CAP3: PRIMERA IMPRESIÓN

SEIJI YAMAMOTO

- ¿NO DIJISTE QUE SERIA UN MOMENTO???- le grite a Erick, estaba tan estresado porque nunca me imaginé que mi ayudante planearía algo tan cruel a mis espaldas. Planear que estuviera 4 malditas horas sentado escuchando y viendo como las mujeres se me estregaban en la cara y sobre todo soportar sus comentarios fuera de lugar.

Las mujeres son para mí una taza que con el pasar del tiempo se va manchando o rompiendo, a veces me dolía saber que muchas mujeres son víctimas del abuso o incluso, cosas peores solo porque los hombres buscan saciarse. Por eso me molestaba que las mujeres se me estregaran. ¿acaso ellas no sentían pena?

-vamos amigo, todo era un malentendido- dijo Erick con una suma vergüenza

-olvídalo ya no quiero pensar en eso, mejor trae café- dije mientras me acomodaba en el auto -tenemos un pequeño problema- volteé mi cara al instante porque ese tono ya lo conocía

- ¿Qué pasa? –

-tengo que ir urgentemente a la editorial-

-estas de joda cierto-

- al parecer hubo un inconveniente en las impresiones, te importa si vas a un café que está aquí cerca? - no tardare en volver- dijo Érick, dándome una mirada de suplica

-bien. iré, pero no tardes porque ya sabes qué pasa cuando me hacen esperar-

-sisisisi no te preocupes no tardare- dijo sacándome del auto

-te veo en un rato, disfruta de tu café, adiooos-dijo a toda velocidad desapareciendo de mi vista sin dejarme decir algo, estaba en shock por esa actitud tan imprevista.

Ahora que estaba solo en esta calle, no tenía más opción que ir a la cafetería que nombro Erick, camine un rato hasta que al fin encontré un gran letrero de colores, eche un vistazo y se veía algo lleno y eso significaba riesgo a ser reconocido así que saque un cubrebocas de mi bolsillo junto con mis gafas de escritorio que siempre uso.

Me coloque la capucha de mi abrigo para tratar de no ser reconocido, respire hondo y empuje la puerta, pero joder no me esperaba que tuvieran una campana con eso me lleve toda la atención, apurado voltee la cara y seguí directo a la mesa de servicio sin mirar a nadie. No podía correr el riesgo de ser reconocido por que me metería en bastantes problemas.

Había fila por lo cual tuve que hacerme el idiota y mirar el suelo, esto era riesgoso pero el idiota de Erick tuvo que irse y dejarme aquí votado.

HANNA

Hoy era un día bastante bueno, había más gente de lo común y mucha gente nueva, Lin estaba encargada de las mesas y yo de la registradora y los pedidos.

-bienvenido que le gustaría llevar- dije mientras terminaba de empacar un pedido

-podría darme un express- era una voz bastante masculina, alce mi vista y dios mío era un hombre bastante lindo, tenía unos ojos cafés, era muy alto y delgado, no pude ver su cara por el cubrebocas que llevaba puesto pero nunca en mi vida había visto un hombre con un aspecto tan perfecto.

Estaba tan entontada que ni recordaba que estaba en el trabajo hasta que una mano me toco el hombro a toda prisa -hanna que estás haciendo, el chico tiene prisa- me dijo Lin y en ese momento reaccione.

-discúlpame- dije apurada mientras tomaba la laptop con mis manos – que desea llevar- dios mío que pena este momento.

El chico sonrió y se acercó bastante a mi cara

-un expreso señorita- dijo mirándome a los ojos y dándome una media sonrisa.

-cla-cla-claro- que demonios? porque estaba tartamudeando