La alarma sonó provocando que saliera de los brazos de Morfeo. Al despertar me di cuenta que era tarde ya mi madre se había ido al trabajo, hice idea de tumbarme de nuevo en la cama, pero recordé que tenía que hacer unas cuantas cosas. Así que me levanté.
Al pasar unos minutos había salido del baño, me dirigí hacia la cocina a tomarme una rica taza de café, mi día no empezaba sin una taza de café ya era adicta a su aroma.
En ese momento sonó me celular, era una llamada de mi madre.
-Manuela tenemos que hablar, quiero que estés en la casa cuando llegue.
-Dime ¿Pasa algo?
-No te asuste cariño.
-Al menos cuéntame algo madre, no me dejes así.
-Cielo te contaré cuando llegue a casa, bay, besos cariño.
Mi madre colgó y me dejó en suspenso quería saber que me iba a decir, pero por más que le daba vueltas a la situación no tenía ni idea de qué podría ser.
Ya quería que llegara, uno de mis mayores defectos es que no puedo esperar, me desespera no saber que tendrá que decir, mi madre.
Cuando me encontraba ensimismada, timbro mi celular, al ver la pantalla una sonrisa se poso en mi rostro era un mensaje de mi mejor amigo Itham.
-Te extraño amorcito, pronto regresare y no te escaparas de mí.
-jajajaj… ya quiero que vuelvas Itham te tengo que contar todo lo que me está sucediendo.
-Sé que no puedes vivir sin mí, soy indispensable para ti.
-Hare como que no leí esa parte.
-Haz lo que te apetezca, hablamos luego y ten presente que regresare.
Itham es único siempre ha estado conmigo en mis peores momentos y no se ha ido, él conoce todos mis secretos y no me juzga. Además, fue mi soporte cuando pase por ese momento tan terrible.
Con solo recordarlo me ponía mal, aprendí a llevar el dolor conmigo. Estaba segura que siempre cargaría con ese peso.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando vi a Lucas a través de la ventana se veía tan lindo, era perfecto, creo que alimentaba mis delirios erotomaníacos, pero no estaba mal somos felices a nuestra manera. Mientras no le hiciera daño a nadie podía seguir soñando y quizás tratar de hacerlo realidad.