Capítulo 28

 Román se encontraba en su apartamento organizando todo para la visita que llegaría dentro de poco. El timbre sonó. 

   Al abrir se encontraba una chica de 27 años, cabello lila y ojos azules. Se llamaba Carol Villegas y era la novia de Román desde hace 3 meses.

  Se saludan con un beso y ella entra.

—¿Y Beilla?

—En mi habitación -responde Román.

—Jamás le agradaré -dice ella con tristeza. 

  El espíritu familiar de Román nunca ha querido hablar con ella y las veces que ha intentado acercarse, Beilla la ignora.

—No eres sólo tú, es con todos.

—Pero me gustaría que por lo menos me saludara.

—Beilla siempre ha sido muy insegura y no le gusta ver a nadie ni salir -contesta Román. 

—¿No has intentado algo para que salga?

—Y se molesta mucho por eso, pero vamos saliendo. No podemos llegar tarde al cine o nos perderemos la película.

  Salieron del edificio Oblivion y las nubes estaban grises y enseguida comenzó a llover.

—No me van a arruinar nuestro día de salida -dice Carol molesta.

  Carol observó al cielo y la lluvia de detuvo. Las nubes se aclararon haciendo un bonito día soleado.

—Fue un cambio muy drástico -comentó Román.

—Nadie sabrá que fui yo la que cambió el clima -dice Carol con una sonrisa. Ella era una mutante que manipula el clima- Además, he estado muy ocupada con mi trabajo y casi no hemos salido.

—Tienes razón. Tu poder es muy necesario en estos casos.

—Sí, mi hermana piensa que yo tengo mucha suerte porque el clima siempre está a mi favor.

—¿No piensas contarle que eres mutante? -le pregunta Román. 

  Nadie en la familia de Carol sabe que ella nació con un poder.

—Jamás. Pensarán que estoy loca o soy un bicho raro. Conozco a mi familia y por ese motivo es mejor que no lo sepan.

  Llegaron al cine y fueron directo a comprar los boletos porque ya habían escogido cual película iban a ver. 

 Carol fue a comprar la comida y la bebida.

—¡Tatiana! Tanto tiempo sin verte -le dio un fuerte abrazo a Tatiana Altamira, una ex compañera de la universidad. Una chica de su misma edad, con el cabello rubio y ojos cafés.

—Carol, me alegro tanto verte.

—Pensé que vivías en otra ciudad muy lejos de aquí -comenta Carol muy alegre.

—Sabes que a mi esposo le dieron un buen trabajo y tuvimos que mudarnos. Ahora le ofrecieron un cargo en la sucursal de aquí y regresamos.

—Debemos salir algún día para ponernos al día  ¿Y tú esposo?

—Está trabajando. Estaba aburrida en casa y decidí venir a ver una película -responde con algo de tristeza.

—Te veo triste ¿Estas bien?

—Es que... seguimos intentado tener hijos, pero yo...

—¿Ya has ido al médico? Puede ser algún problema sin importancia y con tratamiento puede resolverse -la intenta animar.

—Le he dicho a Rolando para ir juntos, pero siempre está ocupado, pero él dice que él es un macho y que por supuesto puede tener hijos y no necesita ningún examen que se lo confirme.

—Eso es muy machista. Un hombre infértil o con problemas para concebir no es menos hombre.

—Sí, pero él es así -responde Tatiana en voz baja.

—Deberías ir tu sola. Si todo está bien contigo, el problema es él.

—Ya tengo las entradas -interrumpe Román.

—Román, te quiero presentar a una amiga de la universidad, Tatiana Altamira -le dice Carol.

—Mucho gusto, Román Rivero -él le da una sonrisa.

—Igual, es un gusto. Ya va a empezar mi película. Hasta luego -contesta Tatiana alejándose.

***

  Sentado sobre la cama estaba Leonardo en boxer. Intentaba comunicarse con su padre, pero el celular continuaba sonando fuera de servicio.

—¿Todavía no contesta? -le pregunta Karina, quien también se encontraba en ropa interior. Se acercó a él recostándose sobre su espalda.

—Llevo días intentado, pero no cae la llamada.

—¿Crees que le sucedió algo?

—La verdad, es normal que no conteste. Siempre está viajando -responde Leonardo suspirando.

—¿Siempre fue así?

—Cuando era niño lo veía más. Cuando cumplí 11 años le ofrecieron un trabajo en otro estado, donde ganaría más y tendría que estar viajando. Mi madre se negó a irse y se divorciaron. En ese momento no entendía por que se divorciaron por algo como eso.