Un edificio sobrenatural

Capítulo 25

   La puerta en la habitación de Gladys fue tocada suavemente. 

—¿Qué desea?  -pregunta ella con mucha tranquilidad. Todavía se encontraba en la mansión de Armando Requena, el líder del clan Asha.

—El amo, Armando desea hablar con usted -responde Javier sin abrir la puerta.

 

  Ella se levanta y lo acompaña. Caminaba junto a Javier. Le llamaba la atención la cicatriz que poseía Javier desde la comisura de los labios hasta la barbilla.

—Puedo preguntar ¿Cómo te hiciste esa cicatriz? Soy una mujer muy curiosa.

 

 Javier quedó en silencio y Gladys pensó que no respondería hasta que habló —Pertenecía a un gremio oscuro y la víctima era más poderoso de lo que imaginé. Me tendió una trampa. Si no me hubiera convertido en niebla estaría muerto. En los gremios oscuros sino cumples una misión eres despedido, así que perdí mi trabajo.

—Debió ser alguien muy fuerte.

—Aprendí que no se puede confiar, aunque sea viejo Juan Carlos Licano es un licantropo muy poderoso. Sigue vivo, eso quiere decir que nadie pudo cumplir esa misión.

 

  Llegaron hasta el salón. Armando se encontraba tomando té y comiendo galletas. 

 

—Tenemos información muy valiosa -le dice a Gladys con una gran sonrisa.

—Es una alegría escuchar eso -responde ella sentándose a su lado y tomando una galleta.

—Tenemos información confiable, sobre el sobrino de Eugenio y la chica licantropo.

—Pensé que dejarías de buscarla porque no poseía ninguna información.

—Karina Licano está en contacto con Leonardo Palacios, el sobrino de Eugenio -contesta Armando.

—Entonces si consiguió información.

—No sé como, aunque de nosotros no fue porque no estábamos enterados de nada, pero según mi fuente, ella posee información importante que nos incumbe a nosotros.

—Eso me causa curiosidad -ella estaba emocionada.

—Parece que el sobrino de Eugenio, busca la razón de la muerte de su tío. Él debe tener la llave, no hay duda.

—¿Qué piensas hacer con ellos? -pregunta Gladys con curiosidad.

—Ya eso está arreglado.

 


                                             ***

 Karina termina de hablar por celular donde duró varios minutos. Su rostro estaba serio y pensativo. Leonardo la veía en silencio mientras tomaba café.

 

—Me contactaron. Tienen información importante y voy a reunirme con uno de mis compañeros del gremio -le informa Karina.

—¿Por qué no te lo contó por celular?

—Dice que es confidencial y no quiere que se filtre la información. No se han visto a ninguno del clan Asha por aquí, creo que puedo salir.

—Puede ser peligroso. Voy contigo. Yo también estoy involucrado en esto -comentó Leonardo decidido.

 

  Ella iba a replicar, pero era cierto, los dos estaban involucrados en eso. Se colocó una peluca rubia para cambiar un poco su apariencia.

 

  Karina y Leonardo salieron. Subieron a un autobús y llegaron al lugar acordado. Era un sitio solitario y era bueno para que no los descubrieran.

 

—Karina. Aquí estoy -un hombre de 37 años de cabello negro y ojos marrones levantaba la mano para saludar- No sabía que venías con compañía.

  La cara del hombre se volvió seria, esperaba que ella fuera sola.

—Su tío fue asesinado por el clan Asha y... ¿por qué hay tantos olores rodeandonos?

 

  Ella podía olfateaba a varios olores y se suponía que su encuentro era un secreto.

—Lo siento Karina. No puedo dejar que sigas interponiendote en el camino -le dice el compañero de su gremio con lástima.

—¿Nos traicionas?

—Hay más beneficios por parte del clan Asha.

—Si consiguen lo que quieren pueden crear caos -le responde ella alterada. Nunca imaginó que uno de sus compañeros del gremio los traicionaría para estar del lado del clan Asha.

—Y antes de eso es mejor estar de su lado. 

 

  Un licantropo y una maga los rodearon.

—No esperaba esto de ti -dice Karina decepcionada. Ellos habían trabajado juntos desde el principio de la misión.

—No lo tomes a mal. Sabemos que el clan Asha es muy poderoso. Estar de su lado es la mejor opción -responde él con honestidad.

 

  Karina se transformó y se enfrentó al licantropo, pero la maga usaba su poder para ralentizar sus movimientos. Su oponente aprovechaba esto para atacarla. Ella intentaba protegerse, pero no podía moverse como quisiera. Su estómago fue herido por las garras del licantropo que disfrutaba verla sufrir.




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