04 de octubre
Voz omnisciente
Hace un día había sucedido la muerte de Lazy, su casa se invadió de medicina
legal y policías. Empezaron a revisar cada parte de la casa en especial su
habitación, para poder empezar del porqué Lazy se había suicidado. Sus cosas
estaban perfectamente ordenadas así que todo lo debían revisar.
Había pastillas para dormir al parecer medicadas. Labial, maquillaje y demás,
muchos libros y su ropa ordenada, nada estaba fuera de lo normal. En su mesa
de noche había una libreta, al parecer podía ser de cualquier cosa, pero al abrirlo
se dio cuenta que era un diario personal.
“4 de abril 2015, hoy tuve mi primer “ataque de irá” o eso es lo que dice mi
madre, no recuerdo nada de lo que pasó, solo sé que mientras discutía con ella,
la puerta del baño me lo vi en la cara y me golpeó el rostro.
Todo se nublo y se puso blanco, por más de un rato mi madre tenía el cabello
desordenado y yo tenía la parte de al lado de mi cabeza sucia de sangre, ella
por en cambio me miraba con odio, porque al parecer la había lastimado, pero
sé que nunca fue así”
“10 de julio 2015, mientras dormía, el aire se me estaba yendo, sentía una
presión en mi cara. No sé qué es lo que sucede, solo puede ver la silueta de mi
madre con una almohada, ya que luego perdí la consciencia”
“2 de marzo 2016, mi madre volvió a estrangularme, solo por dejar caer su
preciado cuchillo. Me soltó porque había llegado mis abuelos y tuve que
esconderme en mi habitación casi todo el día, ya que veía el rostro de ella frente
a mi”
“18 de noviembre 2016, Cartas a mi madre
Estoy en entrada de la puerta de mi casa donde vivo llorando, pero no
físicamente, es más emocional. Esos llantos que toca ahogarlos para que no te
pregunten que te pasa. Nunca he Sido alguien envidiosa de las cosas de otros,
pero en estos momentos, mi vecina de enfrente está con su hija dándose el afecto
que quizás yo nunca voy a recibir de mi madre o quizás mucho menos de mi
padre. ¿Cómo se siente esos abrazos cálidos? ¿Cómo se escuchará un “te amo”
de la boca de mi madre? No lo sabría, nunca los he recibido, por el contrario,
solo puedo escuchar los “estoy decepcionada que estoy de ti”. Pueda que para otros eso es tan normal, pero ojalá no lo fuera. Siempre quería tener los brazos
de mi madre, aquellos que se suponía que me haría sentir a salvó, pero en
realidad, cada que la siento cerca, prefiero evitarla ya que solo se la vive
criticando mi vida.
Que horrible se siente ver a tu madre ser más bien una sombra y no lo que
debería ser”
“21 de diciembre 2016, ¿por qué mi madre no me quiere? ¿por qué solo me
maltrata? Hoy mientras descongelaba el pollo me empujó y caí al suelo y solo
se reía de mí, mientras mi pobre corazón lloraba desesperado, porque solo
deseaba que ella me amara y lo que más me lastima, es que mi papá todo lo ve
y no hace nada”
“1 enero 2018, ha pasado tanto desde que no te escribo, lo sé, no quería volver
a escribir otro “ataque de irá” como lo dice ella. Ya los golpes han dejado de
doler, ya no suelo llorar como cuando era que me cacheteaba, me prohibía
jugar con otros niños, aruñaba mi piel, pellizcaba, gritaba y quemaba. Ya dejó
de doler, no como cuando tenía 5 años y me dejó votada en un centro comercial,
y luego volvió como una loca mentirosa, diciendo que se le habían robado a su
hija, ya que venía junto con la abuela. Tampoco ya no me duele como me llama
gorda, fea, o estorbo, porque a la final tiene razón, solo soy una carga más”.
“Conocí a un muchacho…”
—¿Encontraste algo? —le hablan al policía— ¿Qué estás haciendo, López?
Sabes que no puedes leer cosas como estás.
Aquel policía no sabía que responder y no por la pregunta, sino por aquellas
letras de ese diario.
—Se que soy el nuevo, pero deben detener a la madre, es una maltratadora.
—Debes tener cuidado con lo que dices, solo era una adolescente con depresión.
Podría culpar a cualquiera de lo que le sucede, así que bajemos, aquí no hay
nada nada, llevaremos esto a que lo revisen.
El policía tenía razón, pero nuevo, no podía hacer mucho, y no sabía si la otra
niña corría el mismo peligro que Lazy. Isabella, no paraba de llorar tuvo que su
abuela darle calmantes para poder dormirla, aunque ella tampoco asimilaba la
muerte de Lazy.
A medicina legal había llegado un informe y no era cualquiera. Hace dos
semanas Lazy se había hecho una interrupción, Lazy había estado embarazada.
Esto ya no sonaba bien, las marcas, el suicidio y ahora una interrupción, cada
que pasaban los minutos salía algo nuevo. ¿Qué era lo que estaba sucediendo?
