Después de una larga noche, me alisto y paso a verla, abro solo un poco la puerta, veo que está durmiendo, voy a la cocina para preparar café mientras llega Cielo, en eso suena el teléfono de la recepción, me informan que es Patrick y les dijo que puede pasar, sigo en lo mío hasta que golpean la puerta
La tensión que hay en la cocina es casi palpable, llega Cielo con su particular ambiente fiestero y latino, disipa todo enojo que tenga en mí, es tan parlanchina, curiosa y muy graciosa en su forma de hablar, le digo que estos días se quedara una señorita en el cuarto de huéspedes que está en la segunda planta, ella solo me hace ojos y le digo que no comience, les informo que debo retirarme un par de horas por cosas de negocios, subo a mi recamara para cambiarme, golpean la puerta minutos después, digo que pasen y es Elena o bueno Eli ya no sé cómo la llamare.
Las presento y la bienvenida que le da Cielo es demasiado calurosa, Patrick no le quita la mirada de encima y eso me molesta más de lo normal, me retiro antes de que cometa o diga una imprudencia, en el auto llamo a las oficinas para que tengan listos los documentos que debo revisar – no pretendo demorarme – pasa el tiempo rápido y Vanessa sigue insistiendo en la alianza con ese sujeto, no me interesa nada que tenga que ver con él, lo conozco desde la universidad y sé muy bien de sus negocios ilegales, siempre fue un hombre orgulloso, confiado en el poder de su familia, manipulador y sobre todo no tiene límites en lo absoluto, fuimos amigos durante los primeros meses pero luego me di cuenta de la persona que realmente era.
Hoy también tengo motivo para no estar en casa, ya son cuatro años desde la partida de Anastasia, me recuesto en la silla recordando su sonrisa, su olor a rosas frescas, su cuerpo y el tono de su voz mientras pienso y recuerdo lo mucho que me hace falta me llega una imagen de Eli y sus hermosos ojos azules, me enderezo y sacudo la cabeza pues no quiero confundir las cosas, cuando empieza anochecer decido regresar a casa, pero la escena que me encuentro en el balcón me deja molesto ella esta recostada en su hombro y él la abraza – pero no debería verdad, ella no es nada mío - paso directo a la cocina y ya no está Cielo, me preparo unos burritos cuando los escucho entrar en la sala.
Paso por el lado de ellos y Elena me mira sin entender mi actitud – es que ni yo entiendo por qué estoy tan molesto – no me debe importar nada, pero no sé, siento un enojo que me quema por dentro, no quería beber hoy pero ya no importa, tomo directamente de la botella y me siento en la oscuridad, viendo por el ventanal que da una hermosa panorámica de los edificios y las luces en la noche.
ELIZABETH
Cuando desperté me sentí confundida y molesta por cómo se dieron los acontecimientos, debí contarle algo al joven Frank debido a la torpeza de este tal Patrick, recuerdo cuando me desperté en esa casa a donde nos llevaron, quede impresionada cuando lo vi al lado de la cama que estaba, es un hombre atractivo debo decir, es alto, robusto, cabello negro, piel blanca y ojos verdes como una manzana, luego ese sentimiento paso a enojo cuando entro José, me sentí manipulada, aunque esta vez la razón era diferente el sentimiento no cambio, luego cuando vi a Frank amarrado y golpeado, me sentí culpable – Dios soy un manojo de emociones - una persona que no tiene nada que ver en esto y solo quiere cuidar a su familia, debo decir que mi deseo era alejarme de él y evitar más confusión, pero no me esperaba que se ofreciera a darme alojo y protección por el tiempo necesario para que se calmen las cosa.
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Editado: 23.03.2022