—¿Por qué nunca me lo dijiste? —preguntó con tristeza.
Siempre le contaba las cosas a él y por eso estaba así.
—Tienes que entenderme, no podía contarle a nadie, ambos no queríamos que nuestra relación fuera pública, solo queríamos tener una relación normal —justifiqué.
—Emma, andas con alguien que adoro con todo mi corazón —dijo con enojo—, ahora comprendo cómo conseguiste los boletos y por qué te eligieron para cantar en el concierto.
—Alexis, perdóname por no decirte, no quiero que nada cambie entre nosotros y que por eso tengamos que estar peleados o algo así.
Guardó silencio y me miró fijamente.
—¡¿Bromeas?! —exclamó y me abrazó.
Reí y correspondí su abrazo.
—¡Estás loca, andas con Leondre Devries! —exclamó con emoción.
—Tranquilo, Alexis —reí.
—Te voy a contar la historia de cómo me enteré, es gracioso porque estaba viendo la televisión y no había nada interesante, así que me apareció el programa de chismes y te mencionaron, vi las fotos y no podía creerlo, vine a que me explicaras y pues ya me enteré —contó.
—Me pasó algo similar, no pensé que iban a difundir eso en el mismo día que pasó —dije sorprendida.
—Debe ser difícil, ya eres demasiado reconocida y ya tienes a todos detrás de ti.
—Perdóname por no contarte, ¿sí?
—Sí, Emma, no te preocupes por eso ahora —dijo con una sonrisa.
El tono de llamada de mi celular comenzó a sonar y vi en la pantalla que era Leondre.
—¿Es él? —preguntó Alexis.
—Sí, pero silencio.
Contesté.
—Hola, Leondre —saludé.
—¿Ya viste lo que pasó? —preguntó.
—Claro que sí, de hecho ahora tengo a Alexis en frente de mí y está a punto de explotar porque estoy hablando contigo —reí.
—Ponlo en altavoz, a ver qué pasa —dijo Leondre.
—Ya verás —reí.
Lo puse en altavoz.
—¿Alexis? —preguntó.
Entonces gritó.
—¡Estoy hablando con Leondre! —exclamó con emoción.
—¡Alexis, compórtate! —dije.
Leondre rio.
—Perdón, Leondre —dijo Alexis con nervios.
—No te preocupes —dijo entre risas.
—Ahora sal —dije.
—Está bien, te veo luego —se despidió.
Alexis salió de mi cuarto y quité el altavoz.
—En serio perdón —reí.
—No te preocupes, bebé, no hay ningún problema —dijo.
—Alexis es así, deberás acostumbrarte —volví a reír.
Leondre rio.
—No hay problema con eso.
—Volviendo al tema, todos quieren una explicación y que confirmemos esto —dije.
—Igual a mí me han estado llegando mensajes, creo que debemos hacerlo.
—Sí, además están comenzando a llover rumores equivocados, en verdad tenemos que decirlo ya —dije.
—Lo único bueno de esto es que ya no podremos escondernos más —dijo.
—Lo sé, igual me encanta la idea, ya comenzaba a detestar eso.
—Igual yo y se siente bien.
—¿Quieres mañana venir a mi casa para hacer un directo confirmando todo? —pregunté.
—Me parece bien, así que sí —dijo—. ¿Lo promocionaremos?
—Creo que es mejor que sea sorpresa, ¿no crees?
—Es cierto, ya avisamos cuando comience —dijo.
—Entonces así quedamos.
—Te amo —dijo de repente.
—Yo más.
Nos despedimos y colgamos.
Un nuevo día comenzó y yo me desperté con mucho cansancio, no pude dormir porque mi celular estaba explotando de tantas notificaciones, tuve que apagarlo para que me dejaran dormir.
—Leondre llamó a la casa porque no contestabas, dice que viene en una hora —dijo mi mamá mientras abría las cortinas de mi habitación.
—Gracias por decirme —dije.
Mi mamá salió de mi habitación y yo me metí al baño para darme un baño, quería estar fresca y relajada para el directo, no quería dar a entender que los rumores falsos eran ciertos. Terminé el baño y salí con mi toalla alrededor de mi cuerpo y otra en mi cabello. Abrí mi armario y agarré unos jeans rasgados de las rodillas, agarré un crop top blanco y una chaqueta negra. Me sequé y me puse mi ropa interior, luego mi ropa y al final mis tenis. Me dejé mi cabello suelto y así bajé las escaleras.
—Carlos se fue a pasear a Leo, llegan en un rato, mientras haré el desayuno —avisó mi mamá.
—Está bien, mamá, no pude sacar a pasear a Leo porque no pude dormir casi nada, toda la noche mi celular estuvo sonando, tuve que apagarlo —dije.
—Lo sabemos, ¿cómo estás con todo eso?
—Estoy muy presionada y nerviosa, hoy Leondre y yo vamos a confirmar todo, por eso vendrá.
—Algún día todos tenían que enterarse, eso tienes que entenderlo —dijo.
—Lo sé, mamá, pero no pensé que sería tan pronto, no estábamos listos para esto.
—Bueno, no te preocupes, todos entenderán —animó.
Mi celular ya estaba prendido y las notificaciones de mis redes sociales estaban desactivadas, así no iba a sonar. Mientras tanto, buscaba las palabras correctas para decir en el directo, no quería que hicieran preguntas extrañas y no saber qué responder.
—Emma, tranquila, ahora come —dijo.
Desayuné lo más tranquila que pude y terminando es cuando llegó Leondre, había traído unas papas fritas y un refresco grande.
—¿Ya estás listo? —pregunté.
—Sí, demasiado listo —dijo.
Nos servimos el refresco en nuestros vasos y en un traste pusimos las papas fritas, así subimos las escaleras y entramos a mi estudio.
—Emma, todo saldrá bien, no te preocupes por nada —animó.
—Gracias por decírmelo, en verdad me siento muy mal ahora —dije.
Me dio un beso.
—Te amo —sonreí.
—Yo más.
Nos sentamos en el piso y recargué mi celular.
—Empieza el directo tú, yo voy a avisar en mis redes sociales que vayan a tu cuenta para que lo vean —dijo Leondre.
—Está bien, así le hacemos.
Leondre salió del estudio y yo comencé el directo.