Quinto Acto: A su lado
Mi vida se sentía cada vez más normal, no pensaba seguido en la fecha que moriría, el pensamiento de no saber porque vivía se desvanecía por horas y aunque todo fuera tranquilamente despacio me gustaba.
—¿Se encuentra Isabelle? —después escuche como alguien le quitaba el celular—. Pero si es el rey de roma ¿me extrañas Dan? —Al otro lado, oí el sonido de un portazo y la voz del hombre a lo lejos.
—Quiero verla.
—Directo eh.
—Digo, solo si usted está de acuerdo.
—Nos vemos en el cine dentro de media hora.
—¿En serio?
—En el cine que está en la avenida doce yendo hacia la plaza comercial –colgó.
Al cabo de media hora nos vimos. Se podía decir que esta era nuestra primera cita.
—Hola —se veía hermosa, puedo gustar de alguien no importa el tiempo, puedo hacerlo.
—Se ve bien señor Daniel.
—¿Entramos?
—Claro.
—Me da dos entradas para... —no hablamos de qué película.
—Traumfabrik —se apresura a responder.
No tengo ni la menor idea de que película es, confiaré en su decisión.
En el cine no podía concentrarme en la película, Isabelle maldecía cuando algo le molestaba, hablaba del porque no le gustaba tal personaje, gritaba al emocionarse por los protagonistas. Daba datos sobre la película o de los actores.
Solo entendía que el se hacía pasar por un director, tenia la suerte del mundo cada que intentaban estropearle las cosas.
—La película estuvo maravillosa ¿verdad? Tengo buenos gustos.
—Si lo creo.
—¿Vamos a cenar? —mi corazón se acelera.
—Conozco un lugar, la comida ahí es exquisita —la respiración me falla por un segundo. Por primera vez Isa y yo viajamos juntos en un vehículo. Por primera vez cenamos juntos. Estos momentos se vuelven más apreciables teniendo en cuenta que solo tengo dos semanas más.
Definitivamente este era un nuevo lienzo, que de pincelada a pincelada iba tomando la más bella forma.
—Viajemos, ¿No quieres viajar?
—Si quiero es más me encantaría solo que tengo que hacer unas cosas y entonces veré si puedo. Una cosa ¿De verdad conoces a Steve?
—Si, no mentí. Él y al señor Han, desde hace unos meses.
—No lo esperaba.
—Steve hablo mucho de ti, dijo que te hablo de mi pero que no estabas interesado en, ya sabes, chicas.
—Habló de algo más.
—No.
—¿Viajamos? -dijo ensanchando una grandiosa sonrisa y con ello la seguí.