I.

3 AÑOS DESPUES

Mi familia no hace mas que presionarme para estas fechas, es navidad y las detesto, no he celebrado ninguna desde hace tres años y creo que jamás lo are, en estos momentos estoy conduciendo, por que a raíz de todo lo que paso con Anastasia, me fui del país, mi regreso se debe solo porque seré tío, todavía no puedo creer que mi hermana vaya hacer mama, pero bueno, una alegría para la casa no está nada mal, es muy temprano para llegar, así que decido irme a mi casa, a descansar un poco y comer, dios la comida de lola la he extrañado mucho, ha sido la mejor en la cocina desde que tengo memoria.

Ingreso por el garaje que está al lado izquierdo de la propiedad, la casa tiene lo necesario, un estudio y cuartos para las personas que están acá, que son dos, la cocinera Lola y el mayordomo que es más mi amigo, José,  cuando ingreso por la cocina, escucho voces en el salón y comienzan a tocar el piano, con una melodía que reconozco a la perfección, Chopin Nocturne op9, me quedo en el umbral observando la zona alta de la sala donde está el piano, veo a una mujer de cabello rubio,  que le llega a media espalda, paso de largo sin saludar a nadie, me pierdo en la melodía y en la interpretación que hace, se escucha tan profunda y llena de sentimiento, que me hace recordar el ultimo día en que la vi – no es momento de tristezas – me digo, colocándome al frente del piano, viéndole ya el rostro, tiene los ojos cerrados mientras acaricia cada tecla del piano, sacando esa melodía tan hermosa, me recuesto en la cola del piano, sin quitarle la mirada de su rostro, el que se ve tan terso, es perfilado y delicado, se le escapa una lagrima, pero ella sigue tocando, me hace tener curiosidad.

Cuando termina, ella suspira y se limpia el rostro, cuando levanta el rostro, me quedo perdido en los ojos mas hermosos que he visto en mi vida, ella me ve con susto y se levanta de la silla, entonces me percato que estaba tan cerca, tanto que pude besar sus labios, esos rosados y carnosos– Dios, siento que estoy fallándole – me pongo derecho y doy dos pasos a la izquierda.

• Frank que bueno es verte – me dice José, llegando hasta mi para abrazarme – hubieras avisado para tenerte algo preparado
• No te preocupes, a demás solo necesito un plato de comida de Lola y quedo más que feliz – le digo palmeando su hombro
• Ellas es Ana – me dice presentándome a una mujer de cabellos castaños, ojos miel, baja estatura y delgada – es la madre de Elena, la joven que estaba tocando el piano.
• Mucho gusto joven Frank – me dice la señora Ana, extendiéndome la mano
• Lo mismo señora Ana – le digo percatándome que ya la joven esta sentada en la sala, observando todo – pero díganme ¿Dónde está Lola y su sazón?

Después de disfrutar una deliciosa comida y claro, ver como interactuaban todos en la casa, en definitiva, extrañaba esto después de tanto tiempo, sin poder evitarlo, mi mente la recuerda y es que el regresar a esta casa, ya no me da tan duro como lo pensé, pero los recuerdos siguen ahí, como la última vez que la vi.

Ella esta hermosa como siempre, su cabello castaño claro, tan largo que se queda haciendo trenzas toda una hora o más, solo por verlo ordenado, ojos color miel y piel canela, su rostro tiene unas hermosas pecas que se le riegan en sus mejillas, pienso todo esto en cuando entro al cuarto y la veo arreglándose frente al espejo.

• ¿pero que haces Frank? – me dice girándose y frunciendo su frente – ya deberías estar listo -me regaña otra vez y es que, con esta van dos veces
• Ya termino algunas cosas de la empresa y me arreglo – le digo arrodillándome para verla mejor – te vez hermosa- le saco una sonrisa a medias
• No me compres con palabras bonitas – se pone de pie y sale de la habitación gritando - ¡muévete Frank!

Me da risa, pero sé que habla enserio, muy enserio, me apresuro al estudio para terminar de revisar estos informes contables de la empresa, pero en eso me entra una llamada, avisándome que tengo una reunión en diez minutos – rayos – digo frotándome el rostro, en eso entra Anastasia

• ¿Me tengo que ir sola? – me dice desde la puerta
• Lo siento, no recordé la reunión – le digo yendo hasta donde ella – perdóname, no me demoro y te alcanzo – la abrazo y le beso la cabeza
• Siempre es lo mismo – me dice apartándose de mí – pero me adelanto, así terminas tus cosas
• Ana – le llamo, pero me ignora y se va

Me saca de mis recuerdos, escuchar a Elena hablar con Lola, de que la deje hacer el postre de fresas para llevar a unos niños o algo así, me levanto de la mesa dando las gracias y dirigiéndome a darme un baño antes de salir, ya listo voy al despacho para ver algunas cosas que deje pendiente de los hoteles, la empresa familiar es de tecnología pero yo me fui a la hotelería y turismo, me va bien ya tengo una cadena en los principales países del mundo, pero la seguridad y todo lo demás lo maneja la empresa de mi papá, bueno mas bien mi hermana, ella es la que maneja la empresa familiar, demoro mas de la cuenta y mi celular ya empieza a sonar de más, decido dejar las cosas cómo están y salgo de la casa, demoro una hora en llegar.

• ¡Frank! – dice mi madre al pasar la puerta
• Hola mamá – me da un abrazo fuerte, ella es hermosa tiene cabello castaño largo, piel blanca y ojos miel – ¿y dónde están los demás?
• En la sala, vamos estábamos esperándote para abrir los regalos, oye, ¿Por qué no trajiste a Lola, José, Ana y Elena?
• ¿las conoces? – le pregunto sorprendido
• Por supuesto, acá todos las conocemos, son hermosas y ayudan en todo, Elena va a una fundación y le estoy ayudando para buscar apoyo – me dice mi hermana regalándome un abrazo
• Dios, estas gorda – le digo porque en verdad esta panzona
• Tarado – me da un golpe en el brazo, pero no deja de sonreír – me alegra verte
• Hola papá – le doy un fuerte abrazo, me hizo falta - ¿Cómo van las cosas?
• Bien, pero siempre haces falta por acá, espero no te retires y te alejes de los que podemos ayudarte