Fecha: 13 de diciembre de 2031. Hora: 5:45 p.m.
Generalmente las grandes historias comienzan con un tipo fumando o bebiendo licor. Yo solo soy un muchacho así que estoy bebiendo café, intentando calmar mis nervios sin saber cómo responder a la situación en la que me encuentro.
Espera, ¿Qué clase de idiota empieza una historia así? ¿Qué es esto, un libro de adolescente necesitado?
Como sea, mi nombre es José Lockser, tengo 17 años y también a una linda hermana y una amiga encerradas en mi habitación.
No, no es lo que piensas, no las he secuestrado.
El mundo está de cabeza, la Unión de Naciones Latinoamericanas ha caído; los muertos se comen a los vivos y yo... yo entre suspiros busco protegerlas. Es tan difícil ser el hombre de la casa.
Para ayudarme a pensar en una solución a esto, te contaré qué y cómo sucedió todo esto.
Fecha: 9 de diciembre de 2031.
Jamás pensé llevar un registro de mi vida, pero por lo que hoy sucedió, supongo que debo hacerlo.
Fue un estúpido día de escuela como cualquier otro, al menos así lo fue hasta que llegaron las 9:35 de la mañana, para ser precisos. Alejandro, un gran amigo de la infancia, no se sentía para nada bien y luego de correr unos minutos en la clase de deportes, cayó bruscamente y era víctima de una fiebre muy elevada.
"Debe ser el estrés" -Dije para mis adentros- ya que estábamos por cerrar el ciclo escolar y los exámenes no fueron nada sencillos.
Un vago recuerdo cruza mi mente en ese instante, Alejandro fue atacado por una criatura extraña durante un campamento escolar, esa podría ser una posible causa de su malestar.
Podría ser si sus padres no hubieran hecho que lleve un tratamiento continuo para evitar que contraiga rabia u otra enfermedad que pudiera desarrollar, para sorpresa de nosotros, después de aquél tratamiento no presentaba síntomas extraños ni nada parecido.
Luego de unos minutos llegó una ambulancia y parece que lo trasladarán a una clínica, lo poco que pude observar en él es que tiene los ojos rojos e inflamados, ¿Se le habrá reventado un vaso o algo así?
Supongo que lo mínimo que puedo hacer como su amigo es visitarlo de vez en cuando, aunque aún no posea información de dónde estará exactamente.
¿Qué demonios te sucede Alejandro? Tú nunca fuiste así, el que era más propenso a enfermar era yo, ¿Cuándo fue que se invirtieron los papeles?
Hora: 8:17 p.m.
La madre de Alejandro llamó a mi casa y dejó el número de la habitación y el hospital donde se encontrarán; no me he atrevido a preguntar qué es lo que tiene puesto que supongo mañana me darán detalles una vez llegue.
Me gustaría tomarme un respiro de todos estos problemas, una vez que acabe todo le diré a Alejandro que me acompañe en un viaje por vacaciones y si trae a alguien más, mejor.
10 de diciembre de 2031. 12:40 p.m.
Cuando terminen las clases iré hacia la clínica a visitar a Alejandro, ¿Debería llevar un presente? Como cuando éramos niños y me enfermaba, recuerdo que él trepaba por un árbol hasta mi ventana y me llevaba bichos que encontraba, obviamente eso le generaba problemas con mi mamá. Quizás si le llevo bichos su mamá se pondrá igual jajaja ¿Qué haré contigo hermano?
2:15 p.m.
Me pasé parte de la mañana preguntando si alguien quería ir a visitar a Alejandro, pero todos salían con excusas, decían tener cosas que hacer, incluso la chica de la que Alejandro estaba enamorado.
Sabía que era mala ides preguntar a estos bastardos, nunca me agradaron, pensé que por Alejandro irían.
Un rugido sonó en mi estómago y el sentimiento de hambre me invadió. Pasaré directo a la clínica y comeré algo en el camino ya que lo más probable es que si pruebo la comida de mi hermana, Natalia, terminaré internado junto a Alejandro por intoxicación.
- Disculpa, ¿Sabes dónde puedo encontrar a un chico llamado José?
José: ¿José? ¿Qué José? Hay unos tres o cuatro por aquí.
- José... ehm... ¿José Lockser?
José: Ah entonces buscas a ese José, pues soy yo, José Lockser, ¿En qué puedo ayudarte?
- ¿En serio me hiciste armar todo ese rollo, idiota? Soy prima de Alejandro, mi tía me pidió que te lleve conmigo ya que eres un gran amigo de mi primo.
José: ¿Le sucedió algo malo a Alejandro?
- Este no es el lugar adecuado para hablar de ello, por favor necesito que me acompañes a su casa para recoger algunas cosas.
Afirmé con la cabeza y nos dirigimos a casa de Alejandro, no iba a dejar que una chica tan linda se vaya sola.
José: Por cierto, aún no me has dicho tu nombre.
- Es verdad, que tonto de mi parte, mi nombre es Lissana.
José: Es un gusto conocerte Lissana, ahora, ¿Podrías decirme qué iremos a recoger?