-Está bien madre... no te preocupes, es que anoche me pase en vigilia sin poder pegar un ojo, esta mañana sin darme cuenta cuando sonó el despertador lo apagué en dormida y continúe durmiendo hasta ahora, todavía no fui mi trabajo y busqué una buena excusa para que no me despidan, ya estoy saliendo rumbo al trabajo les avisé que llegaria un poco tarde. Tranquila... yo estoy bien el domingo nos vemos, me encontraste de casualidad justo cuando ya estaba saliendo a la calle,besos madre. Chau.
Hija escúchame no cortes... Necesito verte mi corazón de madre me dice que te pasa algo, yo no sé qué... pero sé que algo me estás ocultando nena, a mamá no le podés mentir. Besos nena.
La relación de su madre con ella, fue de todo de toda la vida conflictiva aunque ahora intentan relacionarse mejor, a menudo la ingenuidad de Hilda le sirve para aplacar la soberbia de Rosa.
Hilda al terminar la secundaria decidió trabajar porque era una manera elegante de huir de los problemas cotidianos de sus padres, en cambio su madre una mujer pedante y arrogante le exigía que para seguir viviendo bajo su techo, Hilda debía continuar estudiando en la universidad la licenciatura de enfermería, le dejó bien en claro que el interés de Rosa se basaba en su propio egoísmo al provisionarse de una enfermera a futuro, mano de obra barata o en lo posible gratis, Hilda era la elegida es la típica persona que por amor-culpa es capaz de consagrar su vida al cuidado de dos futuros ancianos como sus padres.
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Editado: 23.12.2021