Un Gusano En La Oreja

CAP 3

Son las 3 de la mañana se despierta sobresaltada y muy asustada tiene los labios secos, la garganta de lija y la piel se parece a la de un elefante se pasa la mano y se  va descascarando por la sequedad atroz, su espíritu salvaje no se controla y la mantiene en un defasaje emocional  ggritándole impiadosamente ¡dame sangre! Camina a la cocina temblando como hoja solitaria en invierno polar y mitiga su sed con agua fresca, luego de unos tragos siente en su interior un susurro ¡bebé sangre bebé sangre... que tengo mucha sed! Ella baja como poseída por un espíritu indigno  hasta el garage pensando a encontrar alguna respuesta a su incongruencia mental

Regresa al departamento y vuelve a escuchar la misma voz ¡bebé sangre... me estoy debilitando! Toma las llaves de la casa de su madre y se dirige en busca de respuesta pués siempre su madre le ha dicho que Hilda posee dos guardianes espirituales enviados para protección por la sacerdotisa del templo, cuando abre el portón se encuentra con su viejo perro acostado en el pasillo que al verla la reconoce y se levanta moviendo la cola, que cruel es la vida ellos eran amigos cuando pequeña y ambos se amaban pero ahora ella  tiene malas intenciones para con el, entonces Hilda va en busca del gato de Rosa pero no lo encuentra.

 Hasta que por fin encuentra al gato pero ella se mantiene  escondida en la oscuridad para no ser vista por su madre y alimenta al gato mientras lo acaricia, la mascota está confiada en las suaves manos de la mujer y se desarma de amor pero cuando  menos lo espera el animal es metido de sopetón en una bolsa de boxeo y llevado al departamento de Hilda. Al amanecer logra calmar a su espíritu con un vaso de burbujeante melaza roja, extraida de los más deliciosos y delicados vertebrados domésticos.

 Ya está amaneciendo la ciudad comienza a  ddespertar y la gente que va... gente que viene a tomar distintos medios de transporte para llegar a sus respectivos trabajos, pero ella será desde ahora una mujer con dos personalidades distintas ¡Qué difícil le es recortar sus bajos instintos después de un  éxtasis sobrenatural  que la transforma en mujer de dia y animal de noche!.

Pasó la noche en vela deambulando por la ciudad a pesar de todo el desgaste energético que vivio en su cuerpo se siente viva y enérgica, nunca antes se había sentido tan sana que parece a regresar a su adolescencia y con animo de emprender el día, los primeros rayos de sol abrazan a la ciudad de Buenos Aires e iluminan las ventanas del departamento el reloj de naturaleza le anuncia en qué es hora de salir al trabajo. Se baña, se viste y se marcha alegre su jornada laboral, todo lo que le rodea es agradable armonioso que va combinado con su ser interior.

Al llegar al trabajo su jefe le pide un café como de costumbre y manteniendo la misma arrogancia de siempre pero Hilda sumergida en inaudita paz la saluda y la mujer ruge mirandola fija y frjíamente a los ojos "que sea para dos llévalo a la oficina... Gracias" y continúa caminando por el pasillo la mujer como una gacela esbelta, de un cuerpo armonioso y escultural adornado de delicadas facciones.

 




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