Un Amor Prohibido

11

Narra Susie.

- ¡Queeee! -grito alguien a lo lejos.

El grito fue lo bastante fuerte como para despertarme y para ponerme furiosa.

- ¡Pero quien mierda grita ahora! -dije muy enojada.

Salí del cuarto y encontré a Taneri riéndose mientras que Julio ponía una cara de furioso.

- ¿¡Qué coño pasa aquí!? -pregunte un poco enojada.

Taneri solo se seguía riendo; pero, en ese momento se siente un temblor a lo lejos, Taneri se asustó, por eso dejo de reírse y se puso seria. Yo solo seguía enojada porque me despertaron.

-El Devoratron está cerca-dijo Taneri un poco asustada.

Julio miro al suelo y luego se fue caminando al lugar en donde estaban las armaduras y los escudos, yo lo seguí ya que no tenía nada mejor que hacer y hablar con Taneri sería una clara sentencia de muerte para ella.

-Será mejor que nos alistemos-me dijo con un tono seco.

-No creo que esto nos ayudé contra un gusano gigante-le dije con ironía.

-Nunca se sabe-me respondió.

Julio siguió caminando hasta que por fin llegamos a la pequeña sala en donde se supone que están nuestras armaduras. Los topos nos hicieron probar varias armaduras rotas solo para ver una que se adapte a nuestro cuerpo, el de Julio fue fácil; pero, el problema fue cuando se dieron cuenta de que casi todas las mujeres topo eran planas y esa era una cualidad que yo no poseía o por lo menos no del todo.

Pasaron horas hasta que por fin encontraron una que me quedara bien; pero, al final lo lograron y supuestamente habían trabajado toda la noche, “O yo que sabré que hora será”, para hacer una armadura con las mismas cualidades que las que nos hicieron probar.

-Ohh, Julio, Susie, que bueno que estén aquí, justo acabamos de hacer sus armaduras y solo diremos que quedaron perfectas-dijo Terry mirándonos a los ojos.

Terry les ordeno a unos guardias que nos trajeran las armaduras y justo unos segundos después dos topos salieron con dos armaduras doradas.

Yo procedí a ponerme la armadura, pero esta se atascó un poco con mis pechos, así que Julio me ayudo con ese tema, después de ponerme la armadura pude ver los cálidos ojos de Julio viendo directamente a los míos. Julio al ver lo que pasaba viro la mirada y se fue a hacer sus cosas.

-Problemas con el que te gusta-me pregunto Terry.

-No sé si me gusta, tal vez es solo cariño que le tengo por haberme tratado tan bien este mes-dije seriamente.

-Tienes que decidirte rápidamente, hombres así no hay muchos, claramente hay gente que te lo querrá quitar, así que decídete rápido-me dijo Terry tocándome el hombro.

No sé lo que me pasa, porque estos días he sentido todo esto de repente “Yo no amo a Julio” me dije a mi misma “sal de mi cabeza estúpido, tú no tienes lugar aquí” me dije intentando reprimir una imagen mental de Julio.

Después de horas arreglándonos para la pelea por fin salimos del castillo y dos topos nos fueron guiando a donde ellos creen que se encuentra la guarida del Devoratron.

-Tengo un muy mal presentimiento de esto-me susurro Julio.

- ¡Si como sea! -dije intentando sonar enojada.

Julio al ver cómo me comporte decidió dejar de hablar y seguir con el trayecto, hasta que por fin llegamos al lugar en donde se supone que esta la guarida.

-Bien los dejamos aquí, nosotros no nos podemos quedar aquí mucho tiempo-dijo un topo.

-Tengo una última cosa que decirle a la dragona-dijo un topo antes de irse.

Yo solo asentí con la cabeza para que dijera lo que tenga que decir.

 -por favor, no tires ni una bola de fuego, porque si lo haces todo explotara y caerá-dijo el topo sonando serio.

Los topos se fueron y nos dejaron solos a Julio y a mí. Todo parecía ir bien, el Devoratron no aparecía y tampoco había señales de él.

-Susie, hay algo que quiero decirte-me dijo Julio parándose y acercándose a mí-Si no logramos salir vivos de esta, quiero que sepas, que…-

Toda la cueva empezó a retumbar y sentía como algo enorme se acercaba a nuestra posición Julio se dispuso a agarrar su escudo y alistarse para la batalla. Yo hice lo mismo y me pegué a Julio, solo por precaución.

Narra Julio.

Susie se había pegado a mí y me empecé a sentir cada vez más raro, aunque creo que eso es solo porque siento como su cola se mueve de lado a lado, ya que Susie por accidente puso su cola por mis piernas.

Se escuchaban como caían rocas por todas partes, cada vez se escuchaban mas cerca y cada vez se escuchaba movimiento, hasta que paro y de una pared salió el Devoratron, se llevó todo a su paso y también intento hacer lo mismo con nosotros, pero yo empuje a Susie y claramente al hacer esto me abalance sobre ella para que los dos salgamos del rango del Devoratron.

El Devoratron volvió a hacer una embestida y otra vez lo esquivamos, cada vez se iba haciendo más rápido y esto hacia que ni siquiera pudiéramos ver muy bien su aspecto. El gusano solo seguía haciendo embestidas, hasta que dejo un campo de batalla bastante amplio y de la nada se detuvo.

El Devoratron tiene aspecto como de gusano con ojos, con pinchos enormes, es café y su piel parece indestructible.

Los ojos del Devoratron se encendieron y se pusieron de color rojo-he esperado muy paciente tu llegada héroe-hablo mágicamente ya que su boca estaba cerrada.

- ¡Porque todo el mundo cree que soy un héroe! -dije un poco enojado-Derrote a Jasón salve a Whinder-tome una bocanada de aire, aunque no había mucho, ya que cada vez me asfixio más y- ¡Yo no soy un héroe! -le grite.

Los ojos del Devoratron se volvieron a encender-Como tú digas, de todas formas, esta será tu sentencia de muerte-

Al terminar de decir esto el gusano se abalanzó contra mí y no me dejo más opción que esquivarlo; pero, al hacerlo el me pego con su cola, esto provoco que me caiga. Susie al ver que se distrajo conmigo se dispuso a clavarle su espada; sin embargo, esta no le hizo nada y la espada solo reboto.




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