Ahora, ya no quiero sentirme como Say yes to heaven de lana del rey, ahora, ya no quiero confiar en nadie más.
Alguien mató mis esperanzas, mi casi algo acabo con mis ganas de tener algo real con alguien.
Nosotros no elegimos de quién enamorarnos, nuestro corazón lo hace y muchas veces hace que nos enamoremos de las sonrisas más falsas que puedan existir.