—El entrenamiento comenzará pasado mañana -Patrick se levantó y tomó un libro del estante- Ten, es la historia sobre la magia. Puede que te ayude a convencerte de que existe.
—Pero ya se que existe -responde Leonardo incómodo.
—Pero no has terminado de asimilar y no lo sientes dentro de ti.
—Para aprender a usar la magia debes conectarte con ella. Si niegas su existencia no podrás usar magia -dice Román.
—Es por eso que nunca te habías dado de cuenta de que eres un brujo, porque no crees en ella y tu poder nunca se activará -le dice Patrick.
El olor a cigarro ya los estaba asfixiando. Las ventanas estaban cerradas y el humo se acumulaba dentro.
—¿Cómo puedo hacer para creer de verdad? -pregunta Leonardo con muchas dudas.
—Eso ya depende de ti. Lee en libro -ordena Patrick- Conociendo más este mundo puede que tu cerebro capte de que su existencia es algo más que sólo cuentos de niños.
Los tres se despidieron de Patrick y salieron del apartamento a respirar aire puro. Edgar les dijo que tenía que trabajar y se retiró.
Román y Leonardo subieron en el ascensor hasta su piso. Él ya consiguió quien lo entrenara, era un avance, aunque venía la parte difícil.
—Es un libro interesante. Lo leí cuando era niño -le comenta Román.
—Será difícil convencerme a mí mismo todo esto ¿Cómo sentiré la magia dentro de mí?
—Lo sabrás cuando suceda. Yo cuando lo sentí fue como ver algo en mi interior que me llenaba de energía y paz. Yo tomé la decisión de ser mago.
Román lo recordaba. Tenía sólo 6 años cuando sintió ese poder dentro de él, se sintió poderoso. Sus padres estaban tan orgullosos de él.
—¿Se puede decidir? -preguntó Leonardo.
—No, uno nace con la afinidad por descendencia -responde Román- Tú eres heredaste ser brujo por tu familia. Yo soy algo diferente, mi padre es un brujo y mi madre es una maga. Tenía afinidad por los dos y me decidí por ser mago.
—¿No podrías haber sido los dos?
—Imposible. Los magos invocamos a un espíritu de luz que será nuestro familiar y nos otorgará más poder y nos ayudará a controlarlo. Los brujos invocan a un espíritu oscuro.
—¿Espíritu oscuro? -dice Leonardo asustado.
—No te asustes. Como ya te dije antes. Por ser seres de oscuridad no quiere decir que sean malos. Te encariñarás con tu familiar, ya lo verás.
—¿Cómo son?
—No tienen una forma definida. Usarán la que más les guste. Normalmente toman forma de animales para pasar desapercibido -le contesta Román.
—Yo no he visto a tu familiar.
—Ella no es muy sociable. La convenceré para que quiera conocerte.
—¿Cómo se invoca un familiar? -pregunta Leonardo. Tenía demasiadas preguntas en su cabeza sin respuestas.
—Se hace un ritual. Tu alma se transporta y allí debes concentrarte para convertir la energía en un ser con consciencia. Luego se invoca en este mundo.
—Todo esto parece un sueño.
—Y si sigues pensando que lo es nunca despertarás tu magia -lo regaña Román.
—Me concentraré. Voy a despertar mi poder.
—¡Suerte con eso!
Leonardo entra a su apartamento.
—¿Cómo te fue? -pregunta Karina quien veía televisión.
—Lo conseguí. Me entrenará a partir de mañana.
—¡Te convertirás en un brujo!
—Pero primero debo de convencerme de que existe la magia para que mi poder despierte y no tengo idea como -se deprime Leonardo.
—Para alguien que vivió sin saber sobre eso por más de 20 años de su vida no es fácil creer tan de repente.
—Deberían existir colegios de brujos. Que te inviten a ingresar aunque no sepas que lo eres.
—La vida real no es como en Harry Potter -se ríe Karina- pero si existen ciertos colegios.
—¿De verdad?
—No son grandes colegios. Los padres los inscriben desde niños para que aprendan a usar su magia, tanto hechiceros, brujos o magos. Una amiga mía es hechicera y me contó. Sus clases eran fines de semana para que no interrumpieran sus clases normales.
—¿Tú en que colegio estudiaste? -pregunta Leonardo.
—Colegios normales. Mi familia me enseñó a controlar mis instintos y yo me comportaba en clases.
—¿A ti como supiste de todo este mundo?
—De nacimiento, por supuesto -responde Karina orgullosa- Vengo de una familia con un gran linaje continuó de licantropo, la familia Licano. Existen fiestas y reuniones de licantropos para así conocer una pareja.
—Así que debes estar con otro licantropo -dice Leonardo con algo de tristeza.
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Editado: 21.04.2022