Un Fin es Solo Un Inicio

XVII

BALTAZAR

Cuando me llamaron para ir a ese evento de porquería, nunca imagine encontrarla, tan hermosa como siempre, ese vestido vino tinto le sentaba a la perfección, volvió a su tono natural de cabello – me gusta más que el rubio – pero verle luego bailando con Frank y corresponderle un beso, me lleno de ira, mande a que la siguieran, porque esta vez regresara para siempre.

  • No hagas una estupidez – me dice Irene – ya tengo la forma que venga sola y haga lo que necesitamos 
  • No me mandas y si te llame fue solo para avisarte – me envían un mensaje de donde es su departamento – acá ya está hecho el trabajo

Le cuelgo, porque no deseo escucharla, ya es suficiente tener que estar asociado a la fuerza con esa mujer, lo único bueno es sin duda mi deliciosa fruta, esa que voy a recuperar, salgo de la porquería en la que me encuentro, pido que incineren todo rastro y que le hagan llegar el mensaje a Duncan, como sea tendrá que devolverme lo que me debe, demoro mucho en llegar, afuera intentan detenernos pero es fácil lidiar con ellos, pero al entrar mi gente tiene mucho trabajo, Frank es astuto y ataca sin pensarlo, me abro camino hasta la habitación, la escucho en la ducha y cuando voy a entrar me sorprenden por detrás y resulto estrellándolo contra la puerta, ella sale en una sudadera, aprovecho que estoy a sus espaldas para atacarla y amarrarla en la silla

  • Hej min elskede – le digo levantándole el rostro 
  • No – dice por lo bajo
  • Te veías hermosa esta noche – le sonrió, me siento en la cama y miro a mi alrededor – lo que me molesta es tu cercanía con él – le sujeto el cabello con fuerza mandándole la cabeza hacia atrás - ¿Cuántas veces?
  • Muchas – me patea el tobillo y la parte trasera de la rodilla haciéndome doblar la pierna– no me vuelvas a tocar- me da en el rostro, se levanta y se estrella contra la pared, rompiendo la silla.
  • Has mejorado – le digo levantándome y limpiándome el rostro – es hora de regresar kærlighed

Sus técnicas de combate son buenas, esquiva todos mis golpes y me atina uno que otro, me llena de enojo no poder someterla y entonces en una distracción, agarro su cuello estrellándola contra el piso, se queja y le sale sangre por la boca.

  • Nos vamos amor – saco la jeringa de mi pantalón y se la inyecto en el cuello
  • ¿Qué es eso? – se arrastra todavía débil del golpe
  • Será un lindo sueño – ella trata de hablar cuando cae inconsciente

Le sujeto el rostro y no me deja de parecer hermosa, me encargare de quitarle ese maldito olor de encima, no tengo tiempo de quejarme, afuera de este cuarto se escucha como Frank la llama y las cosas se rompen, entonces entra salpicado de sangre y mira a mis pies.

  • No saldrás                                                                                                          
  • Como estas Frank, tiempo sin vernos – me coloco defendiendo lo que es mío

Nos vamos como dos animales, los golpes vienen y van con la misma intensidad, rompemos la pared y resultamos en el pacillo, todos se alejan al vernos romper todo a nuestro paso, lo tienen que someter entre cuarto hombres, debido a lo enloquecido que está, dejo ordenes que lo amarren, mientras voy por Eli, la llevo hasta la sala y la dejo en el sofá, respiro profundo y me duele – creo que me rompió una costilla – me mira con el mismo odio que le tengo, pido que nos dejen solos y vigilen muy bien, envió un correo con una foto suya de victoria para Irene.

  • ¿disfrutaste de su compañía? – le digo con rabia de que la tocara
  • Te acabare Baltazar – trata de soltarse
  • Podríamos quedarnos enfrascados en esta discusión, pero a decir verdad ella me pertenece y siempre será de esa manera, no será lo mismo que con Anastasia, porque esta vez es mía.
  • ¿tuviste que ver con su accidente? – cuando estoy por contestarle, entra uno de mis hombres avisándome de varias camionetas que están a punto de llegar – ¡no te atrevas a tocarla!
  • Tarde como siempre – le acaricio el rostro y la beso - es todo un manjar, pero es más lo que representa – la cargo al hombro y cuando estoy a punto de salir, me giro para verlo – esa noche la estaba esperando para que se fuera conmigo, pero sabía que no iba a llegar, sabía que prefería dar por perdido toda su fortuna que estar a mi lado, entonces decidí dar un paseo e invitarla en el camino

Lo dejo gritando que me acabara, pero ya tengo lo que necesito y es hora de irnos, veo que llegan cuatro camionetas y de estas bajan hombres armados, doy la orden para que traigan a Frank, le quito la pistola al hombre que está a mi izquierda y comienzo a dispararle, mientras me llevan a la camioneta blindada, una vez dentro dejo a Eli en el piso y le amarro  las manos, no sé cuánto le dure el sedante y ella es peligrosa, la persecución no se hace esperar, duramos en perderlos, pero al final nos dirigimos a las afueras de Roma, a unos hermosos campos donde se encuentra una propiedad de mi madre, esperaremos un día para regresar a Rusia.

Al llegar dejo a Eli en mi recamara bien amarrada, pido que a Frank lo dejen en la habitación que esta al fondo de la primera planta,  me voy a dar una ducha y quitarme todo este desastre, decirle a Frank que con gusto se la quite antes y que nuevamente lo hago, me satisface demasiado, nuestro odio comenzó desde hace mucho y con el paso del tiempo, se torna más grande y lleno de motivos, Irene no deja de marcar y no quiero contestarle, ahora mi prioridad es lo que descansa en mi cama, me quedo sentado fumando y viéndola descansar, esperando a que el efecto pase y podamos conversar con calma.




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