♫Capítulo 12♫

Leondre recargó su cabeza en el barandal y yo no lograba entender cómo se sentía, solo se quedó callado y el silencio me daba miedo. No quería que cambiara conmigo, quería seguir normal con él y que me entendiera.

—No estoy molesto y mucho menos enojado, solo me tomó por sorpresa esta noticia —aclaró. 

—No te lo dije desde el principio porque no quería que alguien saliera lastimado o se frustrara por los rumores, tampoco quería que me quisieras por eso —dije.

—Eres importante para mí y no me importa que seas o no famosa, me alegra mucho que me lo dijeras —me miró y sonrió.

Sentía que Leondre quería decirme algo pero lo dejó pasar con un abrazo, aunque eso me hizo sentir chispas, ya que tuve más confianza con él al decirle la verdad. 

—Una de las razones principales de mi venida a Londres fue para tener más oportunidades en la música y unas vacaciones porque realmente las necesitaba —dije. 

Leondre se sorprendió. 

—¿En serio? Realmente siento que si están sirviendo de algo —bromeó. 

Le pegué en su hombro y él rio. 

—Quería seguir creciendo en todo lo que hago y Londres fue una gran oportunidad —sonreí.

—La verdad estoy muy sorprendido —rio. 

Sentí a Leondre un poco nervioso, no sabía por qué, pero se notaba que estaba preocupado. No quería pensar que Leondre me estaba ocultando algo, ya que se veía muy raro. 

Nos fuimos del lago y caminamos hacia mi departamento, ya tenía que volver.

—Gracias por acompañarme a mi departamento, fue un gran día, me la pasé muy bien —sonreí. 

—No me agradezcas, la verdad estar contigo es divertido, me alegra que tengas tu agenda vacía para salir —rio. 

—Ni te creas, ya empezará a llenarse —reí. 

Leondre y yo nos quedamos viendo fijamente, yo sonreí al mirarlo, sentía tantas cosas por él y deseaba que él se diera cuenta de todo eso. 

—Bueno, voy a entrar —dije. 

—Claro, luego hablamos —dijo.

—Sí, nos vemos —sonreí y subí las escaleras.

Me giré para verlo y me reí al ver que dio un salto de emoción, eso no me lo esperé.

Subí las escaleras y llegué a mi piso, en ese momento la puerta del departamento de Alexis se abrió y salió.

—Ahora mismo me cuentas todo —dijo. 

Nos sentamos en las escaleras y comencé a contarle todo. Todavía no le decía el nombre de Leondre, seguía esperando a que lo conociera en persona y hablaran. 

—Hemos estado saliendo como amigos, pero no sé qué me está pasando, siento algo por él y no quiero sentirlo porque no quiero salir lastimada —dije.

—Mira, Emma, tienes que olvidar lo que te hizo Saúl, él quiere que estés así, sufriendo por él para que tenga más oportunidades de volver contigo algún día, mejor cambia su jugada, permite que ese chico te enamore —dijo. 

—Ay, Alexis, siento algo fuerte por él y no puedo dejarlo pasar, no puedo dejar de pensar en él, no sé qué hacer —dije. 

—Si quieres esperar, espera, pero cuando estés lista agarra esa oportunidad y no la dejes ir.

—Muchas gracias por estar conmigo, Alexis, no me arrepiento de haber venido —sonreí.

Nos dimos un abrazo y después cada quien entró a su departamento.

Me senté en el sillón y recordé todo lo que pasó ese día.

Mi perrito se acercó a mí corriendo y quiso saltar al sillón, no pudo, así que lo cargué y lo dejé en mis piernas.

—Hija, ¿cómo te fue con Leondre? —preguntó mi mamá. 

—Me fue muy bien, me llevó a una cafetería muy buena —dije—. Me estoy enamorando de él y no puedo detener el sentimiento. 

—Ay, me alegro mucho por ti.

Mi mamá me abrazó y en ese momento Carlos apareció. 

—¿Qué festejan? —preguntó con curiosidad.

—Que pronto tendrás cuñado —dijo mi mamá. 

—Si le gusta jugar fútbol lo aceptaré —dijo y se sentó en el otro silón. 

—Si le gusta —sonreí. 

—Ya lo acepté.

Reímos. 

Aquella noche no pude dormir porque estaba pensando en Leondre de una forma muy especial, todo de él era importante para mí. Adoraba pasar mis días con él, disfrutar mi vida con él, quería seguir así todo el tiempo.

Leondre era muy especial, era muy lindo con otras personas y conmigo igual, me hacía sentir cosas bonitas y no podía detenerlas. Desde que vi su rostro supe que jamás iba a olvidarlo, me enamoré de él de una forma magnífica y eso no era un error, yo sabía que él era mi destino.