Era una noche muy fría en california, para estar a mediados de julio hacia un frio tremendo, mi cumpleaños número 16 seria dentro de poco, exactamente el 23 de julio, a mí se me ocurre nacer en pleno verano, aunque por una parte es bueno porque la gran mayoría está de vacaciones así que no hay pretextos para celebrar algo con los amigos o la familia. Ahora me encontraba sentada en la playa de Santa Mónica en plena noche esperando a que benjamín llegara, me había mandado un mensaje para que nos viéramos en la playa, el terminaba su turno a las nueve de la noche, los veranos trabajaba de guardavida en la playa, a pesar de tener 17 años sabía nadar como todo un profesional, era algo que siempre me encanto de él, siempre le decía que era un chico pez, porque podía pasar horas y horas en el agua y no se cansaba.
- ¿pensando en la inmortalidad del cangrejo? - un hermoso chico de ojos color turquesa se sentó a mi lado dedicándome la mejor sonrisa que había visto en mi vida.
-algo así -sonreí- pensaba en lo mucho que te gusta el mar y nadar, sigo pensando que quizás eres un sireno.
-un hermoso sireno a decir verdad, así que ¿estabas pensando en mi entonces? - sonrió coqueto a lo que provoco que mis mejillas se sonrojaran y mordiera mi labio inferior por inercia.
-no estaba pensando directamente en ti, estaba pensado en que eres un pez, y que te gusta nadar y…-hablaba muy rápido y el comenzó a reírse- de que te ríes tonto.
-de que me encanta cuando te pones nerviosa-
- ¿y quién te dijo que estoy nerviosa?, estas equivocadas niño pez-
-primero que todo, cuando te pones nerviosa comienzas a hablar rápido y tus mejillas se pones rojas como tomate- dijo mientras su mano derecha tocaba mi mejilla izquierda- y te muerdes el labio también cuando te pones nerviosa, te conozco más a que a ti misma pequeña amy-
Nos miramos fijamente a los ojos, y él tenía razón en algo…me conocía más que a mí misma.
Un pequeño apretón de mano me saco de mi trance y de aquel recuerdo que paso fugazmente por mi mente, uno de los recuerdos que atesoraba con mi alma y que fue reemplazado con un nuevo recuerdo que acabo de ver y que se guardó inmediatamente en mi mente y en mi corazón…la persona que se decía llamar mi mejor amiga se estaba besando con el chico que se había robado mi corazón desde el primer día de clases de primaria.
-hola chicos, adivinen a quien me encontré camino para acá-dijo eufórica mi amiga, logrando captar la atención de todos en aquella mesa.
-No… puede… ser-noah me había quedado viendo asombrado y se levantó de golpe agarrándome entre sus brazos y dándome vuelta como un loco provocando una risa de mi parte- ¡Amy!, pequeña Amy eres tú.
-sigues igual de loco noah- reí una vez que me dejo en el suelo.
-me gustaría poder decir lo mismo de ti, pero querida amy…aunque sigues igual de pequeña, déjame decirte que estas deslumbrante- puso una mano en su pecho y me hizo una reverencia asiéndome sonrojar- y aun te sigues poniendo roja.
-yo le dije lo mismo-dijo jess- esta bellísima, creo que el aire europeo le sentó de maravilla, pero ven siéntate- jess me tomo de la mano y me hizo sentarme en medio de ella y noah, diagonal a mi estaba Jaden quien me saludo con la mano y le sonreí de vuelta, y frente a mi estaba samantha con benjamín quien me miraba de una manera extraña, curve mis labios en un intento de sonrisa y luego baje la mirada a mis manos.
Se formó un silencio demasiado incomodo que me hizo replantearme si estaba bien que hubiera venido, siento que con Noah y Jess todo siguiera igual, incluso con Jaden, pero con Sam y Ben…las cosas se notaban algo tensas, sobre todo con samantha que desde que llegue note su mirada cargada de odio y no entendía por qué si que yo sepa no le he hecho nada. Jess y Noah fueron a pedir la comida dejándome sola con los demás, me sentía fuera de lugar, me concentre en mis manos hasta que Jaden hablo para romper un poco el tenso ambiente.
- ¿Cómo has estado Amy?
-bien-alcé mi mirada para esta vez mirar a Jaden- un poco cansada del viaje y aun no me acostumbro al cambio de horario, pero todo bien gracias, ¿y tú?
-bien igual gracias, el cambio de horario debe sentarte fatal-rio levemente-
- ¿Cuánto es la diferencia horaria entre España y california? - pregunto jess sentándose a mi lado, más atrás venia noah con una bandeja llena de comida.
-9 horas-respondió noah por mi mientras dejaba la bandeja en la mesa- es mucho en realidad, ¿no te sientes rara por eso?