Un Fin es Solo Un Inicio

XVIII

perdon por la tardanza... pero aca estamos .. recuerden dejen sus comentarios 

 

FRANK

 

Desde que me metieron a este cuarto no he sabido nada de ella, estoy a oscuras y escucho pasos, pero nada más, no pensé que el tiempo se nos acortara tan pronto, escucho que entran arrastrando algo, después de un rato suena un golpe seco y entonces escucho su voz, trato de zafarme, moverme y gritar, pero no consigo nada.  

 

  • ¿Qué crees que haces? – esta débil   
  • Aremos un acuerdo – ese es Baltazar – me conviene salir de Irene y a ti no caer en sus manos, ahora que tiene otros planes y por ovias razones no quiero que cumpla – la escucho quejarse y me siento impotente – firmaras los documentos que ella te pasara, iremos a ver a Duncan todos como una hermosa familia y le exigirás lo que te pertenece – se quedan en silencio – o vamos amor ya sabes todo no me trates como idiota.
  • Es que lo eres – se queja una vez más - ¿Por qué crees que aceptaría?

 

Escucho como los pasos se acercan y abren una puerta, arrastran la silla donde estoy y la escucho decir mi nombre, le habla en otro idioma y lo único que entiendo es el nombre de Ana, me retiran la tela que me cubría y la veo amarrada en una silla un poco adormilada, tiene el labio roto y me mira desesperada, no sé qué le dijeron, pero solo muevo la cabeza en forma negativa, logrando que me golpee, le pregunta cual es su respuesta, ella demora pero agacha la cabeza y la siento derrotada, conversan pero no entiendo y me remuevo en donde estoy sintiendo que esta aceptando cualquier cosa que le este proponiendo, ella no me quita la mirada mientras habla, en eso entra una mujer quien supongo es Irene, no deja verme y en sus ojos veo sorpresa, a parte de la mirada más fría que he visto, dice poco y se va con Baltazar.

 

  • Estaré bien – ella se levanta y me retira la mordaza
  • Debemos irnos – pero no me desata - ¿Eli? -  se agacha y me susurra
  • No tenemos tiempo, vendrán por ti los hombres de tu padre, deje instrucciones y sabes lo que debes hacer
  • Ni se te ocurra quedarte – me remuevo, pero ella no hace nada – no lo hagas – la miro a los ojos, pero ella no responde  
  • Llévate a Ana

 

Me coloca nuevamente la mordaza, pero esta vez no hago nada para detenerla, solo la miro regresar a su puesto y ella me sonríe, me siento enojado y confundido, entran nuevamente, un hombre calvo lleva algo en una manta que se lo dejan a los pies.

 

  • Seremos rápidos – le dice la mujer – Estarás a nuestro lado por tu voluntad y aceptaras todo sin preguntar o las consecuencias serán irremediables

 

Destapan la manta, mostrándole una mano, yo duro en asimilar que es de Ana, pero ella lo identifico casi de inmediato, siento alguien desatándome los brazos y veo a Eli muda mirando lo que estaba a sus pies, ella le levanta el rostro y le habla en otro idioma, de repente se lanza encima de la mujer, le atina un buen golpe antes de que el sujeto calvo la sujetara contra el piso, Baltazar solo observa en la esquina de la habitación, es suficiente para mi y me lanzo encima del sujeto que la tiene, es muy fuerte pero no me importa, me logra dejar en el piso por un momento, igual le respondo, estalla la pared dejándonos aturdidos, en medio de eso ella se me acerca y me grita que está en el sótano,  levanto la mirada y veo como se la llevan, pero en sus ojos veo suplica, quiero detenerlos pero me lo impiden, me arrastran por el hueco que hicieron, no tengo que preguntar quienes son, me dijo que vendrían y ahora lo más difícil es dejarla atrás, por el tiempo que sea necesario, les digo que debemos rescatar a la persona que esta en el sótano y así lo hacemos, tomo un arma y nos demoramos veinte minutos en salir con ella en brazos.

 

De regreso no digo nada, solo me preocupo de que la atiendan, esta en un estado delicado, luego de tres horas de vuelo y una en auto, llegamos a la casa de Duván, entro con Ana en brazos y la dejo en el cuarto con delicadeza, sigue bajo sedante y es mejor por ahora, paso de largo evitando responder preguntas de los demás, en la cama se encuentra un sobre con mi nombre y una nota de mi padre, paso a la ducha y me quedo por lo menos dos horas en ella, pensando en  todo lo que paso, en lo que vendrá y en la nota que me dejo Eli, ese sobre contienen la carta que ella me dijo que eran instrucciones, pero por alguna razón me niego asimilar que esto paso de nuevo.

 

Llego desesperado a la carretera, está nevando demasiado y a un costado está el auto donde viajaba Anastasia, bajo gritando su nombre y me sostienen los oficiales, a la fuerza llegó hasta el lado del conductor, la tienen cubierta y no me atrevo a verla, quiero recordarla con la delicadeza en su rostro, sus ojos iluminados, la sonrisa que mostraba la alegría de su corazón, le sostengo la mano izquierda, llegan para levantarla y me sigo negando a dejarla, me ruegan a que la deje pero me encuentro ido, siento que me levantan y me llevan a la parte de atrás de un auto, hasta que pierdo la conciencia y caigo en un sueño tan profundo, que me lleva hasta ella.




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