Un contrato y un error

7/ No soy tuya

Pov Thais

Subí al carro y ese odioso me miro con cara de asesino, ¿Qué le pasaba?, en serio que era muy extraño.

-No vas a decir nada—dijo Jin mientras manejaba, no queremos que yo me accidente.

-Y que tendría que decir—el me miro—ponte a ver al frente—ordene. Inmediatamente paro el carro— ¿Estás loco o qué? —dije enojada.

-Sabes, por primera vez te veo linda—no entendía lo que estaba diciendo—lo que quiero decir es, que te vez linda cuando estas enojada.

-Debería alagarme o que.

-No lo sé—es un tonto, como me gustaría darle un golpe en su hermosa carita.

-Mejor sigue conduciendo, no quiero llegar tarde a casa—mire por la ventana, la luna era hermosa, la noche estaba cayendo más rápido de lo normal— ¿qué horas son?

-No lo sé, no traje mi teléfono.

-Yo tampoco lo traje se me quedó en mi carro—miré al reloj del carro, apuntaba las 9 en punto. Suspire—estoy llegando tarde a casa. Conduce ¡¡Porque carajos no conduces¡¡

-Ya te lo dije, te ves linda—lo miré.

-Así vamos—bajé del carro y empecé a caminar por las calles.

-¡¡No querrás repetir lo de ayer¡¡ —grito a mis espaldas—estas calles son peligrosas, están llenas de borrachos y vagabundos. ¿No conoces tu ciudad?

Me vire quedando en frente de él.

-Entonces llévame rápido a mi casa—sentí que alguien topo mi hombro y me sobresalte ante el contacto. Me vire y tenía en frente a un borracho.

-Señorita, hip—hipo y apestaba un poco a alcohol—vamos a mi casa, hip, ahora mi mujer no está—lo último lo dijo casi en un susurro.

-La señorita está conmigo—dijo Jin poniéndose delante de mí.

-Comparte, hip, podemos hacer un trío—el señor tiene una mente retorcida.

-No acostumbro a compartir lo que es mío—ahora que se cree, que soy un objeto o que—además es mi prometida—dijo y me acerco a él.

-Váyanse a la mierda—dio un paso y se cayó. Se levantó con un poco de dificultad, me miro y sonrió.

-Aunque pensando por todo lo que me has hecho—dijo Jin refiriéndose a mí—puedes llevártela—me separo de él y me tiro al borracho.

-Jin ¿Qué haces?

-Trato—mire a Jin preocupada y el solo se rió—esta va a ser tu mejor noche—el hombre lo dijo cerca de mi oído.

-Rectificando ella es solo MÍA—me tomo del brazo y me jalo.

-Ya basta que haces—me tapo la boca—Mmmm.

-Cállate o quieres estar con el borracho—en ese momento me calme, prefería estar con el bipolar que con el borracho.

- ¿Qué haces?

-Ya nos vamos, espérame aquí te voy a traer a otra chica—dijo Jin y empezamos a caminar hacia el carro, el señor solo se nos quedó mirando.

- ¿Qué fue eso?—dije cuando dejo libre mi boca.

-Que no viste o eres ciega—negué con mi cabeza—lo que me faltaba además de fea eres ciega.

- ¿Qué tenía?

-En su bolsillo tenía una navaja—mi boca se abrió del susto—sube al carro y espérame aquí.

Subí al carro y Jin se fue hacia donde el borracho, le dijo algunas palabras que no escuche y luego vino a donde estaba el carro.

-Listo, ya nos podemos ir—dije preocupada— ¿qué le dijiste?

-Que yo te iba a dar tu mejor noche y otras cosas más.

-Jaja eres un bromista—el me miro.

-Dime, tengo cara de uno—negué con la cabeza—entonces ya nos podemos ir.

(...)

Llegamos a mi casa.

-Ya hemos llegado, no te olvides de ir mañana a retirar tu carro—hablo Jin.

-Si—conteste.

-Baja, yo tampoco quiero llegar tarde a mi casa—dijo imitando mi voz.

-Eres un...

-Ahora que soy, un tonto que salvo tu vida o un bromista.

-No lo sé, tienes de todo un poco—bajé del carro—oye será que tu...puedas traer mi carro—sonreí.

-Claro que...—se quedó pensando un rato—está bien.

-Excelente—saque las llaves del carro de mis bolsillos—estas son las llaves—empecé a caminar hacia la casa, pero Jin no se iba, lo mire.

-¡¡No me iré hasta que entres¡¡ —abrí la puerta de la casa.

- ¿Dónde estabas?

-Yo...estaba con Karen—mis mejillas se sonrojaron—estaba...

-Eres una mentirosa—cogió mis mejillas—y a mí no me gusta que me digan mentiras. Ahora te lo repito ¡¡¡¡Con quien estabas¡¡¡¡—no conteste—quieres que te castigue pues eso hare.

-¡¡No por favor¡¡—me agarro del brazo y me iba a llevar a aquel lugar—¡¡¡Para por favor¡¡ —gritaba, pero no me hacía caso, además si le decía con quién estaba de seguro me iba a insultar diciendo que era una zorra.

-¡¡Estaba conmigo¡¡ —grito Jin.

-Con que con el estabas—me tiro al piso, tan brusco que me golpeé la cabeza y empecé a sangrar— ¡¡eres una maldita zorra¡¡ Adivina ¿Qué diría tu papa? Diría que su hija es una zorra y una mentirosa—me iba a golpear.

-¡¡Para¡¡ —le detuvo Jin.

-Por favor vete—me pare y comencé a empujar a Jin—vete—mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

-Como permites que te trate así.

-Solo vete, empeoraste las cosas.

-¡¡Thais¡¡

-Vete, ¡¡Lárgate¡¡

-Ven a acá—dijo mi mama—1...2 y 3—me agarro del brazo—así que andas de zorra. Pues ahora te vas de la casa.

-No por favor, sabes que no tengo a donde ir—se comenzó a alejar— ¡¡Mama¡¡ —grite. Se dio la vuelta.

-No me llames así, yo no soy tu madre y TU dejaste de ser mi hija hace mucho tiempo.

-Por favor—me dio una cachetada. Comencé a llorar. Ella se fue y yo quede llorando en la sala.

-Oye...

-¡¡Lárgate¡¡ lo único que haces es empeorar las cosas, todavía seguiría viviendo aquí si no fuera por ti.

-Ven conmigo...ven a vivir a mi casa.

 

 

 

 

Saben, llore escribiendo este capitulo. Soy muy sentimental y pues...esta novela me hará votar alguna que otra lagrima. Los amo.

 

 




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