BALTAZAR
Cuando me llamaron para ir a ese evento de porquería, nunca imagine encontrarla, tan hermosa como siempre, ese vestido vino tinto le sentaba a la perfección, volvió a su tono natural de cabello – me gusta más que el rubio – pero verle luego bailando con Frank y corresponderle un beso, me lleno de ira, mande a que la siguieran, porque esta vez regresara para siempre.
Le cuelgo, porque no deseo escucharla, ya es suficiente tener que estar asociado a la fuerza con esa mujer, lo único bueno es sin duda mi deliciosa fruta, esa que voy a recuperar, salgo de la porquería en la que me encuentro, pido que incineren todo rastro y que le hagan llegar el mensaje a Duncan, como sea tendrá que devolverme lo que me debe, demoro mucho en llegar, afuera intentan detenernos pero es fácil lidiar con ellos, pero al entrar mi gente tiene mucho trabajo, Frank es astuto y ataca sin pensarlo, me abro camino hasta la habitación, la escucho en la ducha y cuando voy a entrar me sorprenden por detrás y resulto estrellándolo contra la puerta, ella sale en una sudadera, aprovecho que estoy a sus espaldas para atacarla y amarrarla en la silla
Sus técnicas de combate son buenas, esquiva todos mis golpes y me atina uno que otro, me llena de enojo no poder someterla y entonces en una distracción, agarro su cuello estrellándola contra el piso, se queja y le sale sangre por la boca.
Le sujeto el rostro y no me deja de parecer hermosa, me encargare de quitarle ese maldito olor de encima, no tengo tiempo de quejarme, afuera de este cuarto se escucha como Frank la llama y las cosas se rompen, entonces entra salpicado de sangre y mira a mis pies.
Nos vamos como dos animales, los golpes vienen y van con la misma intensidad, rompemos la pared y resultamos en el pacillo, todos se alejan al vernos romper todo a nuestro paso, lo tienen que someter entre cuarto hombres, debido a lo enloquecido que está, dejo ordenes que lo amarren, mientras voy por Eli, la llevo hasta la sala y la dejo en el sofá, respiro profundo y me duele – creo que me rompió una costilla – me mira con el mismo odio que le tengo, pido que nos dejen solos y vigilen muy bien, envió un correo con una foto suya de victoria para Irene.
Lo dejo gritando que me acabara, pero ya tengo lo que necesito y es hora de irnos, veo que llegan cuatro camionetas y de estas bajan hombres armados, doy la orden para que traigan a Frank, le quito la pistola al hombre que está a mi izquierda y comienzo a dispararle, mientras me llevan a la camioneta blindada, una vez dentro dejo a Eli en el piso y le amarro las manos, no sé cuánto le dure el sedante y ella es peligrosa, la persecución no se hace esperar, duramos en perderlos, pero al final nos dirigimos a las afueras de Roma, a unos hermosos campos donde se encuentra una propiedad de mi madre, esperaremos un día para regresar a Rusia.
Al llegar dejo a Eli en mi recamara bien amarrada, pido que a Frank lo dejen en la habitación que esta al fondo de la primera planta, me voy a dar una ducha y quitarme todo este desastre, decirle a Frank que con gusto se la quite antes y que nuevamente lo hago, me satisface demasiado, nuestro odio comenzó desde hace mucho y con el paso del tiempo, se torna más grande y lleno de motivos, Irene no deja de marcar y no quiero contestarle, ahora mi prioridad es lo que descansa en mi cama, me quedo sentado fumando y viéndola descansar, esperando a que el efecto pase y podamos conversar con calma.
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Editado: 23.03.2022