvo divagando por varios segundos-Así que tú eres el Julio de la profecía-

-si claro-dije como si nada-Bueno lo siento por parar esta “bonita” conversación, pero necesito dormir ya que llevo casi todo el día escapando.

Susie me miro un poco enojada, pero después de varios segundos se dio cuenta de que ella también tenía sueño.

Yo solamente me acosté en donde estaba y Susie se durmió en otro lugar, a mí me estaba dando frio, pero sentí que Susie necesitaba más mi chaqueta que yo, así que no le dije nada y me fui a dormir con un frio enorme.

Ya en la mañana, yo fui el que se despertó primero, pero en cuanto empecé a caminar Susie se despertó, pero al verme solo se volvió a dormir.

Al verla detalladamente me di cuenta de algo que el día de ayer no vi y era que ella estaba casi que en los huesos, al ver esto decidí ayudarla, así que empecé a salir de la cueva en busca de comida y provisiones para la noche.