-Qué decidiste?
-Lo siento, no puedo irme contigo, tú más que nadie sabes lo que este lugar significa para mí, si me fuera contigo, aunque sea por un tiempo faltaría a mi promesa y no estoy dispuesta a faltar a mi palabra, además tengo otras cosas que hacer. Te aseguro que estaré bien ya no soy una niña me sé cuidar muy bien.
-De eso no tengo dudas siempre serás mi niña, aunque crezcas, siempre me has demostrado ser una persona muy madura. Me voy un poco triste porque no vienes conmigo, pero por lo demás me voy feliz, sé que estarás bien. Así que ayúdame a hacer las maletas, mi vuelo sale a 12 y ya son las 9 de la mañana.
Me sentí afligida mientras hacia las maletas de mi madre ya la estaba extrañando y ni siquiera se había ido, iba a hacer muy difícil su ausencia, pero tendría que afrontarla con coraje.
Ya eran las 10:30 cuando salimos de la casa con rumbo al aeropuerto estaba rogándole a Dios que el tráfico no estuviera tan mal porque si había tapones llegaríamos tarde, mi madre estaba manejando con toda la calma del mundo.
Llegamos y vi como mi madre se alejaba poco a poco y mientras eso sucedía mi corazón se llenaba de tristeza era imposible no sentirme triste tendría que quedarme sola por un tiempo y en verdad me aterraba un poco. Aunque amara la soledad.
Decidí poner el auto en marcha tenia que regresar a casa, mientras conducía se me ocurrió llamar a Lucia tenia que decirle que por el momento tenia auto, cosa que la mataría de envidia, fue imposible no reírme en ese instante me sentí malvada.
-Hola Lucia, ¿cómo estás?
- ¿Que extraño, te sientes bien?
-En verdad no estoy feliz pero tampoco triste.
-Wao! Que respuesta me sorprendes día a día.
-Perdón, lo que sucede es que mi madre tuvo que viajar por cuestiones de trabajo y me he quedado sola.
- ¿Qué? Y dime te dejo el auto.
-Claro en este momento voy rumbo a casa.
-Te envidio amiga, mañana iré para dar una vuelta.
-Jajaja ni lo pienses es el auto de mi madre.
-Porque eres tan aburrida Manuela, bay, mi hermano me está llamando. Cuídate.
Colgué el celular y aumenté la velocidad ya que el cielo estaba mandando un mensaje de que llovería pronto. Al llegar me estacioné y entre a la casa, tenia un poco de hambre y decidí hacer un batido de papaya era mi preferido, al terminar me recosté un poco en el mueble de la sala quedando dormida.
El sonido de mi celular me despertó, era un mensaje de mi madre, decía “acabo de llegar estoy un poco cansada mañana te llamo para conversar, cuídate un beso mi reina”. Al terminar de leer observé la hora, era muy tarde, dormí demasiado ya eran la 7 de la noche.
Me levante en dirección al baño para tomar un rico baño, busque ropa en mi closet al acabar de vestirme me dieron ganas de escribir entonces me puse a buscar mi libreta, pero el timbre me interrumpió. ¿Quién será? Mi madre les había dicho a sus amistades que no estaría en casa.
Al abrir la puerta me llevé una sorpresa increíble, era Lucas, estaba en mi puerta, en ese momento creí estar viendo alucinaciones, pero no, era él tenia una caja de pizza en sus manos y me sonreía.
Perdón por la tardanza he estado enferma. pero gracias a Dios me estoy recuperando.
Gracias por leerme, es muy importante su apoyo para mí, un abrazo enorme y cuidense mucho.
Pronto la situación mejorará debemos de confiar en Dios.
Mil gracias por su apoyo.