Los médicos tampoco entendían lo que estaba pasando y todo se estaba tornando
oscuro y turbio.
—Encontramos una libreta, al parecer es el diario de ella.
—Yo lo leeré, mientras ustedes terminan con el cuerpo, así ahorrar tiempo y
saber que sucedió.
Entre más leía, más quedaba impactado ya que no se trataba de un suicidio, de
cómo había apagado el sufrimiento.
“Conocí a un chico de manera extraña, cuando me arrollo un auto. Desde ahí
empezó a enviarme mensajes al teléfono de Isabella, aunque no quería verle,
era muy chistoso y siempre preguntaba cómo iba mejorando mi pie y eso, eso
estaba haciendo que yo sintiera la necesidad de hablarle. Paso unos días y
empezamos hablar desde mi teléfono, así eran mis días. Sentía que por primera
vez alguien se interesaba en mí de verdad y eso se sentía muy bien. Al cabo del
mes, ya salíamos, ya había todo lo posible rogándole para volver a vernos, y
eso empezó a cambiar mis días de mierda y tristeza que cargaba con mi familia.
Sentía que, a pesar las disputas y enfrentamientos con mi madre, él hacía cosas
para que me olvidara de todo. A los dos meses, ya habíamos ido a muchas
partes, una de ellas, me pidió que, si podía ser mi novio, y obviamente le dije
que sí, aun así, no conocía a su familia, ya que nunca estaban y era cierto, cada
que iba no estaban, aun así, no me importaba si no conociera a nadie, solo
deseaba estar con él, porque solo el e Isabella, me hacían sentir querida.
Habíamos estado juntos, y me tomo de la manera más dulce y linda que pude
haber imaginado. Cuidó cada parte de mí, me hizo sentir que yo valía la penas,
el me lo estaba demostrando y eso quería para toda la vida. Tengo guardado
en mi cerebro cada día en el que pase con, en las veces que me vio llorar, reír,
comer y discutir, sobre todo ser solo suya, era lo que más deseaba y el me lo
otorgaba.
El corazón se me hizo pequeño al salir de su habitación y encontrarme a mi
psicóloga en esa casa, aquella que había dicho que había mejorado y claro,
había mandado a su hijo hacer mejor su trabajo, así que decidí terminarle, ya
que nunca esperaría que me mintiera. Si tan solo me hubiese dicho la verdaddesde un inicio, las cosas fueran diferentes, aún estuviera con él, pero las
mentiras no las tolero.
Había pasado dos semanas y los pezones habían cambiado de color y eso era
muy extraño, y de paso me dolían mucho, diría que demasiado. Así que decidí
hacerme la prueba, y salió positivo. El nervio me invadió, no sabía que hacer,
ya que aún no tenía un trabajo, así que decidí interrumpir el embarazo. No tenía
nada que ofrecerle, ni siquiera amor, ese nunca lo había recibido. Llegó el día,
me hicieron quitar todo y me colocaron una bata, gorro para los pies y para el
cabello.
No estaba nerviosa, no tenía miedo, solo me asombre a ver la cantidad de
mujeres que también estaban ahí. Llegó mi turno, me acostaron en una camilla,
me subieron las piernas para quedar demasiado abierta, mientras en mi vagina
colocaron un especulo de metal, para que pudiera estar lo más abierta posible.
Había un monitor como los de ecografías, pero este era distinto ya que tenía
unos tubos, así sabrían dónde se encontraba el feto.
Empezaron a meter un tubo plástico, que al primer tirón me dolió como la
mierda, las lágrimas salían de mí, porque no me imaginaba que doliera mucho.
Al segundo sentía que ya no podía continuar con esto, pero ya era tarde, ya
había empezado y debía terminar, eso era lo correcto. Cada tirón me hacía
arrepentirme de todo, y sentirme más mierda, sabía que me había merecido
todo esto, porque no valía la pena mi vida, mi madre se había encargado de
recordarme lo cada día de mi vida. “Dios duele mucho escribir estas palabras”
mientras el mundo se me estaba yendo, el médico solo me pedía que me
calmara, pero ¿Cómo calmarme? Si esto dolía como la mierda. Al salir del
hospital, mi alma se quedó en él, busque a Damián a contarle las cosas, pero
solo me veía con tristeza, y así no quería que me viera, así que le pedí que se
fuera y así lo hizo, cuando en realidad necesitaba un simple abrazo, en ese
momento supe que el mundo se me había acabado”
El auxiliar no sabía que decir, no sabía que más esperar. Todo era una explosión,
una muy fuerte. Las cosas empeorarían y estaba pasando, Lazy estaba solita do
lo que en vida se había callado. Lazy había sufrido horriblemente.
27 de septiembre 2018
Lazy
No sabía si esto era lo correcto, pero supongo que es una solución viable. ¿Qué
voy a hacer con un bebé, cuando ni siquiera puedo resolver mi vida de porquería? Estar sentada en este centro de salud dónde me harán la interrupción,
me tiene ida, algunas por el contrario estarían nerviosas, sin embargo, yo solo
cargaba melancolía dentro de mí, aquella que apareció cuando marcaron
aquellas dos líneas rojas en la prueba de embarazo…
—Lazy Valverde —me habla una enfermera y asiento mientras me pongo de
pie.
