Era su compañera Ángeles, una muchacha sencilla de corazón humilde y noble, que desde la primaria se propuso una meta fija y era la de sacar a sus padres de la pobreza y proyectarse a la sociedad con aportes importante de conocimientos pedagógicos, se caracterizó por ser buena consejera una luz de los ángeles en el camino de Hilda, aunque Hilda pedía consejos sobre sus rencillas con Ricardo aturdiendo los oídos de la muchacha cada vez que salían a recreo y luego le contaba cada palabra qué dijo Ángeles a Ricardo estás actitudes trajo distancia distanciamiento entre ambas.
Recordaron viejas historias de adolescente, se sintió feliz de ver a su compañera que trabajaba en el consejo de educación de Capital Federal, hablaron del padado del presente y de sus vidas familiares entonces Ángeles compartió la felicidad de tener una preciosa familia y le mostró fotos de sus dos pequeños hijos, de su esposo, de su hogar y mascotas, la felicidad de Hilda se retrajo que de pronto se desinflo como un globo, le invadió un inmenso vacío en el corazón, sintiéndose fracasada...estacionada en el ayer y hasta envidia tuvo por el éxito de la muchacha.
Volvió a su departamento, se tiró en la cama como un costal viejo a llorar igual que antes cuando era una pequeña niña.
Llamó a Ricardo y contestó la madre:
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Editado: 23.12.2021