Un Fin es Solo Un Inicio

VII

Después de una larga noche, me alisto y paso a verla, abro solo un poco la puerta, veo que está durmiendo, voy a la cocina para preparar café mientras llega Cielo, en eso suena el teléfono de la recepción, me informan que es Patrick y les dijo que puede pasar, sigo en lo mío hasta que golpean la puerta

  • ¿Qué es todo eso? – le digo viéndolo pasar con un montón de paquetes
  • Son para Eli, ¿Dónde está?
  • Durmiendo – paso a la cocina y el me sigue
  • ¿Qué le conto ella?
  • Eso no le incumbe – le digo pasándole café y sirviéndome una

La tensión que hay en la cocina es casi palpable, llega Cielo con su particular ambiente fiestero y latino, disipa todo enojo que tenga en mí, es tan parlanchina, curiosa y muy graciosa en su forma de hablar, le digo que estos días se quedara una señorita en el cuarto de huéspedes que está en la segunda planta, ella solo me hace ojos y le digo que no comience, les informo que debo retirarme un par de horas por cosas de negocios, subo a mi recamara para cambiarme, golpean la puerta minutos después,  digo que pasen y es Elena o bueno Eli ya no sé cómo la llamare.

  • Buenos días – le digo terminando de abotonarme la camisa - ¿descansaste?
  • Buen día y si descanse, quería comentarle si podemos ir al departamento por ropa – la miro detallándome que esta recién bañada y con la misma ropa de ayer  
  • Veo, creo que tu amigo Patrick se encargó de eso – carajos soné molesto – esta abajo con varias bolsas yo debo salir por un par de horas – camino hasta ella y le doy un teléfono – esto es solo para los dos, llámame o escríbeme si te hace falta algo
  • Yo ya tengo uno – me dice dando un paso atrás – y él no es mi amigo
  • Bien, pero ten el celular no quiero que las personas que están detrás de ti intercepten las llamadas – le digo mientras voy por la chaqueta del traje – ven te presentare a Cielo, ella se encarga de todo en esta casa hasta las 6 de la tarde 
  • Yo puedo hacerme cargo mientras este acá – me dice bajando las escaleras
  • Se que eres capaz de alimentarme – le digo mirándola de reojo y riéndome de como abre los ojos – pero no la podemos dejar sin trabajo por el tiempo que estes, míralo como una gran compañía y créeme te divertirás con esa mujer.

Las presento y la bienvenida que le da Cielo es demasiado calurosa, Patrick no le quita la mirada de encima y eso me molesta más de lo normal, me retiro antes de que cometa o diga una imprudencia, en el auto llamo a las oficinas para que tengan listos los documentos que debo revisar – no pretendo demorarme – pasa el tiempo rápido y Vanessa sigue insistiendo en la alianza con ese sujeto, no me interesa nada que tenga que ver con él, lo conozco desde la universidad y sé muy bien de sus negocios ilegales, siempre fue un hombre orgulloso, confiado en el poder de su familia, manipulador y sobre todo no tiene límites en lo absoluto, fuimos amigos durante los primeros meses pero luego me di cuenta de la persona que realmente era.

Hoy también tengo motivo para no estar en casa, ya son cuatro años desde la partida de Anastasia, me recuesto en la silla recordando su sonrisa, su olor a rosas frescas, su cuerpo y el tono de su voz mientras pienso y recuerdo lo mucho que me hace falta me llega una imagen de Eli y sus hermosos ojos azules, me enderezo y sacudo la cabeza pues no quiero confundir las cosas, cuando empieza anochecer decido regresar a casa, pero la escena que me encuentro en el balcón me deja molesto ella esta recostada en su hombro y él la abraza – pero no debería verdad, ella no es nada mío - paso directo a la cocina y ya no está Cielo, me preparo unos burritos cuando los escucho entrar en la sala.

  • No puede volver a llegar tan tarde – me dice cuando pasan por la cocina hacia la salida – usted se comprometió a cuidarla  
  • Por eso estoy acá – le digo parándome en frente – a demás estaba muy bien acompañada, no me molesten voy a estar en el cuarto de estudio

Paso por el lado de ellos y Elena me mira sin entender mi actitud – es que ni yo entiendo por qué estoy tan molesto – no me debe importar nada, pero no sé, siento un enojo que me quema por dentro, no quería beber hoy pero ya no importa, tomo directamente de la botella y me siento en la oscuridad, viendo por el ventanal que da una hermosa panorámica de los edificios y las luces en la noche.

  • Un año más y ahora esta confusión – hablo al vacío de la noche y bebo queriendo ahogar mis pensamientos.

 

ELIZABETH

Cuando desperté me sentí confundida y molesta por cómo se dieron los acontecimientos, debí contarle algo al joven Frank debido a la torpeza de este tal Patrick, recuerdo cuando me desperté en esa casa a donde nos llevaron, quede impresionada cuando lo vi al lado de la cama que estaba, es un hombre atractivo debo decir, es alto, robusto, cabello negro, piel blanca y ojos verdes como una manzana, luego ese sentimiento paso a enojo cuando entro José, me sentí manipulada, aunque esta vez la razón era diferente el sentimiento no cambio, luego cuando vi a Frank  amarrado y golpeado, me sentí culpable – Dios soy un manojo de emociones -  una persona que no tiene nada que ver en esto y solo quiere cuidar a su familia, debo decir que mi deseo era alejarme de él y evitar más confusión, pero no me esperaba que se ofreciera a darme alojo y protección por el tiempo necesario para que se calmen las cosa.




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