Los pasillos eran demasiado estrechos, más bien parecía un laberinto. El hecho
de que las paredes fueran de color verde mente me hacía marear, más que el
lugar se sentí muy frío.
La mujer abrió una puerta de ojo de pescado, como la de quirófano. Al abrir la
puerta, sentí un asombro al encontrarme la gran cantidad
de mujeres que se encontraban en ese lugar, de muy jóvenes hasta muy adultas
vestidas con batas quirúrgicas. Me pide la enfermera que llene unos documentos
y me quite la ropa y le entregué mis pertenencias.
Quizás no quería estar ahí, era lo que repetía mi cerebro mientras me quitaba
todo, quizás en el fondo quería una vida junto con ese bebé, pero ya era una
decisión tomada y daba por hecho, y no la cambiaría, porque ya estaba aquí y
debía asumir la responsabilidad. Le entrego mis pertenecías a la enfermera y me
pidió que me sentará en uno de los sillones cómodos que estaban a unos dos
metros, dónde estaban algunas de las mujeres con catéter y líquido puestos. Me
senté al lado de una chica un tanto bajita, al igual como yo, pero usaba lentes y
era de raíces negras. Me recibe con una linda sonrisa, cuál también regreso en
forma de saludo.
La enferma vuelve para ponerme el mismo líquido que a ellas y me hace poner
dos pastillas debajo de la lengua para que el procedimiento vaya siendo
acelerado “el feto irá desintegrándose, así que si ven sangre cuando tengan ganas
de ir al baño, es normal” y con eso se va.
—Si llegan a tener dolores o cólicos, es normal —nos dice la enfermera que está
en un escritorio frente a nosotras.
—Tu, ¿Por qué estás aquí? —me pregunta la chica de al lado.
—Siento que no es el momento de tener un bebé, ni siquiera se cuidar de mí
misma —sonrió a medias—. ¿Y tú?
—Bueno, aún lo estoy asimilando —piensa—. hace tres meses estuve en la casa
de mi exnovio y estaba, pero muy muy tomando, sin embargo, yo quería pasar
tiempo con él, ya que tenía mucho sin verle —mira al otro lado—. y lo extrañaba
mucho, sin embargo, salimos de su casa y nos quedamos en unas cuadras más atrás y ahí empezó a fumar un cigarro, mientras lo veía —se ríe triste—. cuando
terminó, lo piso y me pidió que me voltear, que ahí me iba a coger, sabes, sentí
miedo, pero en verdad lo quería, así que decidí no protestar y solo voltearme,
porque solo quería que el sintiera que yo haría todo por él.
El tacto de su piel era horrible, me lastimaba, y dentro de mi llore, pero lo
amaba, y no quería que pensará que no era así. Al rato sentí que se había quitado,
y Vi que se sacudía, y lo único que me dijo es que no fuéramos a dormir, más
cuando le pregunte que si se había venido en mí y me dijo que no, solo siguió
caminando y no miro si lo seguía o no, el dolor era inmenso, porque nunca me
dijo que me amaba y yo por él estaba dándole mi alma. Al pasar unas semanas,
el periodo no me llegaba y me hice una prueba en su casa, y salió positiva, pensé
que ambos buscaríamos la solución, pero su respuesta fue “ese bebé no es mío”
y me echo él y su mamá de su casa, dejándome el corazón destrozado —se le
salen lágrimas y se las limpia—. por eso estoy aquí, porque nunca sabré como
lidiar con un bebé que no lo quisieron y a mí solo me usaron.
No sabía que decir, no tenía palabras correctas para ella, porque lo mío era algo
muy distinto, yo no tenía el mismo caso y solo nos quedamos en silencio.
La llamaron para que pasara, ya que era su turno y solo me dijo “sabes, debemos
ser felices después de esto” y así se fue con una linda sonrisa al quirófano,
mientras yo asimilaba todo.
Había pasado apenas 17 minutos, ya había morado demasiado el reloj que había
en la pared, y empezó sentirse el ambiente triste y desolador, los médicos
empezaron a correr al quirófano, y mi corazón estaba asustado, porque algo
malo estaba pasando, y así era, ella volvía en la camilla con varios enfermeros
por esa sala sangrando en sus partes y no respondía, por más que lo intentarán,
y así terminaron saliendo del lugar. Mi corazón se hizo pequeño y tuve miedo,
como nunca, porque no sabría si eso me sucedería a mí, y lo que menos deseaba
era morir con tanto dolor y sola. No sé si era mi miedo o en realidad estaban
tardando, pero cuando regreso una enfermera no pude evitar preguntarle que
había sucedido con la chica, y su expresión no era buena.
—¿Está bien? ¿Ella está bien?
—No, acaba de morir
Y con eso mi corazón dolió.